La bolsa de Nueva York se derrumbó este lunes arrastrando a los mercados mundiales ante temores de recesión en Estados Unidos y la apreciación del yen.
El índice Dow Jones cerró su peor jornada desde 2022, cayendo 2,60% a 38.703,27 puntos. El tecnológico Nasdaq perdió 3,43% a 16.200,08 unidades, mientras que el S&P 500 retrocedió 3% a 5,186,33 puntos.
Terminaron la jornada en rojo tanto los 30 valores que integran el Dow Jones como los 11 sectors del SP 500. El índice VIX que mide la volatilidad del mercado, conocido como "el índice del miedo", trepó a su máximo desde marzo de 2020, en el contexto de la pandemia del Covid-19.
Lunes negro: por qué ocurrió y cuál es el alcance de la caída
Los principales mercados mundiales se desplomaron este lunes. El efecto de la caída en Wall Street se hizo sentir en las bolsas de europeas de París (-1,42%), Londres (-2,04%), Fráncfort (-1,82%), Madrid (-2,34%) y Milán (-2,27%).
Por su parte, la bolsa Tokio batió su récord de pérdidas. El índice Nikkei 225, que ya había caído un 5,8% el viernes, perdió un 12,4%, o 4.451,28 puntos, el lunes para cerrar en 31.458,42 unidades.
Taiwán cayó más de 8% y Seúl más del 9%, mientras que las bolsas chinas mostraron caídas más moderadas: el índice Hang Seng de Hong Kong cedió 2,13% en las últimas operaciones. El índice compuesto de Shanghái cayó 1,54% y el de Shenzhen 1,85%, según AFP.
No es Japón, es Estados Unidos
Para Leonard Quinde Allieri, Investigador de la Fundación Internacional Bases, "aunque es cierto que la decisión del Banco de Japón de subir la tasa de interés cayó como una mala noticia en los mercados, el impacto principal repercute desde el gigante norteamericano". Según el economista, Japón es una fuente de préstamos baratos, de carry trade, y Estados Unidos está apalancado en sus préstamos.
"A eso sumemos los temores de que EEUU entre en recesión por las nuevas cifras de empleo y que el mercado descuenta que la FED subirá la tasa en septiembre, el resultado es un sesgo bajista generalizado. Como agregado, la cuestión política de incertidumbre electoral en Estados Unidos tampoco ayuda", afirmó Allieri.
Para el investigador, los efectos hay que rastrearlos a 2020 y los niveles de expansión monetaria que superaron todos los límites permitidos por los diferentes bancos centrales, especialmente el de Estados Unidos. "Esa expansión se hizo con tasas artificialmente bajas, lo que hizo disparar la inflación, y para bajarla, la FED debió subirlas. Como la entidad monetaria norteamericana aún está transitando esa curva, los resultados son los actuales, quiebre de varias entidades financieras y pánicos bursátiles recurrentes", afirmó.