El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó ayer “ExPost Evaluation of Exceptional Access sobre el acuerdo con la Argentina en 2022”. En el documento, el staff técnico realizó una evaluación sobre el programa acordado bajo la gestión en el Palacio de Hacienda de Martín Guzmán, aunque también hizo algunas consideraciones acerca de las medidas actuales del gobierno de Javier Milei, donde destacaron el ancla fiscal y alertaron por las reservas, el tipo de cambios preciado y la necesidad de levantar restricciones cambiarias.
“El régimen de crawling peg se mantuvo con una tasa de paridad inicial del 2% mensual. Si bien ayudó a contener las expectativas de inflación, la tasa de paridad más lenta que la inflación significó una apreciación del tipo de cambio real. Al mismo tiempo, la acumulación de reservas cambiarias se desaceleró y la brecha cambiaria se amplió al 50% a mediados de 2024”, remarcó el FMI que aunque reconoció que las reservas mejoraron, consideró como una meta a mejorar.
En ese sentido, los técnicos del organismo multilateral, señalaron: “La presencia de amplios controles cambiarios (que será necesario desmantelar para aliviar las distorsiones y recuperar el acceso a los mercados de capital) y la apreciación del tipo de cambio real como resultado de la preservación de un tipo de cambio de paridad lenta podrían dificultar la acumulación continua de reservas”.
En tanto, reconocieron que “mantuvieron importantes distorsiones del mercado cambiario” y plantearon algunas consideraciones al respecto: “Para allanar el camino hacia la recuperación del acceso a los mercados será necesario adoptar una estrategia creíble para desmantelar los controles cambiarios, una mayor flexibilidad cambiaria y un papel más significativo de la política monetaria”, definieron los especialistas del Fondo.
También puso de relevancia la necesidad de “un papel más fuerte de la política monetaria (en concreto, garantizar una tasa de interés real positiva que responda adecuadamente a la evolución de la inflación para asegurar el equilibrio interno y, al mismo tiempo, respaldar los objetivos de estabilidad externa)”, explicó la entidad.
A su vez, el Fondo Monetario hizo una serie de planteos ante la necesidad de un refuerzo en las políticas sociales. Al respecto, el organismo internacional indicó: “La sostenibilidad de la consolidación fiscal también dependerá críticamente de su aceptación social. Las autoridades han aumentado significativamente los beneficios sociales y mejorado la protección contra la inflación de los salarios y las pensiones. Sin embargo, las tendencias recientes –en particular, que después de un intenso período de inestabilidad en 2023 seguido de una marcada consolidación fiscal, las tasas de pobreza aumentaron a más del 50% a principios de 2024– sugieren que puede ser necesario un mayor fortalecimiento del apoyo social si no se revierte esta tendencia”.
Pero el Fondo también consideró aspectos positivos del programa de Milei. En esa línea, el organismo internacional reconoció que “el establecimiento de un ancla fiscal fuerte, que eliminó el financiamiento deficitario por parte del Banco Central, puso en marcha el elemento clave que faltaba en el programa original”. A su vez, subrayó la devaluación de diciembre de 2023, la aprobación de la Ley Bases, el traspaso de las Leliq al Tesoro y el levantamiento de algunas restricciones cambiarias.
También la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, elogió al Gobierno: “El caso más impresionante en la historia reciente es Argentina, donde los efectos de Milei han sido profundos, con la implantación de un sólido programa de estabilización y crecimiento”, remarcó la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. La noticia fue celebrada por el mandatario argentino, quien escribió en sus redes sociales: “Viva la libertad carajo”.
Por otra parte, el Fondo en el documento detalló las razones por las cuales consideran que el programa pactado en el 2022 no resultó. “En general, el SAF 2022 (es decir, el programa que determinó el préstamo) no logró sus objetivos macroeconómicos originales, pero logró aliviar la carga de las obligaciones financieras de Argentina con el Fondo al reprogramar los reembolsos durante el período 2026-34, y puede haber ayudado a Argentina a evitar resultados aún peores en 2022-23”, remarcó el estudio. Y agregó: “El diseño del programa no planteó un ajuste acorde con la magnitud del problema y los riesgos de la situación”.
Luego de conocerse el estudio del Fondo Monetario Internacional, el exministro de Economía y encargado de la renegociación, Martín Guzmán, salió al cruce del organismo. “El FMI prefería un programa de los que típicamente lleva adelante, contractivo, que genere más saldos de divisas para pagar deuda externa vía una recesión, tal como ocurrió en 2024 con el gobierno actual. En cambio, el acuerdo que se logró en 2022 para refinanciar la deuda que había tomado el gobierno de Macri tenía como objetivos sostener la recuperación económica y social que el país venía transitando, buscando bajar gradualmente la inflación, que por entonces era del 50% anual, apenas por debajo del 54% que alcanzó en 2019”, sostuvo Guzmán.