ELOBSERVADOR
Patrizio Bianchi

“América Latina es clave para construir un mundo multipolar”

Exministro de Educación italiano, cree que nuestra región tiene un papel central que cumplir para evitar que la nueva guerra fría a la que las grandes potencias están arrastrando al mundo se vuelva inevitable para eso, advierte, debe ser democrática e impulsar un proceso de integración real, y apostar por la educación.

20_07_2024_otan_cedoc_g
| cedoc

El profesor Patrizio Bianchi es economista y académico italiano, graduado con honores en Ciencias Políticas en la Universidad de Bolonia, bajo la dirección de Romano Prodi y Alberto Quadrio Curzio. Se especializó en Economía y Política Industrial en la London School of Economics.

Fue ministro de Educación del gobierno de Mario Draghi, entre 2021 y 2022 y, antes, ocupó la cartera de Educación, Investigación, Trabajo y Políticas Europeas en el gobierno de la región de Emilia-Romaña. Actualmente, es titular de la Cátedra Unesco en Educación, Crecimiento e Igualdad, profesor emérito de la Universidad de Ferrara y miembro de la Accademia Nazionale dei Lincei en Roma. Recibió el Doctorado Honoris Causa por la UBA (2022) y es miembro del Consejo Asesor Internacional de Sistémica.

—Empiezo por lo que está más cercano a usted geográficamente y que es una preocupación de todos, que es Europa. Acabo de volver de Europa y sentí por primera vez el temor a la guerra, hay temores sobre qué puede hacer Rusia. ¿Cómo lo ve?

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

—Yo creo que es mucho más que una preocupación, es miedo. Tenemos miedo en Europa porque son ochenta años desde el fin de la guerra y no teníamos temor a una nueva guerra. Por otra parte, hay una preocupación muy grande respecto a lo que puede pasar en EE.UU. con las elecciones presidenciales. Tenemos claro que, si Trump vuelve, él da por sentado que la OTAN no puede garantizar la seguridad de Europa. Y eso va a crear dos problemas. El primero es de inseguridad, en particular por el este y por el sur. Por el este, porque la ampliación de la UE fue involucrando países que fueron parte del Pacto de Varsovia y ahora OTAN, Europa y Rusia están ante un enfrentamiento directo. Y está el miedo en el norte de Europa, en los países del Báltico, de una invasión. Muchos países del este van creando las condiciones para realizar inversiones más fuertes en armas. Por una parte, está claro que la guerra terminó la posibilidad de crear una relación entre Occidente (Alemania) y Rusia. Y, por otra parte, crear una relación con África, con los países del sur del mundo, es importante, es una necesidad, pero es muy difícil. Son preocupaciones que crean miedo. Ahora muchos países están gobernados por coaliciones de gobierno que son de derecha o de extrema derecha y eso crea una situación novedosa en Europa. 

—Hubo un cambio en el último año de los motores del crecimiento en Europa: el sur es el que está traccionando y Alemania está en crisis. Una cuestión central de Europa es la necesidad de ir a un mayor grado de federación para responder a las políticas industriales de China y de Estados Unidos. Sería razonable que la política industrial la hicieran a nivel comunitario, para no generar estas disparidades. ¿Qué piensa?

