En 2020, durante la pandemia, Adrián Agosta (55) pensó en rematar la empresa de fabricación de productos plásticos que fundó su papá en 1973 y en la que trabaja desde 1986. Pero resistió, así como habían resistido varias crisis en Argentina. Su empresa pasó de emplear a 20 personas en 2018 a 4 en 2020, pero en 2023 logró recuperarse y hoy viven de ella 14 familias: la suya y 13 más. Por la crisis actual decidió recortar días de trabajo e intentar aguantar otra vez, para no convertirse en una de las 50 pymes que, según la Asociación de Empresarias y Empresarios Nacionales para el Desarrollo (ENAC), desaparecen por día: 10 mil en lo que va del año.
“Cuando vino la pandemia y tuvimos que parar recuerdo que tenía que llevar 2 mil pesos por semana a la casa de los empleados para que pudieran comer, mi familia se tuvo que ir a Brasil porque mi esposa es de allá y tuve que poner mi casa en alquiler porque no había trabajo”, comentó Agosta a PERFIL. “Cuando se empezó a abrir la posibilidad de trabajar algunos clientes empezaron a hacer pedidos más o menos importantes, se sumaron clientes nuevos. Pude reinventarme y volví a tomar personal. Llegamos a diciembre de 2023 con mucho trabajo, que se mantuvo hasta fines de enero. Incluso estaba pensando en invertir en más máquinas o tomar personal para un tercer turno”, agregó.
Pero la caída del consumo y el aumento de los costos también impactó en su pequeña empresa. “Con las medidas económicas que tomó este nuevo gobierno se paró el trabajo prácticamente en un 70% a partir de febrero”.
De acuerdo con el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) las ventas minoristas pymes cayeron un 21,9% anual en junio, y acumulan una caída del 17,2% en el primer semestre del año.
“Al mismo tiempo aumentaron los costos. Por ejemplo, la luz, que para nosotros es muy importante, se incrementó más de un 500%. Entonces, es imposible continuar con un incremento de gastos importantísimo, en todo sentido, y sin trabajo”.
Según un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), y en base a los datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), “si se compara la cantidad de empleadores que declararon trabajadores entre noviembre de 2023 y abril de 2024, se redujo de 512.357 casos a 504.497 casos, perdiéndose en total 7.860 empresas”. Esto último implicó, detalla el documento, la pérdida de 176 mil puestos de trabajo. Y esos puestos de trabajo se perdieron mayormente en empresas de más de 500 empleados: las empresas de más de 500 trabajadores redujeron su personal un 2,64%, mientras las empresas de hasta 500 disminuyeron su dotación un 0,88%.
La mayor caída del empleo se dio en empresas con más de 500 trabajadores
“Hace ya tres meses hablé con la gente y tomé la determinación de no despedir a nadie, y tratar de mantenerle la fuente de trabajo a todos. Si despido a esa gente es gente que deja de consumir, y, como esto es una cadena, deja de consumir lo que uno fabrica. Entonces decidimos reducir la cantidad de días trabajados. Ahora trabajamos de lunes a jueves”.
El problema es que su empresa está facturando casi la mitad de los gastos mensuales que tiene. “Nos atrasamos ya con los pagos de impuestos: era o pagar los impuestos y no pagarle los sueldos a la gente, o pagarle a la gente y dejar de pagar impuestos. Por ahora estoy pagando sueldos y pagando el uso, el resto de los impuestos lamentablemente no los puedo pagar”, agregó el empresario, miembro de la asociación Industriales Pymes Argentinos (IPA).
“Los datos que arroja el INDEC que consolida una recesión y un desplome económico similar al del año 2020, los despidos generalizados en el sector privado informados por la Secretaría de Trabajo de la Nación (69.000 en marzo) , la información que publica el BCRA con 350.000 cuenta sueldos menos, la información de la AFIP y la información de Radar PYME, claramente determinan para el mes de junio del 2024 una caída de 10.000 pymes respecto de diciembre del 2023, es decir, en solo 6 meses”, afirmaron desde ENAC en un comunicado.
Esta semana el Indec dio a conocer el informe sobre el uso de la capacidad instalada de la industria manufacturera: en mayo fue del 56,8%, 11 puntos porcentuales menos que el mismo mes de 2023: se trata del peor indicador para un mes de mayo desde 2020, cuando registró un 46,4%. En el caso de los productos de caucho y plástico la caída fue de 14,3 puntos, ya que la utilización de la capacidad instalada fue del 41,6% en mayo, frente a un 55,9% del mismo mes de 2023.
“Las pymes somos las que más trabajo le damos a la gente –aproximadamente el 60% de los empleados registrados son de las pymes y el 90% de las industrias nacionales somos pymes–, y si nos matan a todas no sé qué van a hacer, porque la plata para pagar tanta ayuda social no va a alcanzar”, afirmó.
Después del Programa 1000 días, de todos los gastos de la Administración Nacional de Seguridad Social, el presupuesto para el seguro de desempleo fue el que más creció: del previsto al vigente el incremento es del 400%, ya que pasó de 47 mil millones a 235 mil, según los últimos datos del presupuesto abierto. De ese dinero, a diferencia de otros programas con nula ejecución, el presupuesto utilizado a mediados de julio ya es del 40%.
La empresa de Agosta fue creciendo en los momentos en los que la economía argentina lo permitió: pasó de la matricería a la inyección de plásticos. En 2018, cuando su padre murió, Adrián se hizo cargo del emprendimiento familiar, pero mantenerlo hoy es insostenible, definió. “No veo por dónde esté la luz al final del túnel, o el túnel cada vez se hace más largo. Al repunte en V lo veo muy lejos, y no veo que el gobierno quiera cambiar la estrategia de modelo de país para que esto beneficie a alguien”.
