Cuatrocientas sesenta persona participaron de Un guiño a la modernidad, la edición 2024 de la cena que organiza la Asociación Amigos del Bellas Artes con el único fin que se hacen estas acciones: recaudaron dinero para que “el gran museo” siga así.
Como cada año, la Asociación de Amigos del Bellas Artes da cuenta de las cifras logradas en 2023: 346 millones de pesos que se invirtieron en el mantenimiento edilicio y en la producción de exposiciones temporarias; y 997 millones de pesos para actividades educativas –de las que en 2023 participaron dieciocho mil personas–, y de divulgación del patrimonio artístico del museo. Por esta motivación filantrópica, se agotaron las mesas para la cena anual por las que se pagaron 6.500, 5.000 y 3.000 dólares.
Un guiño a la modernidad, tema de la mencionada fiesta, refiere al siglo que va de 1924 a este presente. Un período que, se explica en el fundamento de la convocatoria, se dieron la construcción de nuevas estéticas y expresiones artísticas en las letras, las artes visuales, la arquitectura, en un año bisagra –1924– que dio inicio a una nueva época, la modernidad.
El único museo que Billie Eilish visitó cuando estuvo en Argentina.
Para ampliar esto, cada invitado recibió en lugar de programa con los esponsors, un librito con textos que refuerzan esa idea y que firman Sergio Baur, Santiago Erausquin, Carlos Giménez, Miguel Ángel Muñoz, Ángel Navarro, Mario Rucavado Rojas y Graciela Sarti, y la investigación y gestión de contenidos de Susana Smulevici.
“Lo mejor de aquellos años ha llegado hasta hoy y es lo que esta noche queremos recordar. Inspirados por los visionarios de 1924 celebramos, no solo su legado sino también la continuidad de su espíritu innovador”, dijo Julio César Crivelli, titular de la Asociación de Amigos del Bellas Artes. “En cada proyecto audaz que emprendemos desde la asociación, resuena el eco de aquellos que se atrevieron a imaginar un futuro diferente. Es aquí donde nos reconocemos —junto a quienes nos acompañan— en nuestra misión de contribuir al crecimiento del Museo Nacional de Bellas Artes”.
Fuera de esto, había expectativa –de los medios presentes– en la presencia de Karina Milei quien canceló a último momento su participación por una reunión de último momento en la residencia de Olivos para tratar la sangría pública que la visita a genocidas generó entre legisladores oficialista. Así, sólo Luis Petri y Leonardo Cifelli fueron los únicos funcionarios de Milei presentes. Por otro lado, después de unas veinticuatro horas de tuits que fueron misiles, coincidieron bajo techo pero en mesas diferentes, Jorge Telerman, reciente ex director del Teatro Colón, y Gabriela Ricardes, ministra de cultura de la Ciudad, quien habría canalizado la idea del recambio en el Colón.
