El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, ha anunciado que esta semana se reglamentará el capítulo de la reforma laboral de la ley Bases, junto con otras medidas impulsadas por el Ejecutivo. Esta noticia llega en un momento crítico para el país, donde la necesidad de actualizar y flexibilizar las normativas laborales es innegable.
La reforma laboral trae consigo una flexibilización de los modos de contratación, lo cual es fundamental para que los empleadores puedan contratar con mayor seguridad.
En un entorno laboral rígido, las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, suelen mostrarse reticentes a incorporar nuevos empleados por temor a las complicaciones y costos asociados. Al flexibilizar las modalidades de contratación, la reforma ofrece un marco que incentiva a los empleadores a tomar decisiones más audaces y a dar oportunidades laborales a más personas.
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Otro aspecto clave de la reforma es la posibilidad de que los monotributistas puedan contratar hasta tres empleados. Esto no sólo representa un gran avance para estos emprendedores, sino que también les proporciona herramientas fundamentales para crecer y convertirse en empresarios pymes.
Cada monotributista es, en esencia, un empresario en formación. Comienzan su camino como trabajadores unipersonales, pero con el apoyo y las oportunidades correctas, tienen el potencial de crecer y consolidarse en el mercado. Esta reforma puede ser la clave para que más emprendedores superen los primeros y difíciles cuatro años, un período en el cual muchas empresas fracasan. Al ofrecer herramientas de crecimiento y supervivencia, la reforma fomenta la creación de nuevos negocios sostenibles y exitosos.
Fondo de desempleo y fin al bloque sindical
Otro punto positivo de la reforma es la implementación de un fondo de desempleo, similar al sistema que existe en Brasil. Este fondo permite que los empleados vayan aportando mes a mes junto con su salario, generando un colchón de seguridad económica que puede utilizarse en casos excepcionales, como una enfermedad grave o la pérdida del empleo. Este sistema es beneficioso tanto para los trabajadores, que cuentan con un respaldo en situaciones adversas, como para las empresas, especialmente las pymes, que a menudo se ven agobiadas por el pago de indemnizaciones de golpe. Con este fondo, los aportes se realizan de manera gradual, evitando así el ahogo financiero que puede suponer una indemnización repentina.
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La extensión del período de prueba es otro aspecto de la reforma que resulta muy positivo. En la experiencia de muchos empresarios, el período actual de tres meses suele ser insuficiente para evaluar correctamente a un empleado. Extender este tiempo permite tanto al empleado como al empleador adaptarse mejor, facilitando la creación de empleo, especialmente para aquellos que buscan su primera experiencia laboral.
Finalmente, la penalización de los bloqueos sindicales es una medida crucial. En sectores como el transporte, los bloqueos sindicales pueden causar estragos en las empresas, paralizando la actividad económica y creando un clima de inseguridad que desincentiva la inversión y la generación de empleo. Regular y penalizar estos bloqueos es esencial para proteger a las empresas y a los trabajadores que dependen de ellas.
Sin dudas, esta reforma laboral es un paso necesario que Argentina ha estado postergando por demasiado tiempo. Adaptar nuestra legislación a las realidades de un mundo moderno es crucial para fomentar la generación de empleo formal y reducir la informalidad, que sigue siendo un problema significativo debido a los altos costos de la legislación laboral actual. Con estas medidas, el país podrá avanzar hacia un futuro más competitivo y equitativo, donde tanto empresarios como trabajadores puedan prosperar en un entorno más flexible y justo.
* empresaria logística, especialista en Comercio Exterior y Mercosur
