Durante enero, las reservas internacionales cayeron hasta los US$ 28.310 millones. La reducción, de US$ 1.302 millones, representó la segunda baja mensual consecutiva y la cuarta desde el inicio de la gestión de Javier Milei.
Desde la asunción del Gobierno, las reservas se incrementaron en US$ 7.101 millones. Sin embargo, alertan desde la Fundación Encuentro que “el saldo reciente muestra un deterioro que plantea dudas sobre la sostenibilidad de esa recuperación inicial”.
En enero, el Banco Central (BCRA) adquirió divisas por un total de US$ 1.617 millones. A pesar de la implementación de un acuerdo de recompra (“repo”, por el inglés) con bancos internacionales por US$ 1.000 millones, debió vender dólares al Tesoro para cumplir con los pagos de intereses y capital de los bonos Bonar y Global. El monto total de estos pagos ascendió a US$ 4.334 millones, de los cuales US$ 1.056 millones ya habían sido transferidos al Banco de Nueva York en octubre pasado, compiló el centro de estudios que comanda Sergio Massa.
La autoridad monetaria destinó además US$ 325 millones en diciembre y US$ 619 millones en la primera mitad de enero para la intervención en la brecha cambiaria, lo que el propio Milei había adelantado sería una esterilización de pesos con el objetivo de contener el tipo de cambio. Al cierre de enero, la brecha se ubicó en un 12,6%, 2,1 puntos porcentuales por debajo del nivel registrado en diciembre.
Este mes, el Tesoro Nacional enfrenta pagos al FMI por US$ 738 millones en concepto de interés. A esto se le suman compromisos con otros organismos internacionales además de algunas obligaciones que totalizan US$ 2.182 millones. En el combo se deben incluir Bopreales que vencen por casi US$ 190 millones y de títulos públicos provinciales por US$ 180 millones, explicó Encuentro.
En la totalidad del año, las necesidades de divisas superarán los US$ 29 mil millones, calcularon los economistas de la Fundación Encuentro. “Esto plantea un escenario desafiante en términos de sostenibilidad financiera y presión sobre las reservas. La caída de reservas en enero y los elevados compromisos de pago en moneda extranjera a lo largo del año reflejan las dificultades estructurales que enfrenta la gestión actual. A pesar de la acumulación inicial de divisas, la sostenibilidad de las reservas sigue comprometida, con niveles netos en terreno negativo y una creciente demanda de dólares que seguirá presionando sobre la capacidad del BCRA para administrar el flujo de divisas”, alertaron. La estrategia oficial para afrontar estos desafíos será clave en la evolución del frente externo en los próximos meses.
La inversión extranjera en el primer año de Milei. La inversión directa de no residentes en Argentina cayó a 89 millones de dólares en 2024, el nivel más bajo para cualquier primer año de gobierno desde al menos el comienzo de la serie, en 2003, según datos de Idepi-Unpaz, que dirige Ernesto Mattos en base al Banco Central.Este concepto se refiere a la participación de inversores extranjeros en empresas argentinas, con el objetivo de establecer un interés duradero. Este desembolso puede materializarse a través de aportes de capital, reinversión de utilidades o transacciones de deuda.
En contraste a lo que pasó el año pasado, en 2003, el primer año de Néstor Kirchner, la inversión extranjera fue de 897 millones de dólares. Con Cristina Kirchner, en 2008 alcanzó 3.633 millones, y en 2012 llegó a 3.744 millones, al inicio de su segundo mandato. Mauricio Macri inició su mandato en 2016 con 2.546 millones, mientras que Alberto Fernández, afectado por la pandemia en 2020, registró 1.061 millones.
Todas las cifras resultan muy superiores a los 89 millones del gobierno libertario. El guarismo de 2024 representa un desplome sin precedentes y refuerza la incertidumbre sobre la confianza de los inversores en el rumbo económico actual.