ECONOMIA
DATOS OFICIALES

Más personas viven en zonas inundables o cerca de basurales

De acuerdo con los datos de la Encuesta Permanente de Hogares publicados esta semana, 843 mil personas se sumaron a las que viven en lugares con peligro de inundación o cercanas a basurales entre el último trimestre de 2023 y el último trimestre de 2024. Esto representa también un crecimiento en el porcentaje de población total que está en esas condiciones. En el primero de los casos pasó del 8,1% al 10,1% y en el segundo del 5,6% al 6,3%.

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Más argentinos viven en peores condiciones. | AFP

Si bien las estadísticas sobre pobreza registraron una baja desde el segundo semestre de 2023 al de 2024 (del 41,7% al 38,1%), y esa caída implicó, según estos mismos cálculos, que 962 mil personas salieran de esta situación, algunos datos sobre las condiciones de vida mostraron un retroceso en el mismo periodo. La cantidad de argentinos que viven en hogares cercanos a basurales pasó del 5,6% al 6,3%, mientras quienes están asentados en lugares inundables pasaron del 8,1% al 10,1%: en resumen, 843 mil personas más viven en alguno de estos entornos.

La información surge de los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares para el segundo semestre de 2024 que publicó el Indec. En el informe detallan que, por hogares cercanos a basurales consideran a aquellos que están a tres cuadras de distancia o menos. Y, como viviendas ubicadas en zonas inundables, se entiende a “aquellas en las que haya habido inundaciones en los doce meses anteriores al momento de la encuesta”. En el primero de los casos, se sumaron 226 mil habitantes, en el segundo, 617 mil. En total, 1,9 millones viven cerca de un basural, mientras más de 3 millones en zonas inundables.

“El 5,4% de los hogares habita en una vivienda cercana a basurales; esto significa que el 6,3% de las personas habita en dichas viviendas. Con respecto a las viviendas localizadas en zonas inundables, el 8,4% de los hogares –compuestos por el 10,1% de las personas– habita en dichas zonas. Por su parte, el 94,6% de los hogares habita en zonas alejadas de basurales (a más de 3 cuadras de distancia), mientras que el 91,6% de los hogares habita en zonas no inundables (en los últimos 12 meses)”, resalta el documento difundido esta semana.

Las condiciones de hacinamiento crítico también se ampliaron en la comparación interanual, aunque levemente: pasaron del 4,1% de la población al 4,2%, lo que se traduce en 5.000 hogares más, en los que habitan 22 mil argentinos.

Por condiciones de hacinamiento crítico se entiende a aquellos hogares en los que habitan más de tres personas por cuarto. “El 2,2% de los hogares se encuentra en una situación de hacinamiento crítico, lo cual involucra al 4,2% de las personas. Ello implica que viven en estas condiciones 227.000 hogares compuestos por 1.244.000 personas”, resalta el Indec.

A su vez, en el segundo semestre de 2023 el 63,3% de los argentinos era propietario de su vivienda y terreno, mientras en el segundo semestre de 2024 este porcentaje se redujo al 62,5%.

Asimismo, las condiciones de saneamiento tuvieron un leve descenso. De acuerdo con el último dato oficial, el 15,4% de las personas (4.582.000) viven en hogares en entornos no adecuados. El informe entiende como hogares con saneamiento inadecuado a aquellos que tienen al menos alguna de estas características: no poseen baño, poseen el baño fuera del terreno, comparten el baño con otros hogares, el desagüe del baño no está conectado a la red pública (cloaca) ni tampoco a cámara séptica, o el baño no tiene descarga de agua. Hasta 2023 este porcentaje era del 15% (4.438.000 personas), 144 mil menos que en 2024.

En la última medición que hizo el Observatorio de la Deuda Social de la UCA sobre la pobreza multidimensional –y que considera cuestiones como el hábitat– el porcentaje creció (de 39,8% a 41,6% en 2024). En un documento publicado luego de conocerse las estadísticas de pobreza del Indec, y titulado “Una caída de la pobreza con matices”, afirman que “la pobreza puede seguir bajando con ayuda de que siga bajando la inflación, pero ya no mucho más. Todo dependerá de la inversión, el empleo y los ingresos. Y en este punto todavía nada cambió significativamente. Esos indicadores, en promedio, son muy similares al período 2022-2023, incluso con menor tasa de inversión dada la fuerte caída de la inversión pública”.

En paralelo, añadieron, “tampoco vemos una recuperación real en la capacidad de consumo corriente de los hogares. Esta contradicción se explica en parte a que la metodología oficial para la medición de la pobreza no registra el cambio interanual ocurrido en la composición del gasto de los hogares: aumento de los gastos fijos en servicios, transporte y comunicación, y menor capacidad de ingresos disponibles para consumos variables”.

Por eso, concluyen, “detrás de las mejoras en los estadísticos de pobreza todavía no hay mucho para festejar. La situación está estable, no estallaron las variables sociales, pero tampoco hay mejoras sociales tan significativas frente a lo mal que estábamos cuando estábamos mal”.

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