Gran hallazgo en las pirámides de Guiza: un grupo de investigadores japoneses y egipcios encontraron debajo de un cementerio, ubicado a un costado de la Gran Pirámide, dos estructuras subterráneas.
Su descubrimiento se dio mediante la utilización de un radar que permite penetrar el suelo y también con una técnica conocida como tomografía de resistividad eléctrica. Aún se desconoce qué está sepultado debajo de esas tumbas piramidales prohibidas.
Durante mucho tiempo, los arqueólogos han estado intrigados por un lugar que se conoce como Cementerio Occidental, debido a las tumbas rectangulares de adobe y piedra caliza llamadas mastabas que lo conforman. Hay una sección de este terreno que se destaca por su planitud y falta de tumbas, lo que lleva a los expertos a preguntarse si debajo de esta superficie estéril se encuentran ocultos secretos.
Los estudios del terreno revelaron enigmáticas construcciones, cuyas características resaltaron por su densidad atípica en cuanto las compararon con la tierra circundante. Los expertos aseguran que todo indica que se tratarían de construcciones efectuadas por civilizaciones humanas.
De momento, no se puede precisar con exactitud cuáles son los materiales que originan la anomalía, sin embargo, estudios posteriores en la zona pueden aclarar este aspecto.
Las dimensiones del descubrimiento
Un estudio reciente que se mostró en Archaeological Prospection ha revelado que las estructuras se descubrieron superpuestas en diferentes niveles. Se puede observar que el nivel externo es una figura en forma de L. Tiene 10m x 15m de extensión y se ubica a una profundidad de metro y medio aproximadamente. La segunda estructura es más pequeña pero se encuentra mucho más profunda; sumergida a 12 metros bajo tierra y con una superficie compartida de doce metros de largo por 12 metros de ancho. Todo ello sin tener la necesidad de realizar excavaciones.
En esta exploración, el uso de tecnologías como radar de penetración terrestre y ERT demostraron su eficacia en la arqueología. Estas técnicas esenciales permiten revelar lo que se encuentra debajo de la superficie sin tener efecto negativo en el yacimiento arqueológico.
El descubrimiento de la tumba de Tutankamón
La primera es una forma de analizar la tierra mediante una técnica que envía ondas de radio y detecta el retorno para conocer la composición y densidad de los materiales encontrados. La ERT, por su parte, utiliza la resistencia eléctrica para obtener información sobre estas características. Ambas técnicas funcionan de manera similar.
