Tras el anuncio realizado por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, el Gobierno habilitó y fijó los lineamientos para la comercialización de chatarra y residuos metálicos, no peligrosos y que hayan sido "valorizados", que estaba prohibida desde 2009, desde la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
La medida había sido adelantada este miércoles 1 de enero por el funcionario nacional y se hizo efectiva este viernes, a través de la publicación del decreto 1/2025 en el Boletín Oficial. La misma incrementó las tensiones con determinados sectores que no estaban a favor, como el caso de Paolo Rocca, jefe del grupo Techint, claramente perjudicado por la nueva normativa.
La prohibición de la exportación de chatarra, un insumo clave para la producción de acero, se había convertido en una forma de protección a las fábricas nacionales para darle un poco de competitividad ante la política comercial de China, el jugador más importante en este rubro. En un estricto off the record, una fuente de la empresa aseguró a PERFIL en una nota publicada por el periodista Ariel Maciel que “es una cuestión personal que tiene este muchacho (Sturzenegger) contra nosotros”.
Federico Sturzenegger le ganó la pulseada a Paolo Rocca y se liberó la exportación de chatarra
Ahora, el Gobierno estableció la importación de estos materiales de forma "definitiva o temporaria al territorio nacional, al Área Aduanera Especial y a las Zonas Francas, incluidos sus espacios aéreos y marítimos". También se habilitó la "exportación de residuos no peligrosos que hayan sido sometidos a una operación de valorización, a partir de la cual se obtengan materiales que serán utilizados como insumo para un proceso productivo determinado, o un producto de uso directo".
Según la normativa, se entiende por valorización a "todo procedimiento que permita el aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos, mediante el reciclaje en sus formas física, química, mecánica o biológica, y la reutilización".
El decreto también explica que no estará permitida la importación de aquellos residuos no peligrosos que, "habiendo sido sometidos a una operación de valorización, pretendan tener como objetivo la valorización energética y/o su disposición final".
En esa línea, añade que la exportación de residuos no peligrosos e insumos industriales valorizados "no estará sujeta a prohibiciones" pero deben ajustarse al cumplimiento del Convenio de Basilea, sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación.
Además, existen otros requisitos que exige la norma. Toda operación de importación debe contar con un Certificado de Inocuidad Sanitario y Ambiental, o un Certificado de No Peligrosidad, o comunicación formal de autoridad competente en el país de origen que acredite la no peligrosidad de los materiales. Otras de las opciones es la constancia de una "Declaración Jurada" que asegure que la carga cumple con las regulaciones nacionales e internacionales.
También se pedirá una acreditación por parte del importador, sobre el cumplimiento de estas normas técnicas sobre la "caracterización de materias primas y el proceso productivo donde se utilizará el material o método de utilización directa".
Qué se entiende por Residuo y Valorización
A través de la resolución publicada en el Boletín Oficial, y que lleva la firma del presidente Javier Milei, el canciller Gerardo Werthein y el ministro de Economía, Luis Caputo, la Administración nacional brindó una clasificación de los diferentes tipos de residuos:
- Residuo: toda materia, sustancia u objeto producido en cualquier actividad y a cuya eliminación, reciclado, recuperación y/o disposición final se proceda, se proponga proceder o se esté obligado a proceder.
- Residuo no peligroso valorizado: aquel que, no estando encuadrado en los alcances de la normativa nacional en materia de residuos peligrosos, haya sido sometido a una operación de valorización o de eliminación de su carácter de peligrosidad.
- Valorización: todo procedimiento que permita el aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos, mediante el reciclaje en sus formas física, química, mecánica o biológica, y la reutilización.
Exportación de chatarra: Sturzenegger celebró la medida
Mediante un posteo en su cuenta de X, el ministro de Desregulación y Transformación estatal sostuvo que la medida “ayuda a un sector que se había visto enormemente perjudicado hasta el momento”. Y señaló: "decidimos no renovar los alcances de los decretos 1040/20 y 70/23 (no confundir con DNU 70/23 -conocido como "Nega DNU") por el cual se había prohibido la exportación de desechos metales y no ferrosos".
"Esta prohibición era nociva por varios motivos. Primero, porque al deprimir el precio local de los desechos desincentivaba el reciclado", continuó diciendo Sturzenegger en el mensaje. "Pero era nociva, sobre todo, porque prohibía un sinfín de negocios de reciclado para amplísimos sectores de la economía (por dar un ejemplo, cables de cobre desechados por las telefónicas, que tienen un activo mercado para reciclado en el exterior no podían exportarse)", añadió.
El ministro relató que en los últimos meses el Gobierno recibió varios mensajes de empresas cuyos negocios estaban vedados por esta prohibición. "La norma beneficiaba a los procesadores de dicha chatarra, pero perjudicando a quienes la producían (típicamente empresas más pequeñas de reciclado), al tiempo que se perdían centenas de negocios de valorización de residuos", afirmó.
"La norma original fue de julio de 2009 y se pensaba que duraría 180 días", indicó el también expresidente del Banco Central sobre la resolución adoptada durante el Gobierno de Cristina Kirchner. "Pero como en Argentina todo lo transitorio tiende a convertirse en permanente se renovó con los decretos 2261/09, 901/10, 1513/12, 374/14, 1102/15 (Cristina), 823/16, 848/17, 970/18, 664/19 (Macri), 1040/20 y 70/23 (Alberto)", concluyó.
FP/LT