A las empresas que dejan una parte de sus ingresos en el exterior para evitar la pesificación al tipo de cambio oficial –con el aval del Banco Central– y para contar con fondos para pagar deudas o importaciones, se suman las alternativas para el pago de salarios en el exterior que algunos sectores ofrecen para compensar a sus empleados.
Los que lideran esta modalidad de pago de salarios son los vinculados a la tecnología, donde la pelea por los recursos humanos a nivel global es alta y la fuga de talentos está a la orden del día por el aumento de la brecha cambiaria. Los asesores legales de las empresas reconocen que es un área que no está legislada y recomiendan un pago parcial en el exterior, con la advertencia de que el sueldo tiene que estar declarado en su totalidad en la Argentina –con los aportes patronales, contribuciones a la seguridad social, ART y cobertura de salud–.
Según una presentación a la que accedió PERFIL, uno de los unicornios argentinos plantea pagar hasta un 30% o 40% en dólares con la posibilidad de depositarlos en una cuenta en el exterior, como forma de acceder a un ahorro en dólares. La cuenta tiene que estar declarada ante la AFIP.
En la propuesta, se presenta como un “payroll split”, una división de la nómina salarial y promete una “capacidad de ahorro en dólares superior a la del cepo actual y un valor diferencial más bajo del que se puede comprar –calcula a $ 80 promedio para octubre, mientras que el dólar ‘ahorro’ con el impuesto PAIS y la percepción de AFIP asciende a más de $ 130–. A eso se suma la opción de atesorar en el extranjero.
Por ejemplo, para un sueldo de $ 100 mil, $ 70 mil se depositarían en el país mientras que el resto US$ 375 (aproximadamente) se pagaría en dólares –por arriba de los US$ 200 máximo que se podrían comprar con el cepo–. Para las empresas es una forma de generar un atractivo para los empleados que hoy, con la brecha cambiaria, podrían optar por trabajar en dólares para empresas del exterior.
El abogado Juan Carlos Cerutti, director de Derecho del Trabajo en Plan-a, asesora a algunas empresas del sector y explica que “los aportes y contribuciones se tienen que pagar en Argentina y tiene que estar bien registrado”. Lo mismo corre para la cuenta en el exterior, que debe ser declarada.
“Es algo nuevo. Después hay que ver cómo lo ingresa si decide hacerlo, pero lo puede entrar a través del contado con liquidación”, explica sobre las alternativas de los empleados. La idea sigue el modelo del pago de bonos o stock options. “No hay reglamentación, es un acuerdo entre el trabajador y la empresa siempre que se cumplan las obligaciones en Argentina”, aclara Cerutti.
Las empresas también señalan que es opcional. “El que trabaja en una tecnológica en pesos queda muy desparejo. Hay una gran tentación de dejar de trabajar en argentina y pasar a hacerlo en el exterior y eso genera una fuga de talentos. De esta forma, se mantienen los beneficios de la legislación laboral local: asegura aguinaldo, vacaciones y licencias por enfermedad”, ejemplifica el abogado.
A eso se suman las medidas que ya vienen llevando adelante las empresas que operan en el exterior y que necesitan fondearse para operar en dólares. Las que reciben fondos de sus casas matrices “optan por dejar esos fondo afuera o ingresar los dólares pero pagar a ciertos empleados estratégicos con esos dólares que no deben liquidarse en el MULC (Mercado Único y Libre de Cambios)”, explica el tributarista Iván Sasovsky. “A su vez, las cargas sociales se pagan al tipo de cambio oficial, lo que también beneficia esta operatoria”. La brecha cambiaria hizo que estas alternativas se vuelvan más habituales.