La devaluación de casi 20% de fines de enero será una de las medidas más recordadas del ahora ex presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega. Pero a esta altura, no sirvió para nada. Ocho meses después, los especialistas aseguran que, si bien fue una decisión “correcta” de política monetaria, ya no quedan rastros de los potenciales beneficios que pudiera haber tenido en la economía real.
En principio, coinciden en que la persistencia de la inflación puso en jaque la mejora de la competitividad obtenida por el nuevo valor del dólar. Y que la falta de un plan económico que acompañase el ajuste inicial de la divisa hizo que los efectos positivos de esa decisión se diluyeran en el tiempo y sólo se vieran sus costos: una mayor inflación.
“Si se ajusta el tipo de cambio en una economía inflacionaria, no se genera ningún resultado positivo”, sentencia Marcelo Elizondo, de la consultora DNI. “En ese contexto –aclara–, el aumento sostenido de los precios de los insumos y el costo de los recursos humanos y de la inversión le quitaron efectividad al impacto competitivo sobre las exportaciones. Una de las consecuencias más claras es que las ventas externas acumulan en 2014 una caída de 10%”, destaca.
Jorge Day, del Ieral de la Fundación Mediterránea, reconoce que la devaluación de principio de año les dio un corto respiro a las economías regionales, pero que la inflación las ahogó nuevamente. “Además, los precios internacionales de varios productos sufrieron caídas, complicando aún más el escenario”, explica.
La fortaleza del dólar de los últimos meses a nivel global agregó condimentos extra a las complicaciones internas. Además de empujar a la baja los precios de las commodities, generó la depreciación de las monedas de nuestros principales socios comerciales. Ayer, el dólar quebró la barrera de los 2,50 reales en Brasil, un nivel que no tocaba desde 2008, y que les pone más presión a las exportaciones de la Argentina a ese país.
“Ya se perdió toda la ganancia de competitividad obtenida en la devaluación de fines de enero”, confirma Gabriel Zelpo, analista de Elypsis. Los datos de la consultora revelan que el Tipo de Cambio Multilateral Real (TCMR) –con datos de inflación local de la propia consultora– ya se ubica 3,3% por debajo de los niveles previos a la medida. Sea cual fuere la política cambiaria del nuevo titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, hay consenso en que, respecto a los beneficios de la devaluación de enero, se volvió a fojas cero. “Todos los precios de la economía suben y el tipo de cambio es un precio”, destaca Elizondo.