ECONOMIA
PROYECTO PREMIUM

Un argentino que gana premios en Japón con el aceite de oliva y encontró su propio camino en el negocio familiar

Miguel Zuccardi está a cargo del proyecto de aceite de oliva de la reconocida bodega mendocina, analiza por qué eligió los monovarietales para iniciar el negocio hace 2 décadas, cómo es producir con los vaivenes económicos de la Argentina y a qué países mira para encaminarse a la excelencia.

Aceites Zuccardi
Aceites Zuccardi | Gtlza Prensa Aceites Zuccardi

El aceite de oliva tiene que ver con la cultura y con la historia de la Argentina, sobre todo por la inmigración de las primeras décadas del siglo pasado provenientes de España y de Italia. Esta inmigración trajo la costumbre del consumo de este aceite, al punto de que la Argentina, allá por la década del 30, sancionó su propia ley nacional para fomentar el cultivo y reemplazarlo por el que se importaba de países mediterráneos.

"En aquel momento era un consumo bastante importante, cercano, según importaciones, a los 4 litros por persona por año, aunque hoy el consumo es aproximadamente 10 veces menos", admite Miguel Zuccardi, uno de los herederos de la tradicional bodega mendocina que eligió el camino de la oliva antes que el de la vid y lidera esta rama de negocio. Arrancó hace 2 décadas, y si bien es un período breve para esta clase de emprendimientos, ya cosechó logros importantes, entre ellos el haber sido premiado por tercer año consecutivo en Japón en un certamen donde compiten más de 700 aceites de todo el mundo. 

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Volviendo al aceite de oliva y su estrepitosa caída del consumo en nuestro país, para Zuccardi no es sólo un tema de coyuntura de mercado y caída del poder adquisitivo. "En realidad eso tiene una razón, que fue una campaña difamatoria que tuvo un impacto muy fuerte en el consumo del aceite de oliva y que comenzó a partir del año 1960. En aquel momento se decía que este aceite elevaba el colesterol y muchos médicos no recomendaban su consumo". Y, esto que Zuccardi cataloga como "una campaña tendenciosa" en parte tuvo mucho que ver con una baja en el consumo. "De todos modos, hoy por hoy esto está totalmente desmentido y por el contrario la mayoría de las personas reconocen en el aceite de oliva la propiedad de saludable", explicó.

- ¿Por qué elegiste el aceite de oliva y trabajar con varietales?

- La verdad es que fue algo casual, Estaba comenzando la carrera de agronomía y en ese momento, a través de un aviso en un diario, comencé un curso de cata de aceite de oliva. Y la verdad es que este curso, en lo personal me permitió - a mis 18 años - descubrir mi vocación. En paralelo, nos dimos cuenta de que si bien la calidad potencial en nuestra región era muy alta, en el mercado no había una categoría premium de aceites de oliva. O sea que, en general, estábamos acostumbrados a aceites que no tenían las mejores prácticas y realmente nos pareció que era una actividad, que estaba atrasado, como le había pasado 40 años antes al vino. Entendimos que había una oportunidad de crear una categoría premium, y nos lanzamos a producir aceites monovarietales, porque la verdad que el mundo del aceite de oliva es muy amplio y el hecho de producir monovarietales permitía también mostrar perfiles diferentes. Esos fueron los inicios cuando lanzamos nuestra primer cosecha en el año 2004.

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- ¿Y ahora qué cantidad de varietales tienen?

- En realidad trabajamos con unas ocho variedades principales, la mayoría de las que se utilizan en la Argentina. Pero luego tenemos una colección de variedades que reúnen unas ochenta más,aAsí que en total estamos cerca de las noventa variedades. Para nosotros es un tema muy importante porque la varietalidad, o sea, las variedades, definen el piso cualitativo. Y hay una gran diversidad de variedades de olivos, cerca de mil quinientas en el mundo. 

Miguel Zuccardi

- ¿Por qué se definieron por los cultivos orgánicos?

- Las 300 hectáreas que están con producción de olivos son bajo certificación orgánica. Mendoza y todos los valles cordilleranos donde se cultivan olivos, son zonas desérticas, con una presión muy baja de plagas, por lo tanto, existe la posibilidad de trabajar de una forma muy natural. Y en nuestro caso las 300 hectáreas se encuentran bajo certificación orgánica, que más allá de un tema de mercado, es también la forma en la que nos gusta trabajar y sobre todo, pensar globalmente la empresa. En especial en nuestras actividades, que son de largo plazo. También pensamos de la misma manera en la vitivinicultura, con lo cual siempre que podamos trabajar de una forma más natural, más sostenible, es el camino que elegimos.

- ¿Cómo es ser emprendedor en Argentina?

- Nuestras actividades tienen -algo que es muy importante-, un sentido de largo plazo. Tanto en el vino como en el aceite, no vemos estos productos como un commodity, entendemos que son productos donde siempre hay una posibilidad el desarrollo de valor agregado y nos hemos enfocado desde el inicio de la empresa haciendo un camino siempre en la búsqueda de cada vez más calidad y de poder generar productos diferenciados, para poder dar valor a nuestras marcas. Trabajamos también enfocados (no tanto en el negocio del aceite de oliva, sino en el vino), en tener mercado externo y mercado interno en una forma balanceada, por las coyunturas económicas. Esto permite que, a veces, el mercado externo soporte un poco más la actividad y a veces haya épocas donde el mercado interno sea más fuerte. Pero de vuelta, para nosotros, en todo lo que hacemos, el sentido de largo plazo es fundamental. En el aceite de oliva, el negocio en general en Argentina es de exportación, donde hay una demanda de aceite de oliva granel. En general es un producto que se maneja bastante como un commodity, y bueno, siempre hay una posibilidad también de ir por ese camino, pero en nuestro caso, nuestro camino está ligado a generar valor agregado. Siempre pensamos que estamos en un desierto donde no es fácil producir, donde es un gran esfuerzo, y ha sido siempre el camino que hemos elegido y que vamos transitando.

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- ¿A qué países líderes en la producción de olivos quisieras parecerte?

- En lo que es nuestro proyecto y abocados al valor agregado, países como España, como Italia, son referentes que miramos. Son países que tienen una política muy definida en esto de generar valor y sostienen mucho sus agriculturas también a través de subsidios y de programas de promoción. Son países donde uno se refleja en este sentido, porque tienen una decisión de largo plazo, no de producir commodities, sino valor agregado en cada una de sus regiones. Entonces siempre es interesante mirarlos y luego, tener la posibilidad de llevar el aceite de oliva de Argentina al mundo. Es un desafío.

Un argentino que gana premios en Japón

Entre los reconocimientos que ha logrado hasta el momento cuenta en particular el haber conseguido un lugar destacadísimo en un concurso japonés.

"Nos ha sorprendido porque dentro de este concurso que se llama Olive Japan, hemos obtenido por tres años seguidos el premio en la categoría premier y eso nos posiciona como el premio a los ocho mejores aceites de cada año entre, aproximadamente, unos 700 aceites de todo el mundo", indicó Zuccardi. 

Además, mencionó que en este 2024 pudo viajar y recorrer Japón para asistir a recibir el premio y trabajar con su importadora. "Es un mercado muy interesante también con un sentido requerido de largo plazo donde estamos exportando aceite de oliva embotellado, de producción orgánica. Ha sido un reconocimiento importante para el posicionamiento de la región y también para poder poner en el mapa al aceite de oliva Argentina", aseguró el empresario.  

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