—Está claro que tenemos un problema importante de política industrial. Si vemos los datos, Europa tenía un crecimiento muy elevado, mayor que EE.UU. y que el resto del mundo, entre el fin de los años 90 y 2008. ¿Por qué? Porque Europa funcionó como una unión real: diseñaron juntos las políticas monetarias, que son las más nacionalistas de las políticas, con la creación del euro y la ampliación a los países del Este. Después de la crisis financiera de 2008, cada país volvió a pensar que se pueden tener políticas soberanistas. Por lo tanto, no realizamos el paso que se necesita en materia de políticas fiscales y de política industrial. Y después de 2008, Europa ingresó en una era de estancamiento. Por otro lado, Europa tiene una inversión en investigación y desarrollo que es mucho menor que en EE.UU. y ahora es incluso menor que en China. En EE.UU. es 3,5% del PBI, en Europa del 2,3% y en China más de 2,5%. El riesgo es que toda esta presión sobre la defensa armamentística reduzca la atención sobre lo que podríamos denominar “la seguridad de la inteligencia”, la inversión en conocimiento, que son las únicas armas que Europa tiene. Porque no tenemos materias raras, ni grandes empresas que vayan a controlar internet, ni mercados financieros que sean capaces de invertir millones de dólares en innovación. Estamos en un período de fuerte reducción demográfica y la única opción es invertir en las personas. Por el contrario, la tendencia de la extrema derecha es cortar inversiones en servicios públicos como salud y educación. Y, por otra parte, no es materia de subsidios, es materia de acciones estructurales y nosotros necesitamos acciones estructurales comunes. Por eso es muy importante y claro dar un paso más desde la Unión a la Federación. 

—Usted fue ministro de Educación de Italia. ¿Qué es lo que más le preocupa en el área de la educación en esta era del conocimiento? 

—Me preocupa que disminuya la atención sobre el tema de las inversiones en educación y sobre la necesidad de llevar adelante una formación muy fuerte de los profesores. También, sobre los maestros de escuela primaria. No es simplemente invertir en el mismo modelo del pasado, sino hacer una reflexión muy profunda del cambio de modelo educativo, que sea integrativo y evolutivo en este momento de revolución tecnológica.  Por eso creo que tenemos que hablar mucho más, tenemos que difundir mucho más las buenas experiencias en materia educativa. 

—Es llamativo el encargo de la Comisión Europea y el Consejo Europeo a dos italianos, ambos ex primeros ministros, Enrico Letta y Mario Draghi, de dos informes sobre la cuestión de la competitividad de Europa y el mercado único. ¿Qué espera de este debate? 

—En principio espero que puedan crear un debate sobre el futuro de Europa. No estoy seguro de que se pueda, porque la mayoría de los países de Europa ahora no quieren debatir estos temas. Porque los países que ahora están con gobiernos de derecha, que son nacionalistas, no quieren poner sobre la mesa un debate sobre Europa. Los dos temas son lo mismo porque el futuro de Europa consiste en la posibilidad de tener una capacidad de competencia a nivel global y eso depende de estar más juntos. La cuestión es si vamos a crear una condición efectiva de federación que dispare inversiones de una escala que pueda generar desarrollo. Todos los que discuten sobre el desarrollo de EE.UU. dicen que el motor de este son las inversiones en defensa, en armas, porque son duales. EE.UU. tiene una inversión de 800 billones de dólares/año en esta materia. Si sumamos el monto de inversiones que hacen los países europeos en salud son tres veces más que las inversiones de EE.UU. en armas. Los europeos no tienen capacidad de ver que estas son inversiones en conocimiento y la manera para crear un efecto dual es la inversión en investigación y educación. No ven que son las únicas inversiones que permitirían a Europa tener una escala que genere el sendero de desarrollo en los sectores industriales en donde las empresas europeas son competitivas y pueden exportar a Estados Unidos y a China: farmacéuticas, instrumentos científicos y automación industrial. Todos sectores que están muy relacionados al bienestar y al medio ambiente. Porque Europa tiene una población vieja y que tiene una experiencia de muchos años de paz y de una calidad de vida muy alta. 

—¿En qué temas de la agenda internacional Europa debería sentar posición?

—Justamente, también, para tener capacidad política de incidir en los grandes temas globales, Europa debe estar unida y tener una voz. El primer tema es la desigualdad, ya que en este período de crecimiento, en todos los países, hubo una explosión de desigualdad. La población del primer 1% del mundo explica un 40% de toda la riqueza del mundo. Eso no puede ser. Segundo es el tema de la pobreza del sur que constituye un factor de desestabilización del mundo. Tercero, la guerra. Y cuarto es la cuestión climática. Está muy claro que son problemas globales, que no podemos simplemente esperar que los Estados Unidos o la China puedan resolverlos. Pretendemos un rol importante de Europa que se puede tener simplemente si nos constituimos en una federación o una entidad política que puede decidir a este nivel.

—Se calienta la guerra fría entre China y Estados Unidos. ¿Puede haber una división en bloques de la inversión y el comercio que sería complicada para el resto del mundo y especialmente para Europa?

—Ese es un riesgo real. Y está claro que el bloqueo del gobierno estadounidense a la inversión china, y el intento de promoción de un reshoring, no está siendo exitoso porque las empresas van a México o a Vietnam. Vietnam ahora es el centro de inversiones que no pueden ir a China y que seguro no van a volver a EE.UU. Si se crean dos bloques, uno liderado por EE.UU., con la idea de que EE.UU. puede volver a ser una economía cerrada, y el otro por China, que va a pensar que tiene que invertir en su propio territorio y tener control de todas las materias primas de África sería un problema grande para todos, incluidas las propias potencias. Por otra parte, está el tema de Rusia, que constituye una situación muy extraña porque, en términos económicos, tiene un PIB que es mucho menor que el de Italia y la valorización financiera de una empresa como Apple. Pero es una potencia atómica y la única manera para Putin de tener un rol a nivel internacional es crear problemas como la guerra. Si vamos a hablar de dos bloques, no es claro cuáles son. ¿Qué pasa con Irán, con Turquía? ¿América Latina dónde está? Me parece que es muy difícil volver a una situación como fue en los años 50 o 60 de una parte del mundo con Estados Unidos, otra parte del mundo con China.

—¿Qué reflexión hacer sobre América Latina en este mundo complejo? 

—América Latina puede jugar un rol muy importante en la creación de un mundo multipolar. Por una parte, tiene que ser un impulsor de la paz y, por ende, de la democracia, y, por otra parte, generar un proceso de desarrollo que tenga sus propias raíces en la paz a nivel mundial. Creo que América Latina, como África o parte de Asia, tiene que decir que necesitamos paz, también, para crear las condiciones para un comercio internacional que pueda permitir a los países del sur ofrecer su propia producción y ofrecer nuevas ideas y trabajar por un proceso de integración real, no post o neocolonial. Sin paz no hay desarrollo. La guerra va a crear situaciones de crecimiento de la desigualdad entre los países y al interior de estos. La historia muestra que la alternativa es dictadura y autoritarismo o un acuerdo realmente multipolar. Creo que todos los países de América Latina y África tienen que poner más atención a las instituciones internacionales que pueden ser instrumentos de reconstrucción de una red de relaciones. Sería importante, a través de Unesco, por ejemplo, crear redes fuertes de relaciones entre escuelas y las universidades de América Latina, Europa y África.

*Director de Sistémica.

 

La escuela técnica Roberto Rocca

F.P.

Al abordar el tema de la educación, Patrizio Bianchi quiso destacar en particular el rol de la formación técnica y, en especial, el de la escuela que Techint tiene en la ciudad de Campana, en la provincia de Buenos Aires.

“Permítame decir una cosa sobre el tema de la escuela técnica, de la formación técnica. Yo guardo una memoria muy fresca de la experiencia que existe en Argentina con la Escuela de Techint en Campana. Esta experiencia es muy relevante y bien conocida a nivel internacional como un modelo educativo alternativo, integrador de diferentes experiencias europeas. Necesitamos generar mucha más integración entre las experiencias de diversas partes del mundo. Menciono el caso de la Escuela Techint en Campana porque nosotros trabajamos mucho sobre el tema de escuelas técnicas en Italia y la discusión, que yo mismo he promovido con la reforma, tenía en mente esta experiencia. Tenemos que generar mucha más discusión juntos sobre este tema global. Hace mucho tiempo que Romano Prodi planteó que tenemos que crear una universidad en el Mediterráneo para fortalecer las relaciones entre los estudiantes de esa región. Debemos permitir a los jóvenes el intercambio de experiencias de una parte y otra del mundo, si no será difícil crear las condiciones de la paz.