A un mes del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno sale a la caza de los dólares de los ahorrista que tienen “debajo del colchón” para remonetizar la economía en una serie de medidas que, según el propio ministro de Economía, Luis Caputo, se anunciaría esta semana y que se mantienen bajo total hermetismo. La cuestión es que a pesar del nuevo puente de divisas (el otro fue el blanqueo), el Banco Central (BCRA) pierde reservas y el mercado comienza a mirar el perfil de pagos hacia adelante y la meta con el Fondo hacia fin de año. El financiamiento del organismo multilateral alcanza hasta enero.
El oficialismo parece jugarse un pleno a la baja del tipo de cambio para apuntalar el proceso de desaceleración de la inflación en la antesala de las elecciones legislativas de medio término en octubre. Esto se vislumbra en que el Central aún no intervino en el mercado de cambios desde el anuncio del nuevo esquema cambiario, hilvanó 16 ruedas sin intervención aunque el programa con el Fondo lo permita. La cuestión es que en caso de comprar divisas entre las bandas el dólar oficial podría subir, por eso el equipo económico está cumpliendo a rajatabla las palabras del presidente Javier Milei de solo intervenir cuando la moneda norteamericana toque el piso de la banda que actualmente se ubica en los $ 990.
Pero a pesar de la baja de la última semana en la cotización del dólar, todavía no logra llegar a esos valores. El viernes el mayorista cerró a $ 1.135 y el minorista $ 1.150, el Gobierno necesita estimular una oferta de dólares para que converja la cotización hacia la parte inferior de la banda, confía en que a la liquidación del campo sumado al impulso que se dará para la circulación de los dólares del colchón de los ahorristas (el Indec estima que hay unos US$ 271.247 millones fuera del sistema), finalmente se reducirá el tipo de cambio por debajo de los $ 1.000. Otro dato que hubo esta semana fue la especulación del mercado futuros y la intervención del Central. La cotización de la divisa a diciembre bajó a raíz de esto, a pesar de la suba diaria del viernes, lo cual daría inicio a una nueva ventana para el carry trade. Quedará por verse si se confirma y entran más dólares.
Algunos analistas coinciden en que sería prudente que el Central aproveche el período de estacionalidad para adquirir dólares, aunque no haya tocado la banda inferior, ya que luego la liquidación se reduce y acumular reservas lucirá más desafiante. Y también aprovechando la coyuntura actual que las liquidaciones del sector agroexportador continúan a buen ritmo: sumaron US$ 2.524 millones en abril y registraron alzas del 34,5% respecto de marzo y del 11,3% respecto del promedio de 2014-2024.
“Si observamos la estacionalidad del mercado de cambios, estamos en los mejores meses del año para conseguir dólares dada la cosecha gruesa (abril-junio). A partir de agosto, la situación puede complicarse: más demanda de dólares por turismo y más dolarización de carteras preelecciones, que ahora sin restricciones para las personas humanas vuelve a ser relevante en el mercado de cambios”, señalaron desde Equilibra.
Pero el Banco Central no solo no logra acumular reservas, sino que desde el 28 de abril (cuando el stock se encontraba en el máximo por los desembolsos de los préstamos internacionales ) se hundieron US$ 1.124 millones. El mercado comienza a mirar cada vez con más atención esta métrica de cara a los pagos a futuros y las metas con el Fondo. La necesidad del oficialismo para el próximo 13 de junio, día de la revisión con el FMI, de acuerdo a cálculos del Banco Provincia, es de unos US$ 200 millones diarios. Entre enero 2003 y abril 2025, ese monto solo se superó en un mes: septiembre de 2022, cuando tuvo lugar el primer dólar soja.
Para julio, el equipo económico deberá afrontar vencimientos por US$ 4.457 millones de deuda soberana (Bonares y Globales), entre capital e intereses. El Gobierno ya cuenta con un seguro de US$ 2 mil millones proveniente de bancos internacionales, los casi US$ 2.500 millones restantes saldrían de las reservas en caso de no conseguir otra fuente de financiamiento. Este pago representa alrededor del 50% de los compromisos de deuda en moneda extranjera del resto del año.
Federico Furiase, director del BCRA, sostuvo en el canal de stream Carajo: “Dentro de la banda no se emite para comprar reservas y el tipo de cambio tarde o temprano va a ir al piso, pero también hay otras herramientas como la cuenta capital, la entrada de dólares internacionales o colocaciones del Tesoro”. En concreto mencionó la posibilidad de la colocación de bonos pesos linked ( con suscripción en dólares), un nuevo mecanismo para captar dólares sin tener que esperar que el tipo de cambio se coloque por debajo de los $ 1.000 para sumar reservas. Sumado a las medidas de “blanqueo permanente” que se espera se anuncien esta semana.
Hacia adelante, en relación al calendario de deuda, el director de la consultora CP, Pablo Moldovan, señaló el desafío de enfrentar los pagos, en un contexto donde el Gobierno admitió que no regresará a los mercados este año. “Tiene vencimientos por más de US$ 16 mil millones en los próximos nueve meses. Aun si el FMI desembolsa según lo pactado, en ene-26 nos habremos gastado el equivalente al financiamiento que nos dieron”, apuntó.
“El problema del stock de reservas no es relevante solo para el acuerdo con el FMI. En 2026 vencen más de US$ 25 mil millones de deuda en moneda extranjera, y el Estado nacional deberá volver a los mercados de crédito para refinanciar una parte. Hay una relación estrecha entre el ratio Reservas/PIB y el riesgo país”, remarcó el informe del Banco Provincia.
En definitiva, el Gobierno necesita dólares en el corto plazo, llevar el tipo de cambio a la banda, hacerse de reservas y bajar el riesgo país cercano a los 400 puntos básicos (el viernes cerró en 678 unidades) para volver a los mercados internacionales de capitales y poder hacerles frente a los vencimientos de 2026. Hoy el programa cierra hasta fin de año.