En un encuentro con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el ministro de Economía, Axel Kicillof adelantó que el Gobierno extenderá una vez más la línea de créditos para inversión productiva (LCIP) por la que el Banco Central obliga a los bancos a dar créditos a tasas baratas a las empresas más pequeñas.
Así trascendió luego de la reunión de la que participaron Osvaldo Cornide, titular de CAME, y también el secretario de Comercio, Augusto Costa.
La línea de créditos forzosos surgió hace unos años como una forma de inyectar dinero en el sistema productivo y garantizar un piso de inversiones. Se trata de créditos a una tasa del 19% que, con una inflación en torno al 40%, resulta atractivo para el sector privado. Sin embargo, “hay que esforzarse para colocarlos”, dijeron por ejemplo directivos del Banco Galicia, durante el encuentro “Buenos Negocios” que se desarrolló días atrás en La Rural. Allí, los ejecutivos aseguraron que en el tramo del primer semestre llegaron “con lo justo” a colocar los $ 5.400 millones que les implica la línea promocionada. El problema, enfatizan, es que la demanda es más reticente en un año de caída de actividad y alta inflación. Además, la línea de créditos obliga a que se trate de un crédito asociado a un proyecto de inversión.
Por éste y otros temas ayer se mostraron juntos en el despacho de Kicillof el ministro y el flamante jefe del Banco Central, Alejandro Vanoli.