La victoria de Donald Trump en los Estados Unidos convirtió en realidad un escenario de choque de expectativas en el mundo de los negocios domésticos. La afinidad política del retornado presidente a la Casa Blanca, con el jefe de Estado argentino, Javier Milei, entusiasmó a empresarios, que avizoran en esa relación una reinserción mundial del país en forma más acelerada. Aunque generó preocupación por el reordenamiento económico de EE.UU. y un proteccionismo norteamericano que ponga en situación de competencia a algunos sectores de la producción local.
Dueños de empresas, referentes sectoriales y analistas locales destacaron la importancia del alineamiento con occidente planteada por Milei desde el inicio de su gestión, en el marco del retorno argentino a los mercados internacionales. “Si consigue el respaldo de Trump, el país puede cerrar un acuerdo con el FMI que permita salir más rápido del cepo cambiario, que es la puerta de entrada para las inversiones, luego de que se pusieran en marcha las condiciones jurídicas para hacer negocios”, afirmó una fuente empresaria consultada por PERFIL.
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De hecho, el sector privado doméstico pidió que se diseñe una estrategia para lograr una “complementariedad con el plan económico proteccionista de Trump” y, así, evitar una competencia de la producción. El resurgimiento de acuerdos comerciales bilaterales o regionales (como el frustrado ALCA) comenzó a vislumbrarse como una agenda concreta, luego de conocerse los resultados electorales en el gigante de Norteamérica. La disputa geopolítica y comercial entre Estados Unidos y China podría ser la “ventana de oportunidad” de la Argentina.
Una mirada positiva del círculo rojo argentino
“Siempre estuvo claro la afinidad entre el presidente Javier Milei y Donald Trump. En ese marco, el triunfo de Trump podría significar una era diferente para la Argentina. Esperemos unos días y veamos la reacción de los mercados, que es el mejor termómetro. Soy optimista”, sentenció el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman, en declaraciones a PERFIL.
El representante de los comercios y del sector de servicios argentinos ratificó la idea de la CAC de “poder comercializar con todo el mundo”, aunque admitió que “en el marco del Mercosur, existen limitaciones”. “Hoy las relaciones comerciales no las decide la diplomacia, si no la afinidad entre presidentes. Veremos”, afirmó Grinman. En esa representación gremial-empresaria convergen las empresas tecnológicas, uno de los sectores más promocionados por la gestión libertaria, a partir del vínculo que mantiene el Presidente con el dueño de Tesla, Elon Musk.
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Por su parte, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, buscó quitarle dramatismo a un sector fabril local que temía por un impacto negativo ante el cierre de las fronteras comerciales que podría imponer la reindustrialización de EE.UU. “Me parece que, en lo comercial y teniendo en cuenta las tendencias imperantes al nearshoring y al friendshoring, se abren para la Argentina y la región interesantes oportunidades”, le dijo el jefe de los industriales a PERFIL. Además, reclamó que “independientemente de ello, también se pueda definir el tantas veces postergado acuerdo del Mercosur con la Unión Europea”.
Apoyo político, ¿incertidumbre comercial?
El CEO de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AMCHAM), Alejandro Díaz, señaló que “la tendencia en el recuento hasta el momento da a Donald Trump ganador superando los 270 electores requeridos para ser nuevo presidente de los EEUU.”, y sostuvo: “basado en la experiencia de su anterior gobierno en materia de política exterior, y la afinidad con el actual presidente argentino, podemos inducir que desde lo político el apoyo podría ser mayor que en una administración demócrata dada su común visión y alineación política”.
“Aunque con un impacto que quizás no sea tal diferenciador como se presupone, especialmente en materia comercial, donde el proteccionismo a imponer por la futura administración de Trump, podría afectar la exportación de productos desde la Argentina (ejemplo pasado el acero y aluminio, biocombustibles). En los organismos multilaterales de crédito, el apoyo se mantendrá de manera muy positiva”, enfatizó, en diálogo con PERFIL.
Por su parte, el exministro de Producción macrista y fundador de la consultora ABECEB, Dante Sica, afirmó que “Argentina debería ser un faro también para la región y ser un equilibrio de política exterior”. “Puede que, si Estados Unidos se cierra y quiere atraer inversiones, podría competir en un segmento con Argentina, pero no en todos los segmentos. Si bien Argentina y Estados Unidos tienen una estructura productiva competitiva, porque producimos lo mismo, EE.UU. no tiene cobre, por lo tanto, las inversiones mineras van a seguir viniendo a la Argentina, a lo mucho competiremos con Perú o con Chile”, aseguró.
