Que el mundo asiste a una disputa manifiesta entre quienes buscan abolir conquistas adquiridas con el argumento que “todo es comunismo” no es novedad alguna. En este listado, los representantes políticos de este oscurantismo siglo XXI tienen en el top tres de los objetivos a horadar, los derechos de la comunidad internacional LGBTQI+.
En el caso de Argentina, la llegada de Javier Milei al gobierno determinó la eliminación de organismos que atendían esas cuestiones a nivel nacional, sumado a un discurso violento que no solo se aplica a la comunidad mencionada. Con otros matices, esto también se manifiesta en otros países –occidentales–los que, incluso, no han tenido avances en esta materia como los logrados por Argentina.
La carroza de los embajadores en la Marcha del Orgullo 2024.
En una acción inédita –al menos en nuestro país– treinta embajadores del mundo occidental se unieron para apoyar a la comunidad LGBTQI+ bajo el lema "Diplomáticos por la Igualdad" y firmaron un documento en el que ratificaron que “somos aliados de todas las personas que desean ser quienes son y amar a quienes aman. Numerosas comunidades y personas de todo el mundo sufren cada vez más las consecuencias del aumento de la hostilidad, la desinformación y la fobia dirigidas en su contra – en forma virtual o en persona – a causa de su orientación sexual, identidad y expresión de género o características sexuales (…) Nuestros gobiernos están comprometidos con la protección de estos derechos”.
Peter Neven, embajador de Alemania en Argentina, abrió su residencia para reunir al resto de los diplomáticos firmantes para certificar con una foto grupal esta acción. Hubo dos embajadores que no suscribieron este documento, el de Uruguay Carlos Enciso Christiansen, y el de Italia, Fabrizio Lucentini. En América Latina, Uruguay siempre se diferenció del resto de los países del continente por, entre otras cosas, la división entre Iglesia y Estado, el divorcio cuando ni en Argentina existía, luego vinieron la legalización de la marihuana, y aunque lo LGBTQl+ no estuvo legalmente protegida, la heteronormatividad no es un impedimento para integrar el cuerpo diplomático, y es de los países que sí se sumó a la tendencia global respecto a esto.
Sin embargo, las excusas dilatorias del embajador Carlos Enciso Christiansen dejaron a Uruguay fuera del mencionado documento que sí firmaron los embajadores de Alemania, Australia, Austria, Brasil, Canadá, Chile, Chipre, Colombia, Eslovenia, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Israel, Lituania (desde Madrid), México, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Polonia, Portugal, Suecia, Suiza, Reino Unido, República Checa, Ucrania y la Unión Europea.
En el caso de Fabrizio Lucentini, la ausencia de Italia en la firma hasta es comprensible, dicho país no tiene siquiera legislado el matrimonio igualitario. Además, Georgia Meloni, su primera ministra, recibió críticas en el marco de la Marcha del Orgullo que, en junio último, reunió a más de un millón de personas en la Plaza de la República, en Roma. Desde que llegó al gobierno, en derechos LGBTQI+ Meloni llevó a Italia del puesto 36 de 48 en Europa, por debajo de Hungría, gobernada por la extrema derecha de Victor Orban.
Gi