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Gustavo Córdoba: “La recuperación de Milei es una propaganda del Gobierno”

El consultor y analista participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA). La imagen de Milei. La tensión con Victoria Villaruel. Y el regreso de Cristina Kirchner.

Gustavo Córdoba: "La recuperación de Milei, es una campaña de gobierno"
Gustavo Córdoba: "La recuperación de Milei, es una campaña de gobierno" | CEDOC

Gustavo Córdoba participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y la Universidad del Salvador (USAL), en el que analizó la evolución positiva del gobierno de Javier Milei en los primeros diez meses de su mandato. “ La recuperación de Milei es una propaganda del Gobierno, que está en campaña electoral para el año próximo, más que un registro cabal de la opinión pública”, subrayó.

El analista político y director de la consultora Zuban-Córcoba también analizó la relación del Presidente con la vicepresidenta. Creo que Villarruel está atada de manera inexorable a la suerte política que corre Milei. Si en un futuro la economía y la política le permiten a Milei presentarse a una eventual reelección, es altamente probable que Villarruel termine siendo su compañera de fórmula o lo sea la hermana de Milei”, agregó Córdoba en el Ciclo de Entrevistas coordinado por Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación y rector de USBA.

Algunos encuestadores dicen que Javier Milei ha recuperado los puntos de imagen positiva que cayeron en septiembre y en octubre. ¿Esto es así?

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—Es muy difícil en la opinión pública ver caídas o recuperaciones, desastrosas o milagrosas de un mes para otro. No existe. Por lo general, se dan caídas o subidas casi marginales en términos estadísticos. Sería entre el 0.5% y 1.5%, como máximo. La recuperación de Milei es una propaganda del Gobierno, que está en campaña electoral para el año próximo, más que un registro cabal de la opinión pública. Lo que sí verificamos en la encuesta de septiembre es que este Gobierno es una constante fábrica de fake news. Tomamos como punto de partida un reportaje que Javier Milei le concede al periodista Luis Majul, y sobre ese reportaje obtuvimos 12 textuales. Les preguntamos a la gente si esas 12 frases eran mentiras o eran verdad y fueron catalogadas de mentiras, desde el 56% al 76%.

—Un estudio de su consultora muestra el aumento de la violencia política desde que asumió Milei. ¿Qué opina al respecto?

—Creo que lo que estamos viendo hoy, con mucha crudeza incluso, es la eterna discusión de formas y fondos. Para mí, éste es un gobierno neofascista. Neo, porque utiliza las nuevas tecnologías, las redes sociales como plataforma de propagación, de su contenido y su mensaje político. Y fascista porque eventualmente el fascismo ganó elecciones y después terminó, como sabemos que terminó todo el fascismo, en guerras o en procesos muy traumáticos. Este Gobierno pretende, de algún modo, que no tengamos acceso a la información pública o de las cosas que se hace dentro del gobierno, sobreestimar la capacidad de liderazgo del presidente y subestimar el peso relativo del Congreso.

Gustavo Córdoba:
Gustavo Córdoba participó del Ciclo de Entrevistas con estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación de USBA.

¿Cómo afecta la imagen de Milei el conflicto con Aerolíneas Argentinas y con las universidades públicas? 

Lo afecta poco. Tiene un desgaste por la gestión y por los resultados, y creo que en ese punto es fiel a sí mismo. No quiere recuperar Aerolíneas y no quiere mejorar la línea de bandera, pero lo que quiere es sacarla de la órbita del Estado. Confesó que él era un topo que venía a destruir el Estado argentino y creo que eso va en línea incluso con el tema de las universidades públicas. No importa si las universidades funcionan bien o mal, si son un motivo de orgullo y de movilidad social ascendente en Argentina. Lo que importa es sacar del Estado la mayor cantidad de cosas posibles y creo que Aerolíneas Argentinas cumple ese requisito. Creo que el desgaste viene porque mucha gente, sobre todo del interior, observa que va a quedar un país totalmente incomunicado. La anterior privatización de Aerolíneas nos privó a los argentinos de poder movilizarnos en el interior del país. El país no termina en Buenos Aires y es mucho más extenso y profundo. Creo que los que vivimos la anterior privatización, sabemos que los privados donde no hay una rentabilidad, es muy poco probable que pongan un avioncito para cubrir alguna frecuencia que tiene baja rentabilidad. 

—¿Ustedes observan la posibilidad de que se produzca un estallido social hacia fin de año? 

No lo veo así y aun produciéndose un desencanto muy grande con Milei de parte de su núcleo duro de votantes, no creo que tampoco esto tenga una traslación a una caída o interrupción abrupta de su gobierno. Creo que, desde ese punto de vista, la democracia aún con sus errores y falencias, y con su falta de generación de riqueza, tiene la virtud de saber integrar sectores de la anti política e incluso de la anti democracia. Hay que buscar como antecedentes cuando el comisario Pati fue electo como diputado nacional y luego fue intendente y concejal. Lo mismo Aldo Rico que fue intendente, diputado, ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, candidato a Presidente y candidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Lo que creo con esto es que no va a haber interrupción institucional y que la democracia en la Argentina tiene una estabilidad muy superior a lo que muchos creen. De hecho, hay elecciones periódicas que son irreprochables desde cualquier perspectiva. En las últimas cuatro elecciones, no hubo una sola denuncia de fraude posterior a la publicación de los resultados. Hemos tenido publicación de resultados a las pocas horas de cerrarse los comicios presidenciales. Hay mecanismos institucionales para remediar la inestabilidad del sistema democrático y eventualmente están las elecciones del año 2025, donde habrá que ver si la economía llega de buena manera, el gobierno tendrá una continuidad o un voto previo. En cambio, si la economía llega en recesión, posiblemente se vea un voto negativo. Todavía igual no se está en clima electoral, no hay candidatos y falta bastante para eso.

