Las propuestas de políticas migratorias más estrictas en el segundo mandato de Donald Trump podrían generar consecuencias significativas en la economía y los mercados financieros, tanto en el corto como en el largo plazo.
La inmigración ha sido un pilar del crecimiento demográfico y laboral en Estados Unidos: representó el 88% del crecimiento de la fuerza laboral entre 2019 y 2024. Sin embargo, limitar los flujos migratorios podría desestabilizar varios sectores clave y aumentar la presión inflacionaria.
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Impactos a corto y mediano plazo
- Mercado laboral: sectores como la construcción, la agricultura, los servicios de salud y el retail enfrentarían una mayor escasez de trabajadores, lo que incrementaría los costos salariales y reduciría la productividad.
- Inflación y política monetaria: la menor disponibilidad de mano de obra ejercería presión al alza sobre la inflación, lo que dificultaría el objetivo de la Reserva Federal de mantenerla en 2%. Esto implicaría tasas de interés más altas durante más tiempo y afectaría a sectores sensibles como bienes raíces y consumo discrecional.
- Consumo: una menor inmigración no solo reduce la oferta laboral, sino también el consumo interno, lo que impactaría especialmente a pequeñas empresas y sectores dependientes del gasto del consumidor.
Consecuencias a largo plazo
- Competitividad e innovación: Estados Unidos podría perder atractivo para estudiantes y profesionales internacionales, particularmente en áreas estratégicas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Esto afectaría la capacidad de innovación y el desarrollo de industrias clave como la tecnología y la inteligencia artificial.
- Sostenibilidad económica: con un crecimiento natural históricamente bajo, la inmigración ha sido fundamental para sostener el crecimiento demográfico y laboral. Limitarla podría ralentizar el crecimiento económico y comprometer la sostenibilidad fiscal en el largo plazo.
Políticas migratorias de Trump: implicaciones para los inversores
Sectores intensivos en mano de obra, como la construcción y la agricultura, serían los más afectados. Además, una inflación más alta podría perjudicar a sectores sensibles a las tasas de interés, como bienes raíces y tecnología.
A nivel macroeconómico, estas políticas podrían limitar el potencial de crecimiento del país y debilitar su competitividad global.
En este contexto, los inversores deben prestar especial atención a estos riesgos y ajustar sus estrategias para proteger sus carteras.
Diversificar, identificar sectores resilientes y considerar oportunidades en mercados globales serán trascendentales para mitigar los impactos de estas políticas.
*Economista y tributarista
LM