ECONOMIA
perspectiva

El dólar será la variable clave para el rumbo de la economía en 2025, que estará atravesado por las elecciones legislativas

La economía del año próximo girará en torno a la posibilidad del Gobierno de atraer divisas y del manejo del tipo de cambio que realice. Un aumento sostenido de las exportaciones que revierta el déficit de cuenta corriente consiste en uno de los obstáculos que Luis Caputo no supo resolver en 2024. De acuerdo con Vectorial, por cada punto del PBI que se expanda la actividad, se requerirán entre US$ 2 mil millones y US$ 3 mil millones adicionales para importar bienes, el histórico cuello de botella argentino. Economistas destacaron el rol de los salarios, dado que además se trata de un año con comicios de medio término.

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Caputo. El principal objetivo del ministro de Economía será hacerse de dólares el año próximo. | AFP

La gestión liberaría enfrenta un segundo año marcado principalmente por la necesidad de conseguir dólares para sostener el esquema económico, con sectores de la economía que piden una mejora de la competitividad debido a la apreciación del tipo de cambio, reservas netas que siguen en terreno negativo y cimbronazos del frente externo que el Gobierno deberá sortear. En ese contexto, 2025 estará atravesado por las elecciones de medio término, donde se incrementan las demandas sociales, como la mejora de salarios.

Los especialistas consultados por PERFIL sostienen que los desafíos del oficialismo giran principalmente en torno al tipo de cambio y la obtención de divisas para engrosar las reservas ante la demanda de dólares. Serán las variables claves a monitorear y de las cuales se desprenden el sostén del esquema económico.

“Uno de los principales desafíos es en relación con la competitividad externa. Resolver el déficit de cuenta corriente mediante un aumento sostenido de exportaciones, en particular en sectores industriales y energéticos”, señaló Leo Anzalone, economista y director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (Cepec). En esa línea, un estudio de la consultora Empiria arrojó que este año habría un déficit de la cuenta corriente externa por un 0,55% del PBI.

Según Empiria, las proyecciones de las cuentas externas para 2025 “muestran un panorama menos holgado que en el 2024, pero no explosivo”. “Recuérdese que en la previa de la crisis cambiaria de 2018, el déficit de cuenta corriente había orillado el 5% del PBI, aunque con reservas internacionales mucho más robustas (unos US$ 40 mil millones antes del inicio de la corrida). Sí, por supuesto, es vulnerable a la disponibilidad de crédito externo, con eventuales efectos en la brecha o en la actividad vía importaciones”, agregaron.

Así, se abre otro frente ligado a la necesidad de recomponer reservas internacionales, que las brutas y las netas. De esta forma, el equipo económico necesita atraer capitales para evitar tensiones en el mercado cambiario y asegurar pagos de deuda externa. Esta semana el Central consiguió un REPO por US$ 1.000 millones con bancos internacionales para dar una señal a los mercados de cara a los vencimientos de deuda, y el Gobierno confía que cerraría un acuerdo con el FMI en el primer trimestre con dólares frescos que apuntalen las reservas.

Una de las principales demandas de divisas será producto de la mayor cantidad de importaciones no solo por la apertura comercial y la apreciación cambiaria, sino también debido a que se espera un repunte de la actividad.

De acuerdo con estimaciones de Vectorial, cada punto de crecimiento del PBI requerirá entre 2 mil y 3 mil millones de dólares adicionales en concepto de importaciones de bienes. Por lo tanto, un incremento del PBI del 5% para este año redundaría en un aumento de importaciones del orden de 12.500 millones de dólares adicionales a los 60 mil millones de dólares que se registraron aproximadamente en 2024. Sin embargo, a pesar de que la balanza comercial sería positiva por más de US$ 17 mil millones según Empiria, “con un tipo de cambio en niveles similares a los previos a la devaluación de diciembre de 2023 y la recuperación de los salarios reales, el déficit del sector servicios tenderá a profundizarse, especialmente en el renglón ‘turismo’. Sumando los intereses netos a pagar por US$ 11.057 millones, se estima una cuenta corriente deficitaria por 0,55% del PBI”, indicó la consultora.  

A su vez, el economista Martín Burgos señaló: “Para crecer te tienen que subir los salarios, algo que se tiene que dar por paritarias. Eso se va a ver en una mejora de la actividad y la mejora de actividad tal como está planteado el modelo (con el dólar planchado, además la devaluación de Brasil), estaría con grandes problemas de competitividad. Si no tenés divisas, no vas a poder crecer entonces hay una carrera ahí entre salarios y divisas con tipo de cambio planchado”. El tema salarial será crucial en un año atravesado por las elecciones legislativas y que el Gobierno buscará revalidar y conseguir mayores legisladores en el Congreso.

En esa línea, Hernán Letcher, director del El Centro de Economía Política (CEPA), indicó que otro desafío del oficialismo será cómo logra seguir desacelerando la inflación. “El objetivo es llevar al IPC debajo del 1%. Bueno, puede lograrlo, ahora el costo es salarios a la baja o que no se recuperen como ha sido hasta ahora, sin convalidar paritarias que superen el 1% y en este sentido otro de los debates es la recuperación de los ingresos”, subrayó Letcher.

Mercado financiero. Por último, la consultora Invecq sostiene que “hacia adelante el mayor desafío se encuentra en sostener la robustez del mercado, en línea con la capacidad que tenga el Gobierno de hacer frente a los compromisos financieros. En enero vencen $ 15,8 billones correspondientes a deuda en pesos y más de US$ 4 mil millones por bonos soberanos en dólares, aunque las autoridades ya demostraron tener la liquidez para hacerlo”.

“Un objetivo clave será que los niveles de riesgo país sigan comprimiendo hasta los mismos niveles de EMBI Latam (427 p.b), lo que implicaría un alza en los bonos soberanos similar al 14%. En la medida que se materialicen las señales alentadoras, la inflación irá reafirmando su sendero a la baja y las expectativas irán confluyendo hacia los resultados esperados”, agregó Invecq.

En este punto cabe señalar lo que marcó un reporte del Banco Provincia: en abril de este año El Salvador colocó US$ 900 millones en el mercado (+2,5% de su PIB) con un riesgo país de 670 puntos básicos. Esta semana el índice que elabora el JP Morgan cerró a punto de perforar los 600 puntos en Argentina.