El presupuesto del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, dependiente del programa Control Ambiental, creció en apenas $ 5,4 millones respecto a 2023: pasó de $ 12.101,82 millones ese año a $ 12.107,23 millones en 2024. Esto implica un 0,04% de incremento nominal. Hasta ahora se ejecutaron solo $ 4.860,89 millones de ese total, es decir el 40%.
El dato toma más relevancia si se tiene en cuenta que, con los incendios de los últimos días –y según la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE)– ya se quemaron 69 mil hectáreas en Córdoba, y que este porcentaje es prácticamente igual al que se había ejecutado hace un mes, tal como señaló a fines de agosto PERFIL.
La otra partida que se ocupa del tema es la de Manejo del Fuego, dependiente del Programa de Conservación y Administración de Áreas Naturales Protegidas. El dinero presupuestado para estas acciones ascendía a los $ 1.512,81 millones en 2023, y es de $ 2.038,21 millones en 2024. Para el noveno mes del año, según los últimos datos del presupuesto abierto, el Gobierno ejecutó $ 880,86 millones, el 43% del total.
En promedio, entre estas dos partidas, el Estado nacional gastó el 40% de los fondos consignados a la prevención, manejo y control del fuego. Respecto a 2023, según afirmó a PERFIL Guillermina French, investigadora de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), el presupuesto cayó un 43,8% en términos reales.
Las horas de vuelo destinadas a la prevención y combate del fuego también se redujeron en 2024: de 5100 a 3100, según información a la que pudo acceder FARN a través de un pedido de informe. Para 2025 el presupuesto prevé 3600, aunque la cantidad de incendios crece: según el último reporte mensual de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes, en agosto de este año los 540 focos registrados afectaron 44.099 hectáreas. Para el mismo mes de 2023 el antiguo Ministerio informaba de 383 siniestros, que abarcaron un total de 21.476,49 hectáreas, menos de la mitad que en igual periodo de 2024.
“La gravedad de los habituales incendios a lo largo y a lo ancho del país hace evidente la necesidad no solo de un adecuado presupuesto para la prevención y el combate del fuego, sino también de la articulación de estos programas con diferentes sectores productivos y actores sociales”, analizaron desde FARN en un comunicado. Si bien el Estado justificó la decisión de bajar la cantidad de horas de vuelo por una mejora de las condiciones climáticas, desde la institución señalaron que más del 90% de los incendios son originados por la acción humana. “No nos referimos solamente a incendios intencionales, sino también a aquellos derivados de actividades económicas o sociales”, detallaron.
El Estado nacional ejecutó el 40% de los fondos de manejo y control del fuego
El dinero del que dispone el Servicio Nacional del Manejo del Fuego proviene de diferentes fuentes de financiamiento: fondos de fideicomiso, la Superintendencia de Seguros de la Nación y los aportes del Tesoro Nacional.
Lo presupuestado para este año da cuenta de una importante reducción en el financiamiento directo por parte del gobierno nacional, señalaron desde FARN. “Deja al Servicio Nacional de Manejo del Fuego en manos de las personas que contribuyen a través del pago de seguros”, explicaron.
“Hace falta una mirada integral en cuanto a la prevención”, destacó French. “Para eso hay que mejorar y ampliar la articulación entre organismos gubernamentales y en los distintos niveles en materia preventiva, y robustecer herramientas que ya existen con una mirada intersectorial, articulada a nivel nacional, provincial y municipal”, agregó.
“Es necesario regular actividades agroforestales e inmobiliarias que expanden sus fronteras a costa de ecosistemas que necesitan protección”, argumentó la especialista. “Las políticas de manejo del fuego deben tener un componente muy importante en materia de prevención, se les deben asignar fondos para poder llevarlas a cabo, pero también deben ser ejecutadas”, opinó. Y, para eso, “se necesita decisión política”.
Según el último informe del Gobierno, a través del Servicio Nacional de Manejo del Fuego y la Administración de Parques Nacionales, se enviaron a Córdoba más de 130 combatientes y brigadistas, 4 técnicos, 7 medios aéreos, 20 camionetas, 1 dron con cámara térmica e infrarrojo, 2 pilotos de dron, 2 autobombas, y otras herramientas. Esta semana, además, el Presidente viajó a esa provincia y sobrevoló las zonas afectadas.
De acuerdo con el análisis de FARN, “el proyecto de ley de Presupuesto 2025 asigna $ 28.603 millones para prevenir y proteger al ambiente de los incendios, menos del 0,025% del total”. Si bien en comparación con las partidas orientadas al manejo del fuego de este año esto representa un 46% de crecimiento en términos reales, también hay que considerar que el presupuesto de 2024 quedó prácticamente igual al de 2023.
“A pesar de ello, y sobre la base de una evaluación de las metas físicas y las políticas preventivas, esto resulta insuficiente”, agregaron.
Sobre el resto del dinero previsto para 2025 en materia medioambiental, señalaron que la participación de la Subsecretaría de Ambiente representará un 0,066% del total.
“Un caso que llama la atención es la caída del financiamiento en un programa clave como es el de Evaluación y Control Ambiental, el cual pasó de tener $ 30.607 millones a $ 16.504 millones de presupuesto”. Desde la fundación destacaron además que esta caída “representa una pérdida de entre el 52,9% y el 59,8% en términos reales, de acuerdo a las distintas estimaciones de inflación para el próximo año”.
Estas tareas de evaluación, según consta en la página web oficial, permiten a las autoridades tomar una decisión informada respecto de la viabilidad ambiental de un proyecto de obra o actividad.
Desde FARN manifestaron preocupación por este último punto. “Con los beneficios ofrecidos a través del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) se espera que lleguen grandes proyectos que tienen un fuerte impacto en el ambiente”. Por lo tanto, lo esperable sería “que se destinen más recursos al financiamiento de estas acciones del programa, con el objeto de controlar a los nuevos proyectos que vendrán, y no menos como se proyectan”, concluyeron.
