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Aníbal Pachano: “Yo no tengo ganas de subsidiar una película de un gueto político"

El director teatral participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Comunicación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA). El cierre del Incaa. Su nuevo ciclo en Radio Nacional. Y la cultura bajo el gobierno de Milei.

Anibal Pachano
Anibal Pachano | Anibal Pachano

Aníbal Pachano participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) del Grupo Perfil, en la que se refirió al cierre del Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales (Incaa) y a los productores de cine que son financiados por el Estado. "Yo no quiero subsidiar películas que solo benefician un gueto político. Esto se detuvo. Y debería ser así para todos los artistas, sin importar su orientación política. Ha habido corrupción en la distribución de subsidios y algunos actores ahora trabajan en plataformas privadas", declaró.

El director teatral también habló sobre su nuevo ciclo en Radio Nacional, en medio de un fuerte ajuste del sistema de medios públicos realizado por el gobierno de Javier Milei. "No veo complicación alguna. Trabajo con una productora independiente y tengo una excelente relación con la dirección de la radio, especialmente con Héctor Caballero, quien está en un proceso de cambio y reestructuración. Las situaciones que ocurren son resultado de mandatos políticos anteriores", destacó Pachano en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

—Hace muy pocos días usted comenzó un ciclo en Radio Nacional, en medio de un fuerte ajuste en torno al sistema de medios públicos realizado por el gobierno de Javier Milei. ¿Cómo vive usted esta situación?

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No veo complicación alguna. Trabajo con una productora independiente y tengo una excelente relación con la dirección de la radio, especialmente con Héctor Caballero, quien está en un proceso de cambio y reestructuración. Las situaciones que ocurren son resultado de mandatos políticos anteriores. Los jóvenes deben entender que esto no es nuevo. Siempre ha sido así. Estoy en la radio haciendo cultura, arte y oficio, y al hablar del oficio, me refiero a cómo prepararse y generar trabajo en este medio, que nunca ha sido fácil. Soy una persona resiliente, que ha tenido que prepararse, estudiar y trabajar desde joven. Llegué a Buenos Aires con muy poco y me esforcé por estudiar, buscar becas y trabajar. Estudié en el Manuel Belgrano y luego en la universidad, armándome desde abajo. El oficio es buscar la manera más adecuada de trabajar y alcanzar objetivos. No se trata de política. El enfoque debe estar en el objetivo claro. Durante mis cuarenta años de carrera artística, nunca recibí subsidios; todo lo gané con trabajo. Fundé Botton Tap SRL y construí mi carrera individualmente. La única manera que conozco para desarrollarme es trabajar para lograr objetivos, sin importar el contexto político, que he vivido con diferentes partidos.

—Algunos artistas como Ricardo Darín han cuestionado el cierre del Incaa. ¿Usted qué opina?

—Hay que ver las cosas en su totalidad y no en parcialidad. Hablo como ciudadano y artista que no ha recibido subsidios, sino que ha financiado su carrera a base de esfuerzo y ha logrado construir una empresa teatral única y una carrera independiente. Todo lo que hago lo pago de mi bolsillo o con canjes, no con subsidios. Hay una realidad y es que no quiero financiar a ñoquis. No es cuestión de ser mileista, ni de apoyar a un determinado partido. Pero hay artistas que están trabajando y hay un teatro independiente fortalecido. Y si una obra no funciona, no es culpa del Estado, sino de la capacidad artística del creador. El marketing debe hacerse por cuenta propia, no es un subsidio. No hay dinero para mejorar las jubilaciones, algo que también ocurrió con gobiernos anteriores. Por eso, yo no quiero subsidiar películas que solo benefician un gueto político. Esto se detuvo. Y debería ser así para todos los artistas, sin importar su orientación política. Ha habido corrupción en la distribución de subsidios y algunos actores ahora trabajan en plataformas privadas. He aprendido a ser creativo y adaptarme a los tiempos, como lo hizo Bertuccelli al filmarse con su celular. En los años ochenta, el teatro y el espectáculo se desarrollaron en un contexto complejo, y los noventa vieron el surgimiento de nuevos talentos y cambios en la industria. Los medios han transformado el espectáculo en un negocio superficial y han desvirtuado el arte. Hoy, el teatro independiente y de élite sigue trabajando, pero no tiene la difusión masiva que debería tener. La comunicación y marketing han cambiado con las redes sociales, algo que los artistas deben aprender a manejar para promocionar su trabajo.

