En el mundo empresarial, los emprendimientos “de a uno” se presentan como una tendencia en crecimiento, aunque la palabra solopreneur aún no figure en el Diccionario de la lengua española.
Un solopreneur es una persona que lleva adelante una empresa, generando resultados económicos mientras gestiona todos los aspectos de su operación: responde correos, se encarga del marketing, garantiza el suministro, la contabilidad y el cumplimiento legal, y crea una marca personal. Todo esto lo hace solo, siguiendo su visión sin que nadie cuestione sus decisiones de negocio más allá del mercado, que siempre tiene la última palabra.
En el ecosistema emprendedor, las personas que optan por este camino pertenecen al ámbito de la microempresa, en el que también están todas las organizaciones productivas que emplean hasta diez personas.
En América Latina y el Caribe, esta forma de emprender viene creciendo desde la pandemia de covid, impulsada por la necesidad de autonomía, de incrementar la capacidad de decidir cómo utilizar el propio tiempo y como una opción para obtener más ingresos frente a salarios bajos asociados a niveles elevados de informalidad laboral, o a la disminución de la oferta de trabajos bien remunerados.
Para este terreno, el informe del Monitor Global del Emprendimiento (GEM) para el periodo 2023/2024 que se llevó a cabo en al menos cuarenta y cinco economías de todo el mundo y que colectivamente representan alrededor del 70 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global, ofrece datos reveladores: entre las motivaciones que subyacen a la iniciativa emprendedora temprana -emprendimientos que no llevan más de 3,5 años funcionando- en casi la mitad países estudiados destaca “ganarse la vida debido a la escasez de empleo” como principal motivación.
Los nueve países de América Latina y el Caribe estudiados se cuentan entre ellos, por lo que se puede afirmar que –en la región– la necesidad es un impulsor clave del emprendimiento, probablemente el primero.
En la Argentina, un indicio de que cada vez más personas buscan independencia económica “en blanco” y entre los cuales podrían contarse los solopreneurs, es el incremento de altas en el monotributo, régimen tributario simplificado que favorece la actividad emprendedora sin las cargas impositivas de las empresas tradicionales.
De todas maneras, el aporte tributario que recibe el estado a través de esta herramienta es marginal respecto al aporte de los sectores tradicionales de la economía. Según datos del informe de AFIP del tercer trimestre de 2024, la recaudación correspondiente al monotributo Impositivo aumentó un 269,3 por ciento en ese periodo de tiempo, aunque representa solo el 0,2 por ciento de la recaudación total.
Ante estos datos vale la pena preguntarse ¿es escalable esta forma de emprender? ¿Podrán eventualmente los solopreneurs representar un desafío competitivo para las empresas establecidas? ¿Cómo el avance de la tecnología y la inteligencia artificial (IA) pueden impulsar este tipo de negocios? Y una pregunta no menor ¿Qué hacer para convertirse en un solopreneur exitoso?
Vulnerabilidad frente a las disrupciones del entorno
Aunque todavía no existen estudios específicos sobre el rendimiento a largo plazo de las empresas unipersonales, sí podemos hacernos una idea sobre cómo experimentó la microempresa la última gran disrupción conocida. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo publicado en 2021 y titulado Resiliencia y reinvención de los emprendedores latinoamericanos en el contexto del impacto provocado por la pandemia, reveló que el 69 por ciento de las empresas con menos de 3,5 años de operación y hasta cuatro empleados fueron significativamente afectadas por la crisis del covid-19. En cuanto a los sectores productivos en los que participaban, los más afectados fueron el sector servicios, el comercio y la industria, mientras que los sectores menos afectados fueron los ligados a la economía del conocimiento (biotecnología, TIC y otros sectores tecnológicos): un 26 por ciento de las empresas dentro de estos últimos sectores aumentaron sus ventas.
En referencia a las expectativas de recuperación, el 46 por ciento de las empresas con hasta tres años de antigüedad asumió que en el futuro estaría igual o mejor que antes de la pandemia.
Los solopreneurs, al igual que las empresas de pocos empleados, enfrentan una alta vulnerabilidad ante crisis de gran magnitud que en parte se asocia a la fragilidad de su incipiente cadena de proveedores, la falta de redes sólidas de apoyo y la incapacidad de apalancarse en el sistema financiero para reestructurar sus deudas ante interrupciones repentinas de sus operaciones.
Pero la crisis también puede representar una oportunidad si el emprendedor puede entender lo que necesita su mercado en un contexto determinado y adaptar rápidamente sus estructuras para atenderlo, garantizando que “si llueve pueda vender los paraguas”.
