El Fondo Monetario Internacional mantuvo la estimación sobre el crecimiento de Argentina en 5% para 2025, como había estimado en octubre pasado. En su último reporte del World Economic Outlook (WEO) presentado ayer en Washington DC, el organismo estimó que mantendrá ese ritmo de suba en 2026. Al mismo tiempo, indicó que 2024 habría terminado con una recesión de 2,8%.
La proyección del FMI sostiene el cálculo para este año. Además, incluye un leve ajuste al alza en las perspectivas para 2026 para llegar a ese 5%, lo que supone una mejora de 0,3 puntos respecto del último informe.
Los datos sitúan a la economía argentina en el quinto lugar entre las que más van a crecer en 2025. Si los números se concretan, sólo estará precedida por India 6.5%; Filipinas 6,1%; Kzajistán 5,5% e Indonesia 5,1%.
En la conferencia de prensa en que se presentó el Outlook participaron, Pierre-Olivier Gourinchas, Economic Counselor and Director of the Research Department; Petya Koeva Brooks, Deputy Director of the Research Department y Deniz Igan, Division Chief in the Research Department.
El dato cobra relevancia porque se conoce justo antes de que Javier Milei y Luis Caputo se encuentren este domingo con Kristalina Georgieva en Estados Unidos, mientras se ultiman los detalles para un nuevo acuerdo con el organismo que le de fondos frescos a la Argentina para salir del cepo cambiario.
El economista francés Pierre-Olivier Gourinchas, director del Departamento de Estudios del FMI, fue el encargado de comentar en qué se basa el FMI para mantener una proyección tan “optimista” de la economía local. “Primero, permítanme decir, y para todos los que escuchan, que sí estamos viendo un cambio significativo para la economía de Argentina en 2025 en comparación con 2024”, indicó. “Por supuesto, 2024 fue el año en el que se adoptaron medidas contractivas realmente muy fuertes, especialmente medidas fiscales, implementadas para contener la inflación, que, para recordarles a todos, rondaba el 25% mensual en diciembre de 2023, principios de 2024, gracias a la devaluación del peso”, mencionó Gourinchas. Y aseguró que se trataba de niveles de inflación extremadamente altos que eran realmente muy inestables.