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Octavio Majul: “Mi papá era progre y militaba en el Partido Comunista”

El politólogo, doctor en Ciencias Sociales, músico y panelista de Vorterix participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Comunicación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA). Las diferencias y la distancia con su padre, el periodista Luis Majul.

Octavio Majul
Ciclo de Entrevistas Educación Perfil | Valentina Bustos / Cedoc Perfil

Octavio Majul participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) del Grupo Perfil, en la que reflexionó sobre el cambio ideológico de su padre, el periodista Luis Majul. “Mi papá era progre y militaba en el Partido Comunista”, opinó.

El politólogo, doctor en Ciencias Sociales, músico y panelista en Vorterix también analizó el rol de LN+ como un sostén para la presidencia de Javier Milei. “Creo que mi papá está en un momento en el que no puede salir de su burbuja y ver los efectos públicos de su posición. LN+ tuvo un rol muy fuerte en la legitimización de Milei como opción viable política. Nadie del establishment hablaba de Milei como una opción viable. Pero cuando quedaron Massa y Milei para el ballotage, entonces Bullrich y Petri se fueron con La Libertad Avanza y ahí, claramente, hubo una decisión de Macri y de LN+ de acompañar a Milei. Mi viejo tomó una decisión y creo que debería reconocer que su posición tuvo efectos sobre los demás”, aseguró Majul en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación y vicerrector de USBA.

¿Cómo es ser el hijo de Luis Majul?

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—Esto que se ve, es el hijo de Luis Majul. Es algo que fui entendiendo con el tiempo. El aprendizaje de algo, que es muy importante en la vida, es saber que el nombre no le pertenece a uno. Octavio soy yo, y todo lo que hago yo, y lo que ven los otros de mí. Uno no puede hacerse cargo de la mirada del otro. No controlo mi vida. Mi nombre ya no es mío. Esta época en donde no hay intimidad, uno está en la vista de los demás, en redes sociales. Mi papá hace más de veinte años que ocupa una posición en la cultura nacional, él ya no es dueño de sí mismo y yo menos todavía.

En una entrevista usted declaró que es hijo de las contradicciones de su padre. ¿Podría expandir un poco este concepto?

Tiene que ver con cómo la materialidad de mi viejo fue cambiando. Me crié en una casa en la que se escuchaba a Fito Páez, a Charly García, a Spinetta. Se leían libros progresistas. A los 24 años, mi papá era progre y militaba en el Partido Comunista con (Alfredo) Leuco. Y a los 28 años escribió ¿Por qué cayó Alfonsín? Por más que trate de escapar de compararme con mi viejo, me veo a mi edad, como era mi viejo. A los 30, mi papá ya había publicado dos libros importantes y era un periodista progre que criticaba al menemismo y a los poderes económicos del menemismo. Yo mamé esa cultura. Me juntaba a comer con escritores y gente de la cultura que venía a mi casa. Crecí en San Telmo. En cambio, mi vieja es más aristocrática. Cuando crecí, mis padres intentaron que no me críe en una burbuja. Querían que estudie en una universidad privada, pero yo fui a la UBA y mis amigos son de la UBA, porque estudié ahí. Más tarde, de San Telmo nos mudamos a Recoleta y luego mis padres se fueron más al norte. Por eso digo que soy hijo de las contradicciones de mi padre. Yo supongo que mi papá, algún día a la noche se preguntará qué paso y debe tener sus respuestas.

—¿A qué cree que se debe el cambio en la ideología de tu padre?

—Lo vemos a diario en su programa, que se sabe que es partidario del gobierno actual. Mi viejo es periodista y productor, trabaja 24/7. Es de una generación que no puede dejar de trabajar, que no puede quedarse tranquila, ni en las vacaciones dejaba de trabajar. Eso implica prescindir del debate y la lectura de ideas. Creo que eso te lleva a desmerecer fenómenos políticos y perder criterio político. Yo creo que mi viejo prescindió de las ideas. El problema no son las ideas en sí mismas, sino que a partir de eso, uno lee la realidad.

—¿Cómo fue el proceso de distanciamiento con su padre y cómo ha afectado eso a su relación?

Fue gradual. Cada vez creo que las ideas importan menos y eso es una lástima porque yo soy idealista. Mi viejo es un empresario, tiene una productora, empleados y se acostumbró a un nivel de vida, propio de los años noventa, cuando se produjo un proceso de concentración de la industria mediática. Hizo mucha plata y se acostumbró a vivir como en un sueño. Iba a Aruba, cuando más de la mitad de la gente no podía viajar. Hay una cuestión ahí de mi viejo con el antikirchnerismo, que va a tener que explicar en algún momento.

—¿Por qué dice que su padre va a tener que explicar su antikirchnerismo?

Es algo muy personal y depende de él. Mi viejo se crió en una clase baja de Villa Crespo, en un mundo patoteril, en donde había diferencias que se resolvían a las piñas. Yo pienso que el camino es de las ideas a las personas y no al revés.

Octavio Majul
Octavio Majul en el Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA),

—¿Qué piensa de los ensobrados en el periodismo?

—Si traigo la idea del ensobrado, sería justamente para sacarla. Para mi hay que posponer hasta la última instancia la idea de que alguien hace algo solo por interés o solo por guita. Con el kirchnerismo se decía que detrás había una familia que quería ganar plata. Del macrismo se decía que eran los empresarios que querían hacer negocio. Pero en ambos casos, hay una intención de bajarle precio a las ideas u otras cosas que se ponen en juego. Ojalá el problema fuese que hay un sobre que hace opinar a una persona A, B o C. Pospondría hasta el último sentido la idea de que los periodistas hacen algo solo por guita y que los políticos estén envueltos en esto. Ni Macri, ni Cristina, ni nadie. O quizá soy un idealista. No soy un periodista no me interesa ser periodista, aunque en el último tiempo he coqueteado algo con eso para poder ganar plata, que tampoco ha sido mucha.

¿Está en contacto con su padre?

—En el último tiempo hemos perdido bastante el contacto, me he puesto muy hostil. No tengo tiempo, estoy cansado y trabajando, como para lidiar con las diferencias. Creo que mi papá está en un momento en el que no puede salir de su burbuja y ver los efectos públicos de su posición. LN+ tuvo un rol muy fuerte en la legitimización de Milei como opción viable política. Nadie del establishment hablaba de Milei como una opción viable. Pero cuando quedaron Massa y Milei para el ballotage, entonces Bullrich y Petri se fueron con La Libertad Avanza y ahí, claramente, hubo una decisión de Macri y de LN+ de acompañar a Milei. Mi viejo tomó una decisión y creo que debería reconocer que su posición tuvo efectos sobre los demás.

—Usted ha sido becario del Conicet. ¿Cuál es su opinión sobre el recorte en la ciencia y el ajuste en el Conicet?

Me cuesta casi argumentar porque es una obviedad absoluta. El Conicet está muy bien rankeado en medio de organismos internacionales de todo el mundo. He conocido la ciencia por dentro, he hablado con colegas europeos y estadounidenses, y ellos no pueden creer la pujanza y el vigor que tiene el sistema científico argentino. Pero ahora se están regalando recursos y no hay un interés científico por parte del gobierno de Milei de promover una política científica. Lo están destruyendo como pasa con Correo Argentino, que tiene un sistema de infraestructura armado a nivel nacional que no tiene ninguna empresa de Comunicaciones

—¿Por qué está usando una camisa de Correo Argentino?

—Porque soy músico y tengo una banda que se llama “Correo Argentino”. Estoy en dos proyectos: uno se llama “Fonso y las Paritarias” con quienes presentamos un disco que se llama “Día del Trabajador”. Y el otro se llama “Correo Argentino”, que está recién empezando. Por eso es lamentable que ahora Correo Argentino esté en camino de la privatización. Ya han llegado este año muchos telegramas de despido, más que nada en pequeñas sucursales donde había quizá un trabajador en el medio de un pueblo, porque obviamente no es rentable tener un servicio postal ahí. Pero a nadie le importa qué pasará con la comunicación para esas personas.

—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de la USBA y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final

—El Diario Perfil es el que más me interesa, por la línea que tiene Jorge Fontevecchia. Es la pretensión de objetividad que no abunda en los medios. Es un diario que consulto. Por eso, me parece muy interesante que estén acá formándose. Hace treinta años el periodismo no se estudiaba y hoy hay una Universidad. Eso, por un lado, les aliviana el camino, pero no olviden hacer una búsqueda personal absoluta. Es muy lindo formarse, someterse a la autoridad del maestro. Pero no pospongan la búsqueda individual de qué quieren hacer, cómo lo quieren hacer. Arriésguense al hacerlo y buena suerte.

Marcos Pintos y Tamara Zanotti
Estudiantes de la Facultad de Comunicación

Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA)