Durante el primer tramo de la presidencia de Javier Milei se mantuvo una lógica en el mercado laboral que comenzó durante la pandemia en 2020: “Sin tasas de desempleo explosivas de dos dígitos (como en los ´90), pero con empleos de menor calidad (menos asalariados formales, más informales/no asalariados). Socialmente más sostenible: no habrá un 15% de la población con ingreso cero, pero sí una proporción mayor con ingresos reales más bajos”, de acuerdo con un informe de la consultora Empiria.
En el tercer trimestre de 2024, la tasa de empleo (los puestos de trabajo, la cantidad de ocupados sobre la población total) cayó, tanto comparada con la del tercer trimestre de 2023 (-0,5 p.p.) como con la del trimestre anterior (-0,4 p.p.), ajustada por estacionalidad.
Por su parte, la oferta laboral (tasa de actividad, los que tienen o buscan trabajo), bajó en (-0,5 p.p.).
“Como consecuencia de esa caída simultánea en la demanda y en la oferta, el desempleo quedó estable (-0,1 p.p.) en la comparación con el segundo trimestre, ajustado por estacionalidad, y subió a 6,9% (+1,2 pp) en términos interanuales”, indica el reporte.
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Entre 2017 y 2019, la demanda crecía (tasa de empleo +0,6 p.p.) más lentamente que la oferta (tasa de actividad +1,4 p.p.), explicando el aumento del desempleo (+1,5 p.p. promedio).
“Tras la pandemia, la creación de puestos de trabajo fue más rápida (tasa de empleo +2,6 p.p., de 42,4% a 45% promedio 2024) que la incorporación de trabajadores al mercado (tasa de actividad +1,9 p.p., de 46,4% a 48,4%), suficiente para bajar el desempleo, pero a costo de menores salarios, menor calidad en la tipología contractual y la proliferación del empleo de plataformas y otras maneras informales de complementar el ingreso familiar”, según Empiria.
Radiografía de los nuevos empleos
Según los datos del tercer trimestre de 2024, el empleo total creció con una particularidad: los trabajadores no asalariados “desplazaron” al tradicional empleo privado formal. De los 220.000 empleos nuevos, hay 196.000 asalariados formales (privados + públicos) menos, más que compensados por el aumento de los no asalariados (404.000).
Al mismo tiempo, los salarios de los trabajadores registrados cayeron 11% interanual en términos reales (-5% salarios privados), mientras que los ingresos de los trabajadores informales disminuyeron 15%.
El panorama de los desocupados
“Que haya más gente empleada no implica (necesariamente) que haya menos desempleados. De hecho, hay aproximadamente, 290.000 personas más que buscan activamente un trabajo y no lo consiguen comparado a un año atrás. Y, aún con una baja considerable en la tasa de desempleo versus el segundo trimestre, sigue habiendo más de 1,5 millones de desocupados”, aclara el informe.
Para Empiria, la caracterización de los desocupados “es desalentadora”, ya que de los 1,2 puntos porcentuales interanual que aumentó la tasa de desempleo, 0,5 puntos corresponden a personas que buscan trabajo hace más de un año, mostrando complejidad en la reinserción al mercado laboral de desocupados cuyo último trabajo, probablemente, haya sido como asalariados privados no calificados u operativos.
“No obstante, también es cierto que bajó fuertemente la cantidad de desempleados que llevan menos de tres meses buscando empleo respecto al segundo trimestre y podría ser un indicio de un freno en el aumento del desempleo”, añade el análisis.
LM cp