Este jueves se produjo un nuevo robo de un camión con carne vacuna, con lo cual ya suman casi una decena en pocos días registrados en la zona sur del Gran Buenos Aires.
Desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) expresaron en un comunicado su “más profunda preocupación ante la alarmante inseguridad que afecta a nuestro sector. En las últimas horas, otro camión ha sido víctima de un asalto. Este nuevo incidente no solo vuelve a poner en peligro la vida de nuestros trabajadores y afecta los vehículos y la mercadería, sino que además sigue comprometiendo la trazabilidad de los productos robados, cuyo destino y condiciones sanitarias son desconocidos, generando un grave riesgo para la salud de los consumidores”.
En diálogo con PERFIL, Leonardo Rafael, presidente de la CAMyA que en diciembre suele aumentar el número asaltos a camiones que transportan medias reses, “pero hace muchos años que yo no escucho tantos robos juntos. Es la época con más movimiento logístico y de dinero”.
Hasta el momento se robaron 8 camiones que transportaban 600 medias reses cada uno aproximadamente, que sumarían 70 toneladas de carne por un valor que supera los 400 millones de pesos.
La mayoría de los robos se produjeron en las salidas de los frigoríficos, entre las 5 y las 6 de la mañana en las zonas de Berazategui, Temperley, Lanús y Lomas de Zamora.
Perjuicios de los robos
Según Rafael, “por un lado está el delito y lo segundo, que para mí es de lo más importante, es la agresión hacia el personal. Lo tercero y primordial es dónde va a parar esa carne, que puede estar tirada en el piso de una casa o de un galpón, tirada en un suelo por varios días, sin control sanitario. La carne después se vende podrida y lavada vaya a saber uno dónde”.
A raíz de la difusión del reclamo, Rafael comentó que ya se generaron reuniones con representantes de los organismos de seguridad de la provincia de Buenos Aires y de la cartera nacional que conduce Patricia Bullrich.
“Se nota que quieren parar esto para que no escale. Estos robos requieren mucha logística y trabajo, no son improvisados y seguramente deben tener sus ‘clientes’”.
LM