Ulises intentó eludir el servicio militar para no separarse de Penélope, su joven esposa.
Fingió locura, pero el fraude fue descubierto por Pelámedes.
Antes de este hecho, y después del mismo, la simulación es un recurso constante en la supervivencia de los humanos.
Se pueden fingir alteraciones mentales para evitar consecuencias, como Ulises, o las personas con padecimientos mentales pueden simular no tenerlos, como Hamlet.
Uno de los roles de los psicólogos es detectar la simulación en los distintos ámbitos.
Con esta finalidad, y teniendo una sólida formación científica previa, se nos hace posible identificar con claridad la simulación o sobresimulación en el área laboral y forense.
Existen estudios locales que documentan que un 46% de las licencias laborales que se solicitan por psiquiatría son falsas, significa que son presentadas por personas que no tienen ningún trastorno mental que les impida realizar su trabajo.
Este fraude al empleador –frecuentemente duran más de un año– genera pérdidas millonarias, capaces de fundir una pyme, ya que la empresa tiene que continuar pagando trece sueldos/año por el empleado de licencia y otros trece para cubrir un solo puesto laboral. O bien recargar de tareas a sus empleados para el reemplazo.
En algunos rubros es aún más frecuente debido al trabajo remoto o los escasos controles, entonces el empleado presenta su licencia simulando imposibilidad de trabajar y simultáneamente comienza a desempeñarse en un nuevo empleo (tecnología/sistemas) o bien se va de vacaciones e inunda las redes sociales con fotos desde la playa (docentes/empleados estatales).
Profesionales. ¿Existen profesionales inescrupulosos asesorando a la gente para obtener una licencia psiquiátrica falsa? Desde ya que sí, lamentablemente. Por tal motivo, es crucial proceder a la evaluación de estos casos, con profesionales ajenos a la empresa, que puedan evaluar con precisión la existencia de las patologías que se argumentan para otorgar la licencia laboral.
Las tres patologías más fingidas en nuestro país son: ansiedad, estrés y depresión.
Es usual que los empleados que intentan fingirlas hagan uso de su licencia describiendo una serie de síntomas que pocas veces coinciden con los síntomas reales de estos cuadros. También ocurre que la persona haya atravesado alguna patología ya superada, pero persista en declararla como actual.
En los casos más complejos y elaborados (que suelen coincidir con posiciones más altas en el organigrama de las empresas) puede simularse una condición psicopatológica durante el tiempo previo a cometer un ilícito, o a solicitar la licencia –quizás estando en conocimiento de alguna modificación futura en su puesto/sector o reducción de personal– con la finalidad de “preparar el escenario” para lo siguiente.
En todas las situaciones mencionadas previamente, que ocasionan pérdidas a quienes dan empleo, o perjudican severamente el clima laboral, es fundamental contar con profesionales con experiencia y formación para detectar y comprobar la existencia de la simulación.
*Psicóloga. Directora PsiPro.