Sin la posibilidad de comprar dólares ni de girar utilidades, las empresas, como las personas, también se vuelcan a viajar más. Así lo aseguran en la Asociación de Eventos de la República Argentina, quienes afirman que hay 20% más de compañías que este año comenzaron a llevar clientes y empleados al exterior.
“Es que pueden viajar al dólar oficial-oficial”, enfatiza Diego Feldberg, titular de la Aofrep, y responsble de Dafing, una compañía que organiza este tipo de recorridos por el país y el mundo. Según explica, las firmas contratan paquetes, hoteles y pagan con tarjeta, pero a diferencia de las personas, sí reclaman el reintegro del anticipo del 20% del Impuesto a las Ganancias. Los individuos, que no tienen el 100% de su actividad en blanco, ya asumen que el “dólar tarjeta” es $ 7 (oficial a 5,80 más el 20%) e igual viajan y gastan porque es más barato que el blue (a $ 9,72 el viernes). Pero las compañías, que tienen departamentos contables, sí piden el reembolso, por lo que terminan haciendo todos sus gastos a la cotización oficial.
Así, automotrices, compañías de seguros, laboratorios, y firmas alimenticias, entre otros, han incrementado los llamados “viajes de incentivo”, a destinos que van desde Italia, Portugal y Francia, hasta las ruinas de Machu Pichu en Perú. Para llevar de unas treinta a cuarenta personas por una semana, una empresa, según el lugar, puede gastar unos US$ 200 mil dólares, como mínimo.
El no giro de utilidades, en tanto, también se siente en la demanda de viajes del mismo tipo a destinos del país, con Iguazú, Mendoza, Salta y Bariloche, como lugares más demandados. “Son reglas del mercado, como en un momento fueron la Luna de Miel, los viajes estudiantiles, las empresas en función de sus costos van evaluando hacer ese tipo de proyectos”, sostuvo por su parte Oscar Ghezzi, titular de la Cámara Argentina de Turismo.
“Las empresas se animan de a poco a este tipo de viajes, y se vuelve también un viaje aspiracional”, añade Feldberg, que describe las dificultades que enfrentan las empresas que organizan estos periplos. “Hoy es habitual que le facturemos al cliente aparte ‘diferencia por tipo de cambio’ para cubrir el plazo entre el día de la contratación y el día en que finalmente se compran los pasajes y reservan el hotel y la estadía.