“Unir familias y recordar el amor del Salvador”, explicó Dafne Romero representante de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para sintetizar el sentido de una forma de celebración novedosa, que logró reunir unas 3.000 personas en torno al Obelisco para ver la película “El Niño Jesús”. La idea de convertir el Obelisco en una gran sala de cine a cielo abierto se reprodujo también en otras ciudades del mundo, donde la Iglesia de Jesucristo buscó generar una experiencia comunitaria.
Las familias y los jóvenes comenzaron a llegar a la Plaza de la República el sábado pasado, poco después de las 19, para esperar el inicio de las proyecciones, que empezaron una hora más tarde y continuaron reproduciéndose hasta las 22. “Estamos felices de poder vivir el espíritu navideño en este lugar tan especial para los Argentinos”, dijo el presidente del Área Sudamérica Sur de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Élder Joaquín Costa, poco antes de dar inicio al evento, bajo el lema “La Navidad es Jesucristo”.
El film, que narra el nacimiento de Cristo, se pudo ver en varias pantallas en forma simultánea, donde habitualmente se emiten publicidades. Esta vez tuvieron un uso diferente, que permitió generar una experiencia distinta para -como indicó Romero- “darle valor al verdadero significado que tiene el nacimiento de Jesús”. Agregó: “Siempre es muy importante promover los valores que tiene esta historia, sobre todo en los jóvenes. Valores como el amor, la empatía, la unidad y el servicio”.
Entre los participantes hubo unos 400 jóvenes voluntarios que estuvieron colaborando ese mismo día en la Plaza de la República, donde se pudo ver la película, que fue una de las actividades organizadas en el marco de "La Noche de los Templos", una propuesta que impulsa el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para conocer los diversos cultos que conviven en el distrito.
Además de distribuir unas fotos con la imagen de Jesús, los jóvenes se reunieron en varios grupos para entonar villancicos durante los intervalos entre una y otra proyección. También estuvieron acompañados por familias, que llegaron con sus niños.
“Es una invitación a vivir una Navidad centrada en Cristo, compartiendo Su historia para transmitir paz, esperanza y el verdadero propósito de esta época: unir familias y recordar el amor del Salvador”, recordó Romero.
