La hoja de ruta del equipo económico liderado por Luis Caputo contempla la salida del cepo cambiario en 2025. Si bien el gobierno de Javier Milei dio algunas pistas de cómo se desarmarán las restricciones a la libre circulación de capitales, crecen los interrogantes en torno a los tiempos, las reservas necesarias y cómo será el esquema una vez que se eliminen las ataduras al tipo de cambio oficial.
El propio Caputo anticipó que la salida ocurrirá este año de forma paulatina aunque evitó brindar una fecha. En efecto, el Ministerio de Economía y el Banco Central de la República Argentina (BCRA) delinearon un plan de acción en 2024 que incluyó el levantamiento escalonado de diferentes barreras que pesaban sobre el Mercado Libre de Cambios (MLC) y el comercio exterior.
Tiempo para la esperanza, paciencia para la euforia
Hasta el momento, los hacedores de política económica de La Libertad Avanza exhibieron señales de gradualismo en relación con la eliminación del corset cambiario, que fue clave para consolidar el ancla cambiaria con el objetivo de apuntalar el proceso de desaceleración inflacionaria desde el pico de 25,5% en diciembre de 2023 a 2,4% en noviembre del año pasado.
Los interrogantes que plantea la salida del cepo cambiario
Un informe de GMA Capital recurrió a la figura de "trilema monetario" para arrojar luz sobre uno de los interrogantes que suscita el programa oficial. Esta hipótesis alerta que la autoridad monetaria "no puede mantener simultáneamente la libre movilidad de capitales, un tipo de cambio fijo y una política monetaria autónoma".
"Suponiendo que no existen restricciones en el mercado cambiario, un tipo de cambio fijo implica someter la cantidad de dinero (y la tasa de interés local) a las operaciones de compraventa de divisas que permiten mantener la paridad cambiaria. Análogamente, si el Banco Central quisiera controlar la oferta monetaria o la tasa de interés sin cepo, no podría decidir explícitamente el nivel del tipo de cambio nominal", explica el reporte.
En diálogo con PERFIL, el director de Analitycs de la consultora Ecolatina, Federico Moll, aseguró que el Gobierno "puede desarmar el cepo sin un solo dólar" ya que la verdadera pregunta "es a qué tipo de cambio y cuántos riesgos está dispuesto a asumir".
"En términos monetarios, la tarea, en buena medida, ya está hecha. Pero estamos en un año de elecciones y entiendo que el Gobierno quiere tener la situación bajo control. Sabe que un mercado cambiario libre es un foco potencial de preocupaciones y malas noticias. Da la sensación que desde un punto de vista político, hay una búsqueda de sacar ese factor de incertidumbre de la ecuación, por lo menos hasta que pasen las elecciones. Desde un punto de vista económico, no se ven grandes limitantes al desarme del cepo", sumó.
Para el director de C&T Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, desmontar las restricciones cambiarias queda sujeto a las perspectivas del ingreso de flujos de moneda extranjera vía exportaciones. De madurar las inversiones ligadas a la explotación de Vaca Muerta, la entrada de divisas proveería al mercado con dólares sin necesidad de que intervenga el BCRA, que podría, a la vez, adquirirlos para engrosar sus arcas.
"La baja del riesgo país es muy importante porque si empieza a haber ingreso de capitales, el BCRA podría recomponer reservas. La otra posibilidad es algún tipo de préstamo que se negocie con el FMI. Eso sería más instantáneo mientras que el primer caso es más lento porque implica una compra diaria del Central", añadió Tiscornia.
Coincidió el economista de Econviews, Alejandro Giacoia, al expresar que la acumulación de reservas internacionales en 2025 llegará "más por la cuenta financiera que por la cuenta corriente": "Esto es, a través del FMI, organismos multilaterales, la oferta que dan las empresas cuando liquidan préstamos (como se vio los últimos meses) y algo de inversión extranjera".
Por su parte, el director de Economía de la Fundación Fundar, Guido Zack, consideró que el oficialismo no está apurado por eliminar el cepo cambiario antes de las elecciones legislativas ya que esta maniobra entraña un riesgo: que suceda con un salto del tipo de cambio oficial.
"Aunque no sea de una magnitud excesiva, se iría a precios e interrumpiría el proceso de desinflación. Es probable que el Gobierno no quiera poner en riesgo este resultado económico que le da crédito electoral. No está apurado para salir porque ya tiene los dólares para hacer frente a los vencimientos de este año. Por lo tanto, no necesita una salida del cepo para un eventual ingreso de capitales o una eventual caída adicional del riesgo país para refinanciar la deuda", juzgó Zack.
El riesgo país perforó los 600 puntos y está en su menor nivel desde agosto 2018
El enigma del escenario post cepo cambiario
Durante una charla que brindó en la Universidad Torcuato Di Tella, el director del Banco Central y asesor del ministro de Economía, Federico Furiase, deslizó la posibilidad de que se adopte una "flotación administrada" del tipo de cambio luego de eliminar el cepo y a fin de controlar la eventual volatilidad del mercado. En este sistema, el valor de la moneda no está completamente libre y la autoridad monetaria tiene la potestad para efectuar una intervención.
No obstante, el equipo económico todavía no mostró indicios sobre cómo continuará el camino tras la eventual flexibilización del mercado de divisas. Tampoco está claro que la administración libertaria pretenda sostener una paridad cambiaria. Es decir, mantener el dólar en una cotización o franja determinada.
El escenario cambia de forma radical en caso de que Economía no quiera controlar el tipo de cambio. Frente a este panorama, no requeriría de un abultado stock de reservas internacionales debido a que no intervendría para subir o bajar el precio de la moneda estadounidense.
Un análisis de IERAL-Fundación Mediterránea planteó que si se opta por la "flotación administrada", que supone la implicación del BCRA en el MLC para evitar disparadas o caídas abruptas, requiere de una serie de "tareas previas" a realizar.
"Estas incluyen la eliminación del blend, por el cual actualmente el 20% de las exportaciones se liquidan por el CCL, por fuera del Banco Central; el levantamiento de la traba temporal para acceder al mercado oficial de cambios por parte de aquellas empresas que efectuaron operaciones en el mercado libre (la llamada 'restricción cruzada'); quitar la barrera para la repatriación de dividendos; una eventual ampliación del cupo para el 'dólar ahorro', entre otros", analizaron.
Cual sea el camino que elijan las autoridades económicas, el BCRA parece abocado en evitar una devaluación intempestiva del peso mediante una mayor acumulación de reservas internacionales, que hoy se encuentran en un terreno negativo de -US$ 5.000 millones.
MFN