El dueño y CEO del Grupo Techint, Paolo Rocca, elogió el programa del gobierno de Javier Milei que "permitió reducir la inflación, la cancelación del déficit" fiscal y una "agenda de transformación profunda" del Estado nacional, aunque advirtió que "falta completar la apertura del mercado cambiario para atraer las inversiones". En medio de críticas al avace de la economía china, el poderoso empresario reclamó, además, un respaldo "contundente" para la producción industrial.
“Lo que está pasando en la Argentina es importante, porque muchos de los temas que estoy considerando como elementos que han frenado la economía, hoy están contrastando con este gobierno, Cancelación del déficit, una sustancial reducción de la complejidad de la regulación de la economía. En la agenda hay puntos de transformación muy profunda, con una agenda que fue planteada en campaña en estos términos y se está haciendo", sostuvo Rocca, quien además destacó la caída de la inflación y del riesgo país, "Falta completar la apertura del mercado cambiario para atraer las inversiones", aclaró,
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En el marco del Alacero Summit, el evento latinoamericano que este año se realiza en Buenos Aires, Rocca hizo un llamado de unidad de los gobierno a favor de la industria: "Hace falta que la política de los estados nos apoye. Tiene que garantizarse, además, la estabilidad de las reglas de juego, costos de la mano de obra, los laborales, el tipo de cambio, la calidad institucional, la calidad jurìdica, la propiedad privada. Los inversores de los grupos evaluan calidad para hacer negocios y la promoción de las actividades industriales. Para eso necesitamos que el gobierno haga apoyo explicito, potque ayudaría a atraer inversiones necesarias, que solo se hacen si la rentabilidad lo permiten, lo que generaría ademñas una transferencia de tecnoiogia",
El fantasma de China
Rocca volvió a apuntar contra la superproducción de acero de China: "La participación de China en la producción industrial global ha aumentado del 5% en 1995 al 35% en 2020. Nunca en la historia del mundo hubo una transferencia de la actividad productiva entre países de esa magnitud y en tan poco tiempo", sostuvo, luego de alertar por la primarización de la actividad. Y fue contundente al sostener que "China no es una democracia", sino que "es un país con un sistema de gobiernio autoritario y centralizado, que tiene capacidad de asignar recursos para diferentes sectores de la economía con base en decisiones de conveniencia táctica y estratégica".
"Mirando hacia el futuro, creo que la agenda de la industria siderúrgica en América Latina debería contemplar:el diálogo y la formación de una alianza entre todos los eslabones de nuestras cadenas de valor, para alcanzar una masa crítica de interés volcada a: crear oportunidades para la iniciativa privada y reducir el peso del Estado en la economía; liberar capacidades creativas y emprendedoras; reducir la carga tributaria; promover la disciplina fiscal; mejorar la seguridad; y cualquier otra medida que fortalezca las cadenas de valor con potencial exportador, reduzca la carga tributaria sobre el trabajo y mejore la infraestructura esencial para la alta eficiencia de las cadenas industriales!, sostuvo Rocca.
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Además, reclamó por una "promoción de una inserción internacional que aliente el reposicionamiento de las cadenas de valor en dirección a un Occidente". "Un mundo con el cual compartimos valores y principios, y con el cual nos sentimos en condiciones de competir y poder construir una integración eficiente, que permita la incorporación de tecnología e innovación. La industria siderúrgica de nuestros países puede competir sin duda con los bloques económicos del mundo occidental (Europa, USMCA y Japón). Con China no podemos hacerlo porque la cancha de juego no está nivelada".
La agenda del crecimiento
Rocca también planteó a la modernización e innovación de los procesos "para cubrir la gama de los productos más exigentes" requeridos por sus clientes; además de "la incorporación de herramientas para aumentar la productividad y la competitividad" de las empresas; junto con "la incorporación de herramientas digitales que faciliten la integración vertical" con las cadenas de valor; "La atenciòn a las comunidades en las que estamos inseridos, para reducir nuestro impacto ambiental, obtener su apoyo y contribuir para su progreso social, económico y educacional. Estoy convencido de que concentrar nuestra atención e inversiones en la mejora de la seguridad y de la calidad ambiental de nuestras usinas y en el desarrollo social, económico y educacional de nuestras comunidades sea la clave para el futuro", agregó.
La agenda del futuro del sector está vinculada con la "descarbonización gradual" de la matriz productiva, e hizo un llamado a aprovechar "las extraordinarias ventajas competitivas" que existen en la región "para alcanzar una matriz energética sustentable a largo plazo". "En America Latina, tenemos recursos hídricos y eólicos, además de un extraordinario potencial para integrar el sistema energético, aprovechar las reservas de Vaca Muerta, del Pre-Sal, del America del Norte y poder lograr un costo de energía absolutamente competitivo en escala global. Es una transformación inevitablemente gradual, pero que puede ser realizada con nuestros propios recursos, en la medida en que podemos crecer y expandir nuestro alcance global", sostuvo.
"Alacero, una asociación que reúne todas las mayores empresas de nuestro sector, tiene que jugar un rol relevante en promover una agenda industrial para nuestros paises, y en sostener la acciones de las asociaciones de cada país en fortalecer la competitividad de nuestra industria y su acceso a los mercados mundiales", afirmó el dueño de Techint.
El temor de la primarización argentina
El presidente de Cámara Argentina del Acero y presidente ejecutivo de Ternium Argentina, Martín Berardi, calificó de “particular” al contexto que atraviesa la producción siderúrgica mundial debido a “una situación de cambio internacional muy relevante”. “El mundo se está fragmentando, se regionaliza cada vez más, redigiriendo la cadena de valor hacia proveedores más cercanos, más seguros, más comprometidos con medioambiente, y que comparten valores regidos por las reglas de mercado. De la globalización extrema pasamos hacia una regionalización muy marcada”, afirmó.
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El jefe del sector siderúrgico de la T destacó que el escenario planteado representa para América latina “una oportunidad de reindustrialización de las cadenas de valor”. En ese sentido, denunció que “la producción de nuestro continente se está primarizando peligrosamente” y llamó a ponderar una “industrialización para el desarrollo”.
“El reshoring va a cambiar el flujo del comercio internacional y completamente también el contexto de nuestras industrias. En Argentina en particular estamos atravesando cambios profundos, con un completo reset de la macroeconomía que presenta desafíos y oportunidades: por un lado, ganar competitividad como país, y por el otro, lograr una reintregración de manera inteligente con el mundo”, enfatizó Berardi.
CP
