ESPECTACULOS
ONE DIRECTION

Harán historia en Vélez

Actúan esta noche y mañana. Los chicos superaron a los Beatles y son los primeros británicos en ser número uno en EE.UU. con un album debut. La gira, que terminará en Miami después de 65 conciertos, es la octava más exitosa de la historia por público y recaudación, dejando atrás a monstruos como los Rolling Stones y The Police. El escenario tendrá dos enormes pantallas de LED a los costados y tres por encima de la banda.

Acción. One Direction promete dos shows espectaculares para sus fans.
| Francisco Longa

Si uno dijera que los One Direction –el fenómeno teen británico-irlandés que define (ahora que Justin Bieber se dedica al vandalismo ABC1) el frenesí teenager y la industria musical actual– son más grandes que los Beatles, más de un fanático de Aspen patearía el suelo. Pero, ejem (o ouch, dependiendo de si son “directioners” o no), es verdad: One Direction, es decir Harry Styles, Liam Payne, Zayn Malik, Niall Horan y Louis Tomlinson, ha superado a John, Paul, Ringo y George. Al menos en ser la primera banda de Gran Bretaña en debutar en el número uno de Estados Unidos con su primer disco, Up All Night (el megahit What Makes You Beautiful posee 512.774.717 visitas en YouTube, por si alguien dudaba de la masividad de la banda surgida de The X Factor –que perdió–). Es más, algún apresurado los definió como “los Beatles del siglo XXI”, algo que al menos sus 30 millones de copias vendidas y las ocho cuadras de cola para los agotadísimos shows (desde junio del año pasado) de hoy y mañana en el Estadio de Vélez certifican. O las 400 fans que decidieron esperar a la madrugada en Ezeiza el pasado viernes (1.34 de la mañana) la llegada del grupo y los escoltaron, euforia mediante y escondidas también (salieron cinco camionetas diferentes para despistar a las fans), hasta el exclusivo Sofitel La Reserva Cardales, un hotel de lujo camino a Campana (lo que no evita la ridícula espera en la puerta de la fortaleza sobre la autopista). Directioners: por si quieren saberlo, ustedes que aman los detalles nimios, los One Direction pidieron chocolate caliente y café para las fanáticas afuera.

One Direction está –al menos con la gira Where We Are Tour 2014, que arrancó el 25 de abril en Colombia y no frena hasta el 15 de octubre en Miami (serán 65 conciertos, 13 más que su primera gira, Up All Night Tour, que recaudó 30 millones de dólares, y tres menos que su segunda gira, Take Me Home Tour 2013, que generó 50 millones de dólares)– a instantes de convertirse en parte de la octava gira musical más exitosa de la historia, desplazando a la reunión de The Police y el Voodoo Tour de los Rolling Stones (se habla de ganancias de 270 millones de dólares por esta gira, con un promedio de 88 dólares por entrada, que ayudarán a redondear los mil millones de dólares de ganancias anuales. Ah, los chicos son la banda mejor paga del planeta, aunque Andy Greene, de Rolling Stone, ha hecho oficial en más de una ocasión la explotación que sufren los jovencitos superpoblados de fanáticas). Ah, y su promedio de público por show es de 35 mil personas, es decir, 12 mil más que el también en gira sir Paul McCartney.

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Pero, más allá de los números, ¿qué podrá esperarse de los shows que dará One Direction en nuestro país? La base, como cualquier estrella pop explotada, es la demagogia: camisetas (hay una foto con la camiseta de cada país que visitaron en su camino a la Argentina, y los destinos sudamericanos que siguen: Colombia, Perú, Chile, Uruguay y Brasil) y menciones en el cuasiespañol de Styles y Horan a celebridades locales. En Chile preguntaron por el chileno que juega en Barcelona, y en Colombia hablaron de Shakira y la infartante Sofía Vergara: ¿alguien dijo Messi y, obvio, su amigo el papa (Francisco celebró su cumpleaños 77 desayunando con Niall, el lindo; Zayn, el misterioso; Liam, el sensible; Harry, el encantador; y Louis, el divertido)? Hagan sus apuestas.

También han preguntado a las fanáticas, que generan un promedio de cien desmayos por show (hay seis puntos de emergencia por recital), si han experimentado un fenómeno paranormal, cuál es su canción favorita de la banda o, sólo una vez sucedió, cuál era su One Direction favorito. O, como hicieron en Chile y Perú, han usado Twitter e Instagram para, en Santiago, sacarse su “selfie”, a la Ellen De Generes (al momento de esta nota, la foto que subió Liam Payne había sido retuiteada 181.578 veces, o sea, tres estadios de Vélez llenos y un poco más) y en Lima, también Liam no sólo se sacó una “selfie” en Machu Picchu (84.379 retuits) sino que tuvo que pedirles a sus fans que por favor lo dejaran dormir. De hecho, antes de su ruptura sentimental escribió, mientras posteaba una foto de la calle hiperrepleta de fanáticas: “Nunca voy a entender, y ustedes nunca van a entender qué le hace esto a alguien… ¿por qué? Nadie se merece algo así”.

Pero, más allá de la hiperactividad de Liam, lo que sí se sabe es que su equipo posee 600 personas en logística y que el escenario de Vélez tendrá dos enormes pantallas de LED a los costados y tres por encima de los One Direction. Y, obvio, habrá luces de neón, linternas bastante notables, espectáculos de baile y fuegos de artificio al final. Lo que también será parte del show es algo extraordinario: ¡puntualidad! En todos los recitales del actual tour las puertas se abren a las 16 (así será en Vélez), a las 18.30 tocará –unos breves 45 minutos– Sonus (que también telonearon a los Jonas Brothers y repetirán honores con OD el 6 de mayo en Uruguay) y a las 20, con puntualidad inglesa, saldrán los One Direction cantando Midnight Memories, hit de su tercer y último disco de estudio. El set hasta ahora no ha variado, y está compuesto por 23 canciones y algunos caprichos modernos de los niños, como cantar un rato Don’t Stop The Party de Pitbull (pasó en Chile).

La banda realiza la esperable pero “lomejorquemepasóenlavida” rutina pop: charlas en primera persona, extraños juegos con la seducción (un poco bizarro considerando la devoción de las menores de edad, pero a la direction que fueres…) y la quita de ropas, gritos ensordecedores ante cualquier titubeo de meñique millonario (35 millones de dólares fueron las ganancias personales de la banda) y los correspondientes momentos suaves y de guitarra (Little Things; ver el recuadro con la lista de temas). Y obvio, guardan para instantes antes del final sus hitazos,
What Makes You Beautiful y Best Song Ever.

Más grandes que los Beatles o no, los One Direction están aquí una vez más. Otra vez la siempre “más grande que los Beatles” rutina pop millonaria que muta cada cinco años en pasión, carpas en la calle, desmayos y mercachifle. Será sólo pop, pero les gusta.

 

Pizzas y comida italiana, tailandesa e hindú

¿Qué comen Harry Styles, Liam Payne, Zayn Malik, Niall Horan y Louis Tomlinson? Ah, el famoso pedido de catering. Pero, para sorpresa de directioners, los chicos de One Direction pidieron para sus vestidores cosas bastantes calmas, y hasta poco ABC1: dos hornitos para calentar la comida, dos hornos portátiles, un galón de Spring Water (para hervir), una pava eléctrica (con apagado automático y que nunca haya sido usada para café), una caja de té (que incluya Yorkshire y Throat Coat), azúcar blanca, miel, un bowl de fruta que contenga seis manzanas, bananas (lindas y amarillas), cuatro peras y cuatro naranjas. Y además, 12 latas de gaseosa (Coca, Dr. Pepper, Rubicon) y 12 latas de Red Bull, seis Gatorades (naranja y amarillo), agua a temperatura natural, leche y servilletas blancas. ¿Y después del show? Ah, ahí los chicos y sus técnicos pierden la decencia y piden, entre varias opciones, que la cena sea comida de KFC (Kentucky Fried Chicken), productos de buenas pizzerías locales, buffalo wings, comida italiana, india, tailandesa, mexicana y, obviamente, cualquier comida local es bienvenida mientras esté bien hecha.