La Unión Industrial Argentina (UIA) y Industriales Pymes Argentinos (IPA) reclamaron al presidente Javier Milei que el Presupuesto 2026 contemple no sólo el equilibrio fiscal, sino también medidas que impulse al sector productivo.
Ambas entidades valoraron los objetivos de estabilidad y reducción de la inflación, pero alertaron que sin industria, exportaciones y empleo, la recuperación económica no será sostenible.
La UIA destacó que “la industria argentina comparte la necesidad de sostener el equilibrio fiscal como condición de estabilidad macroeconómica” y celebró “la reducción de la inflación y el compromiso con una baja gradual de impuestos”.
Sin embargo, advirtió que para fortalecer la producción se necesita avanzar en tres frentes: competitividad sistémica (reformas laborales, reducción de la presión tributaria, infraestructura y financiamiento productivo), nivelar la cancha frente a la competencia externa para evitar riesgos del entramado industrial, y una mirada microeconómica que contemple la demanda interna, el crédito y la evolución de la tasa de interés.
En sintonía, Daniel Rosato, presidente del IPA, señaló que “las palabras del Presidente donde habla de una receta para controlar el equilibrio fiscal no tienen como ingrediente la industria, las exportaciones, el mercado interno ni las fuentes de trabajo”. Además, reclamó un diálogo constructivo entre el Gobierno y los sectores productivos para garantizar la sustentabilidad de la producción nacional.

Rosato también advirtió que “valoramos el objetivo propuesto, pero hay errores que corregir. Y no son negociables. La industria es la generadora de riqueza para avanzar en el plan de transformación, por lo que pedimos tenerla en cuenta”.
Según el Informe de Coyuntura Económica del IPA, el crecimiento registrado en los últimos meses responde más a un rebote estadístico que a una recuperación sólida, ya que el consumo interno continúa débil y las pymes enfrentan serias dificultades financieras.
Para finalizar, tanto la UIA como los industriales pymes coincidieron en que el próximo año será clave para definir una estrategia que complemente el orden fiscal con políticas productivas. Para los empresarios, el Presupuesto 2026 debe convertirse en una herramienta que impulse la inversión, la generación de empleo y la competitividad industrial, evitando que la apertura económica avance más rápido que las reformas internas necesarias para consolidar la producción nacional.
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