El Gobierno aprovechó el superávit fiscal conseguido en 2024 para acumular casi US$ 7.000 millones y asegurarse las divisas necesarias para cumplir con su primera obligación de deuda en 2025.
El 9 de enero vencen cupones y amortizaciones de los bonos soberanos (ALs y GDs) por US$ 2.810 millones de capital y US$ 1.540 millones de interés, sumando US$ 4.360 millones en total.
En el desglose, corresponden US$ 463 millones del FGS, US$ 63 millones del Banco Central, US$ 2.214 millones privados offshore y US$ 1.620 millones privados onshore.
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Esto implica que la mitad del cobro total se debe a privados offshore y el resto se divide entre BCRA/FGS y privados argentinos. Los títulos que más demandan dólares son el GD30 y AL30 (US$ 1.218 millones y US$ 1.135 millones, respectivamente).
“Para el pago de dichos servicios, el Tesoro ya ha comprado (e incluso girado al Banco New York Mellon) los dólares necesarios para afrontarlos”, sostiene el informe.
Al 26 de diciembre pasado, el Tesoro contaba con US$ 6.009 millones en su cuenta en moneda extranjera en el Banco Central.
Dólares atesorados
“Considerando que de los US$ 4.360 millones, US$ 830 millones se encuentran en el BNY, da lugar a que el Tesoro necesita US$ 3.530 millones en su cuenta en el BCRA para afrontar los pagos. Es US$ 2.470 millones menos que lo que tiene actualmente”, indican desde Romano Group.
Teniendo en cuenta que en enero “no hay otro vencimiento significativo de deuda como para explicar dicho exceso, deja abierto el interrogante de por qué se han comprado más dólares que los necesarios (reservando dólares para el pago de julio, compra de títulos del tesoro americano para ofrecerlos como colateral en algún swap, ganarse el crawling con pesos que antes estaban al 0%, etc.)”.
El economista Salvador Vitelli, de Romano Group, comentó que en julio vencen otros US$ 4.360 millones en soberanos, de los cuales US$ 3.800 corresponden a privados.
LM / Gi