El Gobierno avanza en las negociaciones con el FMI. Esta semana, el ministro de Economía, Luis Caputo, regresó de su viaje a Estados Unidos donde acompañó al presidente Javier Milei en la asunción de Donald Trump, para reunirse con la misión del organismo y pulir la letra chica de lo que será un nuevo acuerdo y se estima que involucra un desembolso de alrededor de US$ 11 mil millones que servirán para apuntalar las arcas del Banco Central y salir del cepo. Sin embargo, el mercado está expectante ante las condiciones que surjan.
El economista Maximiliano Ramírez explicó que la visita de la comitiva del Fondo tiene un propósito técnico y es revisar los números del país para los próximos años. “Busca consolidar el superávit fiscal y evitar la asistencia del BCRA al Tesoro, algo que el Gobierno ya logró el año pasado”, señaló. Enfatizó que un punto crucial será el aumento de las reservas internacionales netas, directamente relacionado con la estabilidad del dólar y una salida del cepo cambiario.
En cuanto a las arcas del Central, apuntó que “las reservas netas están en un terreno negativo por US$ 9 mil millones, con lo que con los US$ 11 mil millones del FMI apenas se lograría llevar a niveles de neutralidad”, explicó Ramírez. Además, destacó que la apertura de las restricciones dependerá también de señales políticas y medidas graduales como la eliminación del “parking”.
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Por otro lado, el exdirector del Hemisferio Occidental del Fondo Alejandro Werner sostuvo que “cuando Argentina flote el tipo de cambio sin cepo va a necesitar un tipo de cambio más competitivo y tasas de interés más altas. Entonces, el Fondo cree que el Banco Central se tendrá que mover en esa dirección”.
Las declaraciones del exburócrata del FMI señalan una de sus principales preocupaciones, que tiene que ver con la política cambiaria, restricciones, unificación cambiaria y flotación del dólar.
Aldo Abram, economista y director ejecutivo de Libertad y Progreso, sostuvo a PERFIL: “Al momento de salir a una unificación cambiaria se va a ir a un valor del tipo de cambio único, libre y flotante por debajo de los dólares paralelos. En todos los países hay una flotación sucia, que es a lo que quiere ir este gobierno”.
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En las últimas horas trascendió una alternativa que se estaría manejando en las negociaciones: una flotación entre bandas. Leo Anzalone, director del Cepec, expresó a este medio que esta “puede ser una herramienta intermedia entre el control total del tipo de cambio y la libre flotación, proporcionando un marco de estabilidad en un período de transición. Otorga previsibilidad, pero sigue necesitando reservas para evitar que se escape el tipo de cambio. Para algunos economistas, los regímenes intermedios son más vulnerables a ataques especulativos, ya que los agentes pueden probar los límites de la banda. Por ello, es crucial contar con reservas robustas y un marco creíble de política económica”.
El viernes Moody’s elevó la calificación de Argentina desde “Ca” a “Caa3”, a la vez que mejoró la perspectiva desde “estable” a “positiva”. “El cambio contundente en la política fiscal y monetaria, la estabilización de las finanzas externas y la adopción de reformas orientadas al mercado han incrementado la confianza y reavivado el dinamismo de los mercados”, dijo la agencia.