Escalar con lo mínimo: Automatización, nichos y reinvención constante
Para que una empresa unipersonal pueda ser sostenible, el emprendedor necesita centrarse en un modelo de negocio que le permita hacer más con menos, es decir, maximizar sus ingresos con una estructura de operación simple y flexible en la que la mayoría de los procesos puedan ser automatizados y las cosas que no sabe hacer puedan ser tercerizadas, eligiendo con cuidado en que aspecto del negocio va a ocupar la mayor parte de su tiempo.
La capacidad de automatización y la calidad de esta será lo que determine que tan escalable será su operación. Los solopreneurs más exitosos serán aquellos que operen en nichos específicos de mercado, que solucionen una necesidad mejor que otras empresas permitiéndoles construir confianza entre sus clientes. Mercados saturados con servicios parecidos, podrían ser un riesgo ya que los clientes tienden a “comoditizar” las ofertas que reciben sin distinguir un valor diferencial, que tiene como consecuencia que la competencia termine basándose en el precio, lo que puede resultar costoso para un emprendedor que está comenzando, especialmente si tiene que financiar sus operaciones.
En cuanto al momento, quizá no hubo uno más propicio que este para ser solopreneur, ya que el avance de la tecnología y la posibilidad de acceder a herramientas muy potentes a bajo costo redujo la barrera de entrada para emprender, especialmente en actividades que impliquen algún tipo de servicio digital o que interconecten servicios para el comercio de bienes.
Sin embargo, el rápido crecimiento de la industria de servicios digitales y otras como la industria creativa con base en el acceso a los mismos recursos tecnológicos hace que estos pronto dejen de representar una ventaja competitiva. En consecuencia, tanto solopreneurs como empresas consolidadas tendrán que desarrollar la capacidad de reinventarse de manera constante y desafiar sus modelos de negocio para agregar valor a sus clientes.
En cuanto al poder de negociación con proveedores, los solopreneurs pueden encontrase con la dificultad de negociar mejores condiciones que empresas establecidas debido a que sus volúmenes de compra serán siempre más pequeños, pero al tener una operación simplificada y optimizada puede que resientan menos la disminución de sus márgenes de beneficios por este motivo.
Por otro lado, si pensamos en la amenaza de productos o servicios sustitutos, para prosperar los solopreneurs necesitan no solo ser capaces de adaptarse rápidamente a los cambios en sus mercados sino estar a la vanguardia de la innovación frente a sus clientes. Un desafío especialmente relevante en América Latina, ya que es una región que se caracterizó hasta ahora por una alta tasa de emprendimiento con niveles bajos de innovación en general. Por eso es importante que los solopreneurs inviertan en desarrollar capacidades para poder pensar “fuera de la caja”, en función de mantenerse relevantes para sus clientes.
Un solopreneur no amenazará las cuotas de mercado de las empresas grandes y establecidas, pero un ejército de ellos haciendo las cosas bien sí lo hará, llevando la competencia a un terreno asimétrico.
Agentes de IA: ¿Un arma de doble filo?
Sam Altman, CEO de OpenIA, compartió en su blog personal el 5 de enero de este año que “el segundo aniversario de ChatGPT ocurrió hace poco más de un mes y ya hemos entrado en un nuevo paradigma: modelos capaces de razonamiento complejo (…) Creemos que en 2025 veremos los primeros agentes de IA que transformarán el mundo laboral, aumentando la productividad y la innovación”.
A partir de allí, y con menos de un mes de diferencia, OpenIA lanzó Operator y Deep Reserch, dos agentes de IA no solo diseñados para automatizar y simplificar tareas cotidianas sino para ejecutar tareas complejas de forma autónoma como lo haría una persona. En el caso de Operator, este fue desarrollado para realizar una amplia gama de tareas en línea en nombre del usuario, puede navegar la web, realizar compras en línea, gestionar reservas, entre otras. Mientras que Deep Research fue diseñado para analizar grandes volúmenes de datos y generar informes detallados en un corto período de tiempo, rivalizando con la labor de analistas de investigación humanos.
Si Altman tiene razón, es posible que comencemos a ver personas reemplazadas por agentes de IA en las organizaciones, pero al mismo tiempo, los agentes de IA customizados podrían optimizar las operaciones de los solopreneurs contribuyendo a escalar sus negocios más allá de sus capacidades. El desafío de los emprendedores será cómo customizarlos y entrenarlos para que los agentes le ayuden a crear verdadero valor en sus negocios con foco en los clientes.
Los desafíos invisibles del solopreneur: habilidades clave para prosperar
A pesar de las ventajas, el camino del solopreneur no está exento de desafíos. Desde una perspectiva psicológica, la soledad y la carga de responsabilidad total pueden generar estrés y afectar la salud mental. Sociológicamente, la falta de interacción con colegas puede limitar el desarrollo de habilidades interpersonales y redes de contacto. Además de esto, el avance de la tecnología no necesariamente representa una ventaja para todos los emprendedores, ya que al estar solos y sin toda la experiencia requerida para gestionar una empresa, podría resultar abrumador seleccionar opciones de entre todas las herramientas al alcance de la mano y distinguir cuáles de los conocimientos disponibles necesitan incorporar para gestionar adecuadamente su empresa.
En línea con lo anterior, para ser un solopreneur exitoso se requiere desarrollar una serie de capacidades entre las que destacan:
- Pensamiento crítico, para distinguir cuándo las estrategias implementadas están siendo efectivas y cuando no.
- Flexibilidad cognitiva y emocional, para ajustar rápidamente la dirección de sus acciones cuando las cosas no salen como espera y ser capaz de reducir el tiempo en que la frustración secuestra su capacidad de acción.
- Creatividad, para encontrar mejores maneras de resolver los problemas que se le van presentando.
- Inteligencia social para establecer vínculos positivos con otras personas y redes de relaciones con proveedores y clientes.
- Versatilidad, para cambiar de sombrero con maestría cuando le toca mover el foco de atención entre los diversos procesos de su operación.
- Ser capaz de aprender a aprender para poder incorporar los conocimientos que va a necesitar a lo largo del tiempo y tener coraje para enfrentarse a la incertidumbre y perseverar en su visión sin dejar que el miedo le paralice.
Finalmente, si algo podemos aprender de este tipo de emprendedor, es que la empresa más importante que tenemos somos nosotros mismos, y que entender eso es clave para construir el futuro.
Carreras Para muchos, ser solopreneur es un cambio de vida
Además de su impacto a nivel empresarial y económico, el fenómeno de los solopreneurs es considerado por algunos analistas como un proceso que también afecta el desarrollo personal de quienes se ponen a sus espaldas una compañía en solitario. “Estoy marcando un punto de inflexión en mi carrera: redefiniendo lo que significa ‘trabajo’ para mí, consolidando mi aprendizaje y dejando ir lo que necesito dejar atrás para hacer espacio para un nuevo crecimiento por delante”, contó por ejemplo la coach Varsha Lalwani en un artículo para el portal Towards Data Science.
Para Lalwani, que abandonó una carrera en el mundo de las corporaciones para lanzarse como coach en solitario, el proceso significó “separarme de una sola identidad profesional para permitir mi mayor crecimiento y aprendizaje, y tener la posibilidad de mezclar múltiples identidades para crear algo completamente nuevo en el futuro”.
Algo así, describió, “como los bloques LEGO”. La autora, que reside en Alemania, señaló que, a nivel profesional, eligió concentrarse en los últimos meses en “desarrollar mis identidades de coach, escritora, solopreneur, líder comunitaria y oradora”. Personalmente, completó, “me estoy centrando en mi salud y mi estado físico”, desarrollado pasatiempos y estudiando idiomas.
Pero tampoco es que los solopreneurs estén descuidados. De hecho, hay compañías, en especial desarrolladoras de herramientas digitales, que los tienen muy en cuenta como target para sus productos. La startup Xolo, de Estonia, por ejemplo, construyó su éxito ayudando a emprendedores solitarios con servicios localizados en el país báltico, en Italia, España y ahora también en los Países Bajos.
¿El truco de la compañía estonia? Ofrecer varios servicios y herramientas en una sola plataforma. “El foco –señalaron voceros de la startup– está en simplificar” el trabajo para los solopreneurs".
Contando con las herramientas correctas y abordando de manera adecuada los obstáculos, el panorama para los emprendedores solitarios puede presentarse promisorio. Se estima que casi el 82 por ciento de las empresas estadounidenses no tiene empleados: son dirigidas por un empresario solitario o solopreneur. Un reporte de Switch on Business, preparado en base a los datos del último censo en el país norteamericano, difundió un ranking de los estados donde los emprendedores solitarios generan mayores ganancias, con Delaware al tope con 72.000 dólares anuales, seguido por Nueva Jersey y Connecticut con 65.000 dólares. Nada mal para emprendores que salen solos a la batalla económica.
* CEO de Courage Strategies Consulting y especialista en Cambio Organizacional / couragestrategies.com