EDUCACIóN
Innovación y aprendizaje

La integración de tecnología de avanzada en la educación secundaria

Las escuelas se reinventan en la era digital. A los contenidos tradicionales se suman la programación, la robótica, la inteligencia artificial y el aprendizaje automatizado. El desafío de formar estudiantes para un futuro dominado por los adelantos tecnológicos y la conectividad global.

Escuela Nacional de Técnica Philips
Las nuevas generaciones de estudiantes aprenden con tecnología que se incorpora al aula. | Escuela Philips

El futuro ya llegó. Y es algo que se comprueba, especialmente, en la educación moderna. Ocurre que las nuevas generaciones de estudiantes se ven estimuladas desde edades muy tempranas con incentivos tecnológicos, por lo que la escuela está obligada a aggiornarse. En ese contexto, algunas escuelas técnicas tradicionales han atravesado una profunda transformación en los últimos años para alinearse con las demandas de la era digital.

De una enseñanza centrada en métodos convencionales, las más pujantes escuelas del nivel secundario han pasado a incorporar en sus planes pedagógicos un abanico de herramientas tecnológicas de vanguardia, que van desde la realidad aumentada a la programación, y de la robótica a la inteligencia artificial y al aprendizaje automatizado. El objetivo es preparar a los estudiantes para un futuro dominado por la innovación y la conectividad global.

La Escuela Philips, con más de siete décadas de excelencia académica, está a la vanguardia de esta transformación. Ya que se destaca por su capacidad de adaptación, actualizando sus pedagogías, recursos y programas de estudio para ofrecer a sus alumnos una formación académica sólida que les permita integrarse tanto en el mundo universitario como en el laboral.

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Todo este proceso educativo de primer nivel se completa, además, con un plan bilingüe que les permite a los estudiantes acceder en el idioma inglés a todos los avances en la información científica y tecnológica, que circula en los ámbitos de investigación, mucho antes de que pueda ser accesible en su traducción al español.

Algunas secundarias incorporaron realidad aumentada, robótica, inteligencia artificial y aprendizaje automatizado a sus planes de estudio.

“La incorporación de tecnologías de innovación responde no solo a la creciente demanda de profesionales con conocimientos avanzados, sino también a la necesidad de preparar a los estudiantes para un mercado laboral en constante evolución. Estas competencias son altamente valoradas en diversas industrias, desde la manufactura hasta la informática”, advierte Alberto Luis De Luca, rector de la Escuela Philips.

—¿Cómo identifican las competencias que sus egresados deben alcanzar en su formación académica?

—Desde hace ya bastantes años, nuestro desafío es estar en contacto con firmas de primera línea, estableciendo alianzas con importantes empresas y universidades. Estos convenios nos permiten ofrecer clases especiales, programas de becas y prácticas profesionalizantes, donde los alumnos obtienen una visión amplia y real del entorno profesional, fortalecen sus conocimientos para poder aplicarlos luego en diferentes contextos académicos y laborales del mañana. De esta manera, no solo capacitamos a nuestros egresados, sino que obtenemos un fundamental feedback constante en la identificación de nuevas necesidades por parte del mercado laboral.

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Alberto Luis De Luca, rector de la Escuela Philips, destaca la importancia de sumar tecnología a la educación.

—¿Cómo se reflejan estas reformas de modernización en las instalaciones de la escuela?

—Nuestras instalaciones están diseñadas para fomentar tanto el trabajo individual como el colaborativo. Contamos con aulas equipadas con pantallas táctiles para el desarrollo de recursos digitales, simuladores y clases online. Nuestros talleres  cuentan con la maquinaria utilizada tradicionalmente en la enseñanza técnica y hemos incorporado equipamiento de innovación a control numérico, como fresadoras, tornos y tableros. También disponemos de un laboratorio de robótica con impresoras 3D y kits para el desarrollo de inteligencia artificial aplicada, entre otros. Por último, me gustaría destacar algo que nos genera mucha satisfacción y orgullo, y me refiero al programa educativo que nos permitió adaptar e intervenir con sensores a nuestro propio vehículo eléctrico.

Escuela Philips
Un plan educativo permitió adaptar e intervenir con sensores al vehículo eléctrico de la Escuela Philips.

¿Cómo analiza la incorporación de mujeres en este tipo de escuelas?

—La inclusión de mujeres en áreas tradicionalmente dominadas por hombres ha sido un desafío constante. Sin embargo, hoy estamos frente a un escenario prometedor con una nueva generación de líderes femeninas en campos de lo que se denomina como Science, Technology, Engineering and Mathematics (STEM). En ese sentido, nosotros fomentamos permanentemente la participación activa de las alumnas en disciplinas como programación, robótica e inteligencia artificial aplicada, además de proyectos tecnológicos que benefician a la comunidad. De esa forma, ofrecemos talleres prácticos, concursos y olimpiadas, creando un ambiente inclusivo y equitativo donde todas las estudiantes puedan explorar su potencial y desarrollarlo.

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La importancia de fomentar activamente la participación de alumnas que quieran desarrollar su aptitud por la tecnología.

¿Qué impacto tiene este enfoque inclusivo y tecnológico en la sociedad?

—Estos esfuerzos no solo benefician a las estudiantes individualmente, sino que también contribuyen al crecimiento y la innovación de la sociedad en su conjunto. Con la creciente demanda de profesionales en STEM, asegurar la participación activa de las mujeres es esencial para el progreso económico y social. Es por eso que nuestros estudiantes no solo adquieren formación en ciencia, tecnología y habilidades blandas, sino que se convierten en agentes de cambio dentro de la comunidad, promoviendo la diversidad y la equidad en el campo tecnológico.

¿Cuáles son los desafíos y logros más significativos que usted quiera destacar de la Escuela Philips?

—Uno de los mayores desafíos ha sido el costo y la implementación de la infraestructura tecnológica en el país, donde muchas veces todo se hace cuesta arriba. Sin embargo, nuestros logros son prueba de nuestro compromiso y capacidad de adaptarnos. Hemos visto un incremento en la motivación y participación de los estudiantes, y estamos formando jóvenes que no solo están preparados para los retos actuales, sino que también están listos para liderar la transformación en sus campos profesionales. Es un proceso que nosotros llamamos carreras del futuro. Y es nuestro objetivo más importante.
 


Se trata, sin dudas, del desafío de fomentar y estimular las capacidades de los nuevos estudiantes, pensando hoy en el mundo profesional del mañana. “En un entorno donde la tecnología y la diversidad son claves, la capacidad de adaptación y la visión inclusiva de nuestra institución marcan la diferencia —concluye De Luca—. Es por esa razón que la transformación de las escuelas tradicionales, como es el caso de la Escuela Philips, no solo obedece a un cambio en el diseño curricular, sino a una verdadera revolución en la forma en la que debe ser entendida la educación, para poder formar a nuestros jóvenes pensando en los próximos desafíos globales.