—¿Cómo ve los cambios en la sociedad argentina en relación al mundo del espectáculo?

—En todas las épocas tuvimos momentos de dificultad. Sobre todo para la gente que viene del interior a Buenos Aires. Porque Argentina no es federal, entonces hay momentos en los que cuesta mucho la llegada de artistas que vienen de otros lugares. Creo que ahora hay una mayor participación, o por lo menos, se están viendo en distintas provincias la posibilidad de gente joven haciendo obras o produciendo como se puede, en un momento en el que es difícil pero no imposible. Todas las épocas tuvieron sus problemáticas, yo tengo siete décadas, y esto se viene arrastrando de muchos años y creo que es un punto fundamental a mejorar, a cambiar. Yo no soy de los que creen que la cultura se terminó, creo que la cultura está siempre viva. Y está viva en cada una de las personas que busca participar y ser parte de este mundo del espectáculo. 

Anibal Pachano
 Anibal Pachano participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de la USBA.

—Usted ha producido una gran cantidad de obras de espectáculo realmente muy valiosas. ¿De qué proyecto se siente más orgulloso?

—Tengo varios orgullos. Primero, haber terminado el secundario y luego recibir el título de arquitecto con honores, a pesar de la época militar difícil en la que estudié. Empecé la universidad en 1973, durante el final del peronismo de Estela Martínez de Perón, y me gradué durante el período militar. Ambos períodos fueron complejos. Es importante recordar y entender cómo fue la secuencia de eventos para comprender nuestra adaptación y resiliencia. Mi generación ha mostrado resiliencia, aunque de diferentes maneras. La lucha por los derechos sexuales y personales no es reciente. Ha sido una constante a lo largo de los años. He aprendido mucho en esta lucha y creo que mantener un objetivo claro permite alcanzar metas. Venimos de una etapa complicada donde se vendió un paraíso inexistente, que solo fue real para unos pocos.

—¿Qué es lo más importante que tiene que tener en cuenta un artista?

Decir la verdad, ser auténtico. Sacándome todas las caretas posibles, que uno se pone o que la vida te va colocando, para poder mostrarte tal cual sos, con un libre pensamiento, esté quien esté al frente de un gobierno o de una situación empresarial. Siempre tuve la claridad de trabajar donde me gusta y donde se me recibe cordialmente. Tuve la suerte de que en todos los trabajos que tuve fui cumpliendo mis objetivos. Desde el primer trabajo que tuve, cuando llegué a Buenos Aires y fui cadete de una farmacia, luego en una tabacalera. Y más tarde con los arquitectos con los cuales trabajé durante toda la universidad. En todos esos trabajos fui cumpliendo los objetivos, poniéndome una meta. Se pueden lograr los objetivos de triunfar, de ser exitoso. Y si eso no se puede, es importante ver cómo te reciclás para volver a empezar.

—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final.

La vida hay que mirarla en positivo, que es la única manera de poder ser un resiliente de la vida y de la salud. Y cuando vos mirás siempre hacía adelante y con positividad tenés siempre esa resiliencia que se llama el para qué: ¿para qué estoy acá? ¿Para qué estoy haciendo lo que estoy pensando o lo que estoy queriendo hacer? Esa es la frase, el para qué, no el porqué. El porqué es quedarme pegado en otra historia, el para qué es el futuro. 

Por Edgardo Paredes, Paola Carrasco y Karina Gonella
Estudiantes de la Facultad de Comunicación
Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA)