ECONOMIA
el gobierno, Urgido de dólares

Deuda con el FMI para cancelar deuda con el BCRA

El Gobierno sostiene que un nuevo crédito con el Fondo Monetario no aumentará la deuda de la Argentina. Los fondos que ingresen del organismo internacional se destinarían, insisten, a cancelar pasivos del Tesoro con el Banco Central. Esto equivale a decir que la Argentina aumenta su deuda con el FMI para bajar la deuda intra sector público. Sin embargo, desde Washington observan los movimientos con preocupación: saben que el Gobierno necesita divisas para mantener el tipo de cambio y financiar la salida de capitales de este año.

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Pareja. Kristalina Georgieva y Javier Milei, en uno de sus encuentros por la deuda con el Fondo. | NA

Con un decreto de necesidad y urgencia, Javier Milei buscó un bypass para la ley de Martín Guzmán que lo obliga a pasar por el Congreso antes de firmar con el FMI. Ahora, como parte de su estrategia de justificación del nuevo endeudamiento, el Gobierno desplegó una nueva interpretación: “no aumentará la deuda bruta” del país.

El propio organismo formalmente no tiene en su mandato forzar un aval legislativo del país que pida un crédito. Sin embargo, para evitar errores pasados, como el préstamo a Mauricio Macri, la cúpula del Fondo le exige a Argentina apoyo político y social antes de girar un dólar, como lo reveló PERFIL ayer.

“Va a implicar un desembolso de fondos para sanear las cuentas del Banco Central, es decir, para que el Tesoro le cancele deuda al Banco Central. No va a aumentar la deuda bruta”. Había planteado Milei al replicar la cuenta de un fanático anónimo de X (Twitter). Esa opinión fue reiterada en la semana por el propio vocero presidencial Manuel Adorni: “Esta deuda no incrementa la deuda bruta. Se utiliza para recapitalizar al BCRA”.

El argumento quizás viene a cuento de las copiosas críticas tanto de Milei como de Adorni en el pasado al propio Fondo y la explicación de Luis Caputo de que los gobiernos se endeudan sólo para financiar el déficit fiscal. Con una necesidad de justificación ante los frescos archivos ante la urgencia por hacerse de dólares en un año en el que los desembolsos superarán con creces al stock de divisas.

Para bajarlo al llano, la reintepretación se apoya en que el acuerdo por nueva deuda con el FMI cancelaría pasivo del Tesoro con el BCRA. Por eso insisten en que las obligaciones totales brutas no aumentan. Es decir, llegan dólares del FMI (son DEG, pero para no entrar en tecnicismos), se los mandan al Central a cambio de la deuda del Tesoro que tiene el BCRA (títulos o letras intransferibles). Aumenta la deuda con el FMI y baja deuda intra sector público. Entonces en deuda total es neutra, pero cambió el acreedor al que hay que responder a la hora de afrontar los vencimientos.

“No es lo mismo deberle al propio Estado, cuyo pago se acostumbra aplazar, que a un organismo multilateral con el que no abonarle implica el default, con graves consecuencias para las inversiones y el normal funcionamiento de la economía, como sucedió tras el crack de 2001”, planteó un operador de la City.

Ante el debate que se armó, por redes Javier Timerman, socio de la financiera Adcap alertó que “si los dólares los usás para crecer, es una buena inversión. Si los usás para fuga no lo es. Pero decidir ahora qué es mejor es comparar dos cosas que no tienen nada que ver una cosa con la otra”.

Jorge Carrera, investigador del Conicet y exvicepresidente del BCRA, aclaró que “hacen este pasaje contable porque los fondos los van a gastar para intervenir vía BCRA. Los DEGs siempre los recibe el Tesoro y siempre van al BCRA y forman parte del activo”. “El punto es que todo este humo sobre detalles contables nos saca de la discusión importante que es que se aumentó la deuda externa del sector público”, resaltó. “El problema es que faltan dólares propios en las reservas y le agregaste el pasivo de los Bopreal”, enfatizó.

Desde el FMI son conscientes que Milei está urgido de divisas porque su stock de moneda extranjera es superado por las obligaciones internacionales que tiene para este año y el superávit comercial se achicó considerablemente. Como saben que el Gobierno utilizará los dólares para mantener el tipo de cambio apreciado se estima que piden una devaluación, aunque el Gobierno lo niega, que no permita que los billetes se vayan a la misma velocidad que ingresarán, debido a, nuevamente, las experiencias del crédito de 2018.

Milei defendió su plan económico

El presidente, Javier Milei, aseguró que su gobierno trabaja para “terminar con la inflación de una vez por todas y para siempre”, y explicó que el Banco Central juega un rol clave en la dinámica inflacionaria. “No sólo hay que mirar qué está pasando con los flujos, sino también con los stocks”, sostuvo en una columna publicada el sábado en La Nación.

Desde su perspectiva, el balance del Banco Central refleja que su patrimonio neto surge de la diferencia entre activos y pasivos. “Si el Banco Central tuviera un patrimonio neto a mercado no negativo, podría rescatar sus pasivos monetarios sin que haya sobresaltos en el nivel de precios”, explicó. En cambio, si el patrimonio fuera negativo, “para reestablecer el equilibrio patrimonial, el nivel de precios debe subir para licuar los pasivos monetarios”.

Milei remarcó que el problema inflacionario en Argentina tiene raíces en “el saqueo de los políticos vía el Banco Central”, y enumeró una serie de medidas económicas tomadas por gobiernos anteriores que, según su visión, profundizaron el deterioro patrimonial de la entidad. “La política nos robó 110 mil millones de dólares en los últimos 25 años”, denunció, y detalló cifras de lo