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Luis D'Elía: “Manes presidente y Ferraresi gobernador”

El dirigente social participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA). El futuro de Cristina, Massa y Kicillof. Y las diferencias con La Cámpora.

Luis D'Elía en el Ciclo de Entrevistas de la USBA
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Luis D'Elía participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y la Universidad del Salvador (USAL), en la que anticipó una amplia alianza política entre radicales y peronistas para enfrentar a los libertarios. “A la sociedad post Milei, que estará muy golpeada, habrá que ofrecerle los mejores cuadros y las mejores síntesis: Manes presidente y Ferraresi gobernador”, aseguró.

El dirigente social también también fue muy crítico de Cristina Kirchner y Máximo Kirchner, al responsabilizarlos por los fracasos electorales del peronismo. “El principal error de Máximo y de su mamá es el siguiente: cuando falleció Néstor Kirchner, el 27 de octubre del 2010, inmediatamente ellos dos arrasaron con la transversalidad kirchnerista y Máximo colocó a su grupito, que es La Cámpora. Así nos fue: seis derrotas casi al hilo. Creo que él tiene un lugar, pero no sé si el lugar de jefe”, sostuvo D'Elia en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación y vicerrector de USBA.

—Usted propone desde sus redes sociales una amplia alianza política que impulse a Facundo Manes como candidato a presidente  y Jorge Ferraresi para disputar la gobernación de provincia de Buenos Aires. ¿Por qué?

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—Creo que se termina una etapa en la Argentina porque hay que barajar y dar de nuevo, avanzando hacia una síntesis social que nos permita recrear modelos. Entre Manes y Ferraresi existe un común denominador filosófico: el nacionalismo popular democrático, donde, de alguna manera, se unen el alfonsinismo y el peronismo. A la sociedad post Milei, que estará muy golpeada, habrá que ofrecerle los mejores cuadros y las mejores síntesis: Manes presidente y Ferraresi gobernador.

—¿Con esa fórmula, el peronismo se acerca a las ideas de Juntos por el Cambio y de la Unión Cívica Radical?

—Son cosas distintas. El primer peronismo, el de Perón-Quijano, fue una mezcla de peronistas e yrigoyenistas. Ahora hace falta una síntesis de esa naturaleza. Por ejemplo, Manes se abstuvo de votar la Ley Bases y votó en contra de todos sus artículos. Un voto muy parecido al que hicieron todos los peronistas.

—¿Qué piensa de los que sostienen que Cristina Kirchner debería dar un paso al costado?

Estaría bien. Ella se merece una salida para la historia. Se trata de una mujer que le aportó mucho al país. Cristina merece una salida ligada a pensar la Argentina que viene, en lugar de dirigir el Estado o la política en el futuro inmediato. La imagino más como una pensadora que como una gobernante.

—¿Qué opina respecto de que Axel Kicillof pueda encarnar una renovación dentro del peronismo?

Kicillof es, quizás, el mejor candidato que existe para enfrentar lo que viene. Pero si Cristina designa a Máximo como jefe del peronismo, si la candidata a gobernadora es Mayra Mendoza y si las listas están abarrotadas de camporistas, estaremos construyendo la sexta derrota de Cristina. No basta con Kicillof. Si no se reconstruye la transversalidad poli color que tuvo el kirchnerismo fundacional. no alcanza. A mi me gusta hablar de kirchnerismo, porque el peronismo es otra cosa. Néstor Kirchner no quiso nunca ser jefe del PJ. Confundir PJ con peronismo, además, es otra confusión compleja. El peronismo es un movimiento que tiene como protagonista a la clase trabajadora argentina y que necesita ser ampliamente representado. .

Luis D'Elía en el Ciclo de Entrevistas de la USBA
Luis D'Elia en el Ciclo de Entrevistas de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA).

—¿Por qué Máximo Kirchner no sería un buen conductor del peronismo?

Creo que le falta volumen, densidad que aporta la historia. Cuando fui diputado, al lado mío se sentaba Ricardito Alfonsín. En el radicalismo no había una consideración especial hacia él por ser el hijo de Raúl Alfonsín. Eso mismo hay que aplicarlo en el peronismo. No se puede llegar a hegemonizar lugares por ser el hijo de. Hay que construir una historia y un bagaje. El principal error de Máximo y de su mamá es el siguiente: cuando falleció Néstor Kirchner, el 27 de octubre del 2010, inmediatamente ellos dos arrasaron con la transversalidad kirchnerista y Máximo colocó a su grupito, que es La Cámpora. Así nos fue: seis derrotas casi al hilo. Creo que él tiene un lugar, pero no sé si el lugar de jefe.

—¿Qué opinión tiene sobre la disputa pública, que incluyó insultos, entre Mayra Mendoza y Ferraresi?

—Mayra Mendoza tiene una interna muy fuerte con Ferraresi. Ferraresi es un tipo muy preparado y que ha dado muestras claras de cómo conducir un distrito en momentos muy complejos. También pienso que le permitiría al kirchnerismo retomar las banderas iniciales de la transversalidad política. Jorge es garantía de transversalidad mientras que Mayra es solo La Cámpora.

—¿Sergio Massa no está preparado para conducir?

Si me das a elegir entre Massa y Milei, lo elijo a Massa. Pero tampoco es lo que a mí me seduzca. Lo que pasa es que en el horizonte hay otra gente. Después de semejante dislate psiquiátrico quizás necesitemos un neurólogo que nos arregle un poco nuestras conexiones con la vida y con la historia. De verdad creo que Manes y Ferraresi pueden hacer un gran aporte.

—¿Qué piensa de los que cuestionan a los “gerenciadores de la pobreza”?

—Te agradezco la pregunta. Con el advenimiento del macrismo hubo quienes pactaron con el gobierno, como Pérsico y Grabois, y los que no pactamos. Los que no pactamos fuimos a la cárcel. Es más, en el cable de WikiLeaks 1222, punto 4.C, la ex embajadora norteamericana Vilma del Socorro Martínez le comunica a Washington que le pidió a Macri mi detención. Milagro Sala, Luis D´Elía, Fernando Esteche, Christian Miño, a éste último le demolieron todas las cooperativas, nos fue muy mal en ese sentido. Fue plata o plomo. A los que nos metieron plomo terminamos en la cárcel, mientras que a Grabois y a Pérsico les dieron 500 mil planes. Macri eligió corromperlos y Milei elige reprimirlos. Dos caras de la misma moneda. Es bueno preguntarse por qué el 90% de 1,3 millones de beneficiarios de planes sociales votó a Milei. Esto sucedió porque Grabois y Pérsico han organizado el saqueo de los sectores más empobrecidos. Cualquiera sabe que en esas organizaciones cobran 3.000 pesos por estar de alta y penalidades por no movilizarse. Son denuncias que yo he dicho, tanto en los canales de televisión como en la cara. Eso nada tiene que ver con el genuino derecho de los pobres a organizarse. Hoy tendríamos que tener una ley en el Congreso Nacional que habilite a los beneficiarios de los planes sociales a organizarse y a tener reglas de juego absolutamente claras. Lamentablemente, estas personas han contribuido a hacer muchísimo daño en la administración de las políticas sociales. Incluso recuerdo a Grabois siendo el vocero social de Carolina Stanley, y que tenía designado como secretario en su cooperativa a Pepín Rodríguez Simón. Se puede encontrar en cualquier medio la fotografía de Grabois abrazado con Pepín.

—¿La sanción de la ley de Salario Social Complementario fue un error?

—Las leyes no son errores, sino avances. El problema es quién y cómo las administran. Es un verdadero desastre. Creo que hay una práctica que se ha instalado y es un asco: cobrarle a un pobre 10 mi pesos por mantener de alta el plan cuyo monto es 70 mil pesos es un mamarracho. Uno no debe ser cómplice de esas cosas. Lo digo en todas las asambleas de mi organización: si engancho a alguien haciendo cosas raras, somos nosotros mismos quiénes le hacemos la denuncia penal. No permitimos esas cosas.

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—¿La llegada al poder de un outsider como Milei, obedece a que el gobierno de Alberto Fernández no cumplió con las expectativas?

—Sí y no. Debemos mirarnos al espejo de la historia y ser profundamente autocríticos. A Alberto Fernández yo no lo hubiese puesto nunca de candidato a presidente. Nunca. Hemos sido adversarios. Teníamos confrontaciones permanentes, pero ahora salgo en su defensa. Le tocó soportar el endeudamiento más grande de la historia argentina, dejado por Macri y Caputo. También la epidemia más grande de nuestra historia, donde el tipo hizo cosas heroicas, como por ejemplo pagarle los salarios a todas las empresas privadas del país durante un año y medio para que no murieran. Tuvo la peor sequía en cien años. Además, consiguió 120 millones de vacunas. Y encima Cristina Fernández de Kirchner estuvo sacándole cartas cada dos meses para desprestigiarlo y ponerle trabas. Desde el punto de vista de una profunda honestidad intelectual quiero decir eso: la que más errores cometió fue Cristina. Y cuando venían controlando la inflación e íbamos a llegar a aquel agosto con un 3% lo echa a Guzmán y nos mete a Massa, a quien incluso transforma en candidato en una híper que todavía no paró, una híper que ella generó. Sí, hubo errores terribles, pero los más grandes los cometió Cristina, y no Alberto.

—¿Qué opinión le merece el alineamiento político de Javier Milei con Israel y, específicamente, con el primer ministro Benjamín Netanyahu?

Milei se ha confesado abiertamente sionista, movimiento que está en crisis en el propio Estado de Israel. En la actualidad, la mayor parte del pueblo judío está en contra del sionismo. Hablamos de un sionismo que ha traído violencia y que es socio de los grupos buitres financieros, los que representan un modelo de humanidad que no comparto. En el sionismo están pensando en un futuro sin repúblicas democráticas, ni Estados-nación, donde los cien grupos más poderosos del planeta manejen los destinos de la humanidad. Esto choca hasta con la concepción de las derechas conservadoras. Lo que está haciendo Javier Milei es muy peligroso.

—¿Qué opina del ataque de Hamás, en el cual asesinó y secuestró a civiles?

Me pareció mal. Pero hay que contar qué pasó y decirle la verdad al público de Occidente. Durante seis meses, Netanyahu quiso encarar dos reformas en Israel: una laboral y otra más amplia. Ambas encontraron una fortísima resistencia por parte del pueblo judío. Entonces, como buen fascista que es, decidió cambiar el eje de la discusión. Durante seis meses no permitió que a Gaza ingresara agua ni alimentos y en distintos incidentes murieron más de 160 palestinos. Eso generó una reacción injustificada, porque la reacción contra población civil siempre es injustificada. Pero hay que explicarla bien. Hamás es un movimiento de resistencia palestino sunita ayudado por los shiitas. Eso es interesante, y también lo es observar que todos los países musulmanes, ya sea árabes o persas, están unidos en una misma mirada política.

—Hace pocos días se conoció un informe reservado de la justicia argentina donde se acusa a Irán sobre el atentado a la AMIA. ¿Qué opinión tiene al respecto?

Es un mamarracho total. Hablamos del informe de Miguel Ángel Toma, un ministro que se fue del gobierno menemista en medio de durísimas acusaciones. Se trata de un informe basado en reportes de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y el Mossad, parte interesada y que están en guerra con Irán. ¿Vamos a creer que ese informe nos va a llevar a la verdad? Es un mamarracho. Hace pocos días estuve en Irán. Tuve la deferencia de que el ejército iraní me llevara hasta una planta misilística donde pude sacarme abundante cantidad de fotografías con los misiles. También pude conversar mucho. Cuando existe un crimen o un atentado terrorista en este caso hay que reparar en cuál es su móvil, la razón por la que se comete. En la década del ochenta, Estado Unidos le impuso a Irán la guerra con la Irak de Sadam Husein. Y la Argentina de Raúl Ricardo Alfonsín le mandó nueve buques con armas medianas y livianas a Irán, por eso, buena parte del ejército iraní tenía fusiles FAL argentinos. Por lo tanto, lo único que tienen los iraníes para con los argentinos es agradecimiento. Es más, así como en Teherán existe una plaza llamada “Argentina”, al canciller iraní le recomendé que haya una avenida llamada “Raúl Ricardo Alfonsín”. Con ese razonamiento, yo me decía, ¿cómo Irán va a venir cuatro o cinco años después a hacer un atentado en un país que lo ayudó militarmente a enfrentarse contra Irak, donde Irán perdió a 300 mil iraníes? No quiero que me mientan. Estoy absolutamente seguro de que Irán no participó de estos atentados, y tengo un aliciente de conciencia: hace unos años, antes de morir, Carlos Escudé, un judío muy considerado en la derecha argentina, escribió un libro titulado Luis D´Elía tenía razón. En la presentación que hicimos de ese libro estuvo conmigo Sergio Burstein, quien dijo en ese momento que no hay una sola prueba contra Irán, más allá de la mentira de la CIA y del Mossad.

—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas de estudiantes de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final.

—Estoy muy preocupado por el futuro de la humanidad. Coincido con lo que dijo Donald Trump, nunca pensé que podría coincidir con él, pero le dijo a Francia, a Alemania, a Israel y a la OTAN que paren con las provocaciones y con la provisión de armamento que lastime profundamente a Rusia, porque eso va a generar una respuesta atómica en Ucrania o en Polonia. Y no sabemos cómo puede terminar. Trump les agregó que si llega a ser presidente de los Estados Unidos, en esa circunstancia no lo vean como un amigo. Todos deberíamos laburar por la paz, porque nadie sabe cómo terminaría un enfrentamiento atómico.

Fermín Pérez Testa, Alejandro Ezequiel Castriota y Alex Sosa
Estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación

Universidad del Sur de Buenos Aires