ECONOMIA
pérdida de poder de compra

Pese al bono, las jubilaciones están 11 puntos por debajo de la inflación

El Gobierno mantuvo el bono para los haberes mínimos por octavo mes consecutivo en octubre en $ 70 mil. El monto congelado, que en marzo alcanzaba para solventar los gastos en los servicios básicos de una vivienda y transporte, hoy no llega a cubrir ni siquiera los primeros. Si se toman los últimos datos oficiales de la inflación acumulada, en agosto los ingresos totales de los adultos mayores habían quedado 11 puntos debajo del IPC. Desde CEPA explican que, si se actualizara, el adicional hoy debería ser de más de $ 127 mil.

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Jubilados. Por el congelamiento del bono, los adultos mayores perdieron contra la inflación. | NA

El presidente Javier Milei aseguró en una entrevista que “las jubilaciones están 10% por encima de la inflación que se generó desde que estamos nosotros en el gobierno, y se triplicó en dólares”.  Sin embargo, si se toman los últimos datos del Indec, las jubilaciones están 11 puntos por debajo de la inflación acumulada de enero a agosto. Con el refuerzo, los haberes mínimos pasaron de $ 160.712 a $ 295.454, lo que representa un incremento del 83%. En esos primeros ocho meses del año la inflación acumuló una suba del 94,8%.

De acuerdo a las estimaciones de la Defensoría de la Tercera Edad, la canasta de un jubilado es $ 912.584. Para octubre, con los ajustes por inflación y el bono, las jubilaciones mínimas serán de $ 314.320,56, lo que cubre el 34,5% del presupuesto mensual que una persona necesita para solventar sus gastos básicos.

Luego de vetar el aumento aprobado por el Congreso, el Gobierno oficializó nuevamente un bono de $ 70 mil para las jubilaciones mínimas en octubre: la suma se mantiene fija desde marzo. “El Presidente vetó el aumento aprobado por el Congreso para no incorporar el bono al haber y seguir manejándolo discrecionalmente. Con eso se ahorran lo que quieren”, explicó a PERFIL Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad. “Congelado como está, lo que le aplican al jubilado del ajuste por inflación es siempre un punto menos de lo que deberían”, concluyó.

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En el informe que detalla los ítems contemplados en la canasta básica de un jubilado, Semino señaló además que “los intentos de mitigar el problema mediante el anuncio de bonos que son como monedas arrojadas a un pueblo hambriento no solamente son inútiles, sino también contraproducentes”.

De marzo a octubre, la jubilación con el bono también perdió contra la inflación de la canasta básica que calcula la Defensoría: el haber mínimo pasó de $ 204.445,79 a $ 314.320,56, lo que representó una suba del 53,7%. El valor de la canasta, en cambio, creció un 54,37%.

En lo que más se nota la pérdida del poder adquisitivo del bono es en los servicios: según la Defensoría, en marzo los $ 70 mil alcanzaban a cubrir los gastos en este rubro y el transporte, calculados en $ 26.394 y $ 46 mil respectivamente. Por la quita de subsidios, en la medición de octubre el refuerzo no llega a cubrir siquiera los servicios básicos en una vivienda, ya que se estimaron en $ 83 mil. Sin esa suma discrecional, la jubilación mínima alcanza apenas para cubrir los gastos de alimentación, que según la Defensoría son de $ 236.873 mensuales.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) estimó que con los bonos congelados los jubilados perdieron casi $ 60 mil mensuales y que si este monto se hubiera actualizado en el mismo nivel que las jubilaciones hoy debería ser de $ 127.186.

El economista Hernán Letcher afirmó en su cuenta de X que la jubilación mínima del período septiembre-noviembre se ubicará un 14% por debajo de la jubilación mínima del mismo período de 2023, mientras sin bono esta caída es del 4,9%. Por lo tanto, lo que hace el bono es retrasar la compensación de los haberes que el Gobierno estableció por inflación.

El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) destacó que las jubilaciones y pensiones soportaron la mayor parte del superávit de agosto: representaron el 26% de la reducción total del gasto del Estado. Detrás en esa caída quedaron la inversión en obras (15%), subsidios a la energía (11%) y salarios (8%).

“No es que los jubilados sigan estando mal, es que están cada vez peor y no hay perspectivas de que la situación se revierta”, afirmó Semino en el cierre del informe sobre las estimaciones de la canasta, en la que no se alcanzó a dimensionar todavía el impacto de la reducción de la cobertura de medicamentos de PAMI. A partir de este mes, 44 drogas dejarán de tener cobertura del 100%. Hasta hoy, el gasto en medicamentos insume el 16% del presupuesto mensual de un jubilado ($ 145.268). “Son siete millones de jubilados y jubiladas. ¿Cómo puede salir adelante un país cuyo Estado hunde directamente en la pobreza a más del diez por ciento de su población? La deuda sigue siendo con ellos”, sintetizó.