Sin calificaciones numéricas durante el tiempo que dure la pandemia: los alumnos de primaria y secundaria de todas las escuelas del país -tanto públicas como privadas- no serán evaluados con nota hasta tanto se resuelva cómo y cuándo se pueda volver a las aulas de forma presencial.
Así lo resolvieron este viernes los responsables de educación de las 24 jurisdicciones en conjunto con el ministro nacional, Nicolás Trotta, quien presidió la primera asamblea virtual del Consejo Federal de Educación (CFE). En el encuentro se acordó, de forma unánime, que la evaluación durante este período será “de carácter formativo” y tendrá por propósito “retroalimentar el proceso de aprendizaje, adaptar contenidos y hacer devoluciones orientativas a estudiantes y a sus familias.
Además, los ministros convinieron avanzar en una encuesta a nivel nacional en la que participarán docentes, directivos y también las familias para evaluar la respuesta del sistema educativo en el marco de la continuidad pedagógica. Este estudio permitirá algo clave, adelantaron: “tomar decisiones informadas sobre los procesos con los que se enseña y aprende, además del regreso a las aulas”, que aún espera definiciones y que en otras partes del mundo ya comenzó a suceder.
Prevén un regreso a clases "mixto" y sin calificaciones
En la reunión del Consejo Federal, los responsables de cada provincia establecieron, por unanimidad, tener un criterio único a nivel nacional para contemplar, aseguraron, “las heterogeneidades del territorio” en relación a la evaluación de los procesos de aprendizaje y enseñanza en el contexto de la pandemia.
La evaluación que recibirán alumnas y alumnos de primero a séptimo grado y en todos los niveles secundarios estará centrada en el seguimiento y registro de los procesos de enseñanza virtual y dar algún tipo de devolución a las familias que acompañan esos aprendizajes. El propósito, aseguran, es “orientar mejor los procesos de enseñanza y aprendizaje, teniendo en cuenta que se desarrollan en condiciones muy heterogéneas y desiguales.
“Nuestro principal objetivo es garantizar el derecho a la educación. En este contexto, se profundizan las desigualdades ya que la realidad de cada hogar es muy distinta en cada rincón del país. Todos estamos de acuerdo que es momento de evaluar pero no de calificar”, dijo Trotta.
La encuesta que llevará adelante la Secretaría de Evaluación e Información Educativa del ministerio nacional comenzará el 26 de mayo. “Tenemos la responsabilidad de brindar insumos y evidencias para tomar decisiones con información fehaciente. Por eso, esta encuesta, que recibe el nombre de Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica, nos permitirá medir los procesos que estamos llevando adelante”, agregó.
Serán 5 mil escuelas de entre las 52 mil de educación obligatoria que hay en el país -estatales y privadas, urbanas y rurales- y otros tantos directivos, más 25 mil docentes, responderán en forma anónima. Los hogares serán consultados a través de encuestas telefónicas. Esta línea será desarrollada en colaboración con Unicef para las posibilidades de interacción y de desarrollo de actividades educativas en casa.
También se realizará un relevamiento y un análisis de la matrícula escolar previa y posterior a la suspensión de clases presenciales para diseñar estrategias que colaboren con la reducción del abandono escolar.
Por último, se convino comenzar a confeccionar los protocolos para el regreso a las aulas cuando el Comité de expertos en salud lo disponga, teniendo en cuenta la readecuación de la infraestructura escolar y considerando la experiencia que están empezando a transitar los países europeos.