¿Cómo ve la relación entre la vicepresidenta Victoria Villarruel y el presidente Javier Milei? 

—Veo que hay una relación traumática como ha sido entre todos los presidentes y vicepresidentes de Argentina. Creo que hay un dilema en marcha con todos los esfuerzos que hacen por diferenciarse mutuamente. Ponen un empeño de no salir juntos en las fotos, no invitarse a reuniones o invitarse de una manera muy especial, y creo que son parte de la misma expresión política que los llevó al triunfo y a pesar del esfuerzo diferenciador, no van a lograr separar sus destinos políticos el uno del otro. Creo que Villarruel está atada de manera inexorable a la suerte política que corre Milei. Si en un futuro la economía y la política le permiten a Milei presentarse a una eventual reelección, es altamente probable que Villarruel termine siendo su compañera de fórmula o lo sea la hermana de Milei. Pero, eso es futurología. No creo que Victoria Villaruel tenga un destino político al margen de Milei. Le veo como un recorrido muy corto y no tiene prácticamente gran predicamento por fuera del voto libertario, más allá de algún coqueteo con un peronismo de derecha. Los antecedentes y los apoyos militares a Victoria Villarruel la limitan un poco. Lo único a favor que tiene Victoria Villarruel es que la sociedad argentina es muy conservadora y pragmática.

¿Cuánto podría incidir en la imagen del Gobierno, un escenario de polarización con una figura como la de Cristina Kirchner?

—El Gobierno no ha medido bien los tiempos de levantar a una figura de bastante centralidad como Cristina Fernández de Kirchner. Analizando uno de varios escenarios del gobierno, hay que ser extremo para ver esta situación del riesgo. Hay que imaginar cada uno de los gobernadores de la Argentina, pero fundamentalmente los de la región centro. Tenemos la provincia de Buenos Aires, donde hay que imaginarse uno de los peores escenarios para el gobierno actual si Cristina Kirchner gana las elecciones a diputada nacional el año próximo. ¿Qué gobernabilidad se le verá a Milei después de perder en algunas provincias de la región centro y Provincia de Buenos Aires con Cristina Fernández? Esto es un escenario de baja probabilidad, pero de ninguna manera se puede descartar qué tenga alguna chance de producirse. 

¿Qué temas pudieron detectar en las encuestas en los que se haya detectado un desgaste del kirchnerismo?

En todos los temas detectamos desgaste de imagen del kirchnerismo. Esta semana le comentaba a un colega con el cual estaba desayunando, que el factor común es la falta de consenso de las políticas en la orientación del Gobierno. Si uno mira de forma retrospectiva el gobierno del “Frente de Todos”, durante los últimos cuatro años, no había un mecanismo en la toma de decisiones que incluyera todos los sectores que lo integraban. Pensando en el futuro, en la región no hay una ola de centro derecha o de extrema derecha o de la derecha, sino que hay un enorme problema y crisis de los oficialismos que han perdido gobiernos de derecha y han perdido gobiernos de izquierda. Esto significa que en la región hay una alta frustración social por la falta de crecimiento y de generación de riqueza. Al mismo tiempo, otro dato es que en la mayoría de los países de la región han ganado elecciones partidos políticos nuevos o formaciones coalicionales nuevas. El salto de calidad lo tiene que dar la política tradicional porque Milei representó la bronca en estado puro y la sigue representando. La política está haciendo poco y nada para recuperar esa credibilidad perdida. Hay muchas peleas, muchas diferencias, se venden barato, todos piensan en su banca, en su espacio poder, ninguno tiene una mirada colectiva y se perdió la capacidad de proyectar intereses políticos.

—Agradecemos mucho tu participación en este Ciclo de Entrevistas con estudiantes de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y ke damos la posibilidad de cerrar con un comentario final. 

—Es importante empezar a vincular y pensar en la comunicación desde lugares más novedosos. Hoy se viven épocas en donde los medios de comunicación que antes eran dadores de reputación, hoy son objeto de reputación como la política, por ejemplo. Creo que ahí hay un cambio bastante notable porque no había una transformación en el sistema mediático y las redes sociales, y la fábrica constante de fake news, ha obligado a los especialistas a tener un ojo muy atento. Creo que es muy importante la formación continua, abrazar estas nuevas tecnologías y tratar de comprender porque ahí está todo el trabajo que queda para defender el sistema democrático. Sin un sistema independiente de prensa, creo que la democracia pierde mucho, y que estos sistemas de gobierno neofascista, lo primero que buscan es acallar las voces discretas. El periodismo político nunca es oficialista a pesar de que hoy se ve y muchos lo hacen. Creo en el laburo profesional y que la comunicación política debe profesionalizarse, así como el resto de las áreas. Es la única manera, haciendo las cosas como corresponde de cumplir nuestra misión. Yo no sería nada sin la democracia y me parece que los comunicadores tienen que tener esa motivación de la profesionalidad porque si no, no serían comunicadores y no serían honestos y fieles consigo mismos. Quiero agradecerles la posibilidad de pensar en voz alta con ustedes porque muchas veces estas cosas nos hacen refrescar de por qué hacemos el trabajo que hacemos.
 

Por Alejandro Castriota y Tamara Zanotti
Estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación 
Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y Universidad del Salvador (USAL)