El peso argentino es la moneda que más se apreció en el mundo entre diciembre de 2023 y octubre de 2024. En el mismo mes del año pasado, Javier Milei, entonces candidato a presidente, había expresado que "el peso no puede valer ni excremento".
La divisa argentina se revalorizó un 40% en términos reales, muy lejos de la moneda de Turquía (+16,5%) y Malasia (+8,5%). Por el contrario, Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, devaluó 13% el real en los primeros 10 meses del año, un informe de GMA Capital en base a estimaciones del Bank for International Settlements (BIS).
Con esa valorización del peso argentino, el tipo de cambio real multilateral (TCRM), que tiene relación con la competitividad precio de la economía, “está en mínimos desde 2015 y cada vez más cerca de los valores de fines de 2001”.
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“Según los manuales, esta situación no es inocua para el sector externo. Por caso, en septiembre, y por cuarto mes consecutivo, el saldo de cuenta corriente cambiaria arrojó un valor negativo. Esta vez fue por US$ 700 millones, acumulando una salida de divisas por US$ 3.636 millones en el tercer trimestre, con un tipo de cambio promedio de $1.080 por dólar a precios de hoy. Si la cuenta corriente ya comienza a sufrir, ¿qué queda para lo que vendrá?”.
“La métrica del tipo de cambio real, un factor que muchos economistas consideran endógeno (es resultado de la interacción de otras variables fundamentales) constituye tan solo un medidor de la competitividad. Existen otros indicadores que nos podrían aclarar un poco más acerca de la situación del mercado externo argentino”, sostiene el reporte.
Campo, turismo y energía
En el caso del sector agropecuario, mientras que a fines de 2015 había una brecha de 50% entre el dólar oficial y el paralelo, “hoy sólo es del 9%, lo que incentiva la liquidación. Es decir, independientemente del precio internacional, un productor captura más dólares por cada dólar liquidado”.
Desde GMA Capital advierten por la salida de divisas por turismo en los próximos meses. “A estos niveles de tipo cambio, se espera uno de los mejores veranos para vacacionar en otros países, particularmente Brasil, desde 2018. La cuenta corriente hoy ya está sufriendo por este sector”.
Si embargo, el rubro energético podría compensar para que “esa salida divisas no comprometa el equilibrio externo. Después de todo, si hay o no apreciación cambiaria estará dictado por el símbolo final de este balance en los próximos meses. Y es que con proyecciones de un superávit energético de alrededor de US$ 7.400 millones para 2025 (según Economía y Energía), este saldo podría darse vuelta”.
Salarios en dólares
Para medir el nivel de sostenibilidad del tipo de actual de cambio, la consultora apunta que el salario en dólares “no se encuentra en niveles que puedan considerarse preocupantes. Estimamos que el salario promedio al tipo de cambio mayorista se ubica algo arriba de los US$ 1.100, mientras que aquel medido por el CCL se encuentra levemente por debajo".
El reporte describe que estos valores se encuentran cercanos a los niveles del bienio 2008/2009 (promedio US$ 1.096 a precios de hoy) y por debajo de los observados en 2018/2019 (promedio US$ 1.232). Por otra parte, "están muy lejos de los US$ 1.916 de noviembre de 2017 y los picos entre US$ 2.000 y US$ 2.100 medidos al oficial entre 2013 y 2015, que demostraron, expost, ser insostenibles”.
El informe agrega que “no parecería que estos valores de costo laboral sean particularmente elevados” y que con la agenda del gobierno en cuanto a desregulación y gasto público con la mirada puesta en reformas más estructurales, como la laboral, “Argentina podría mantener un tipo de cambio más apreciado sin que éste se vuelva insostenible”.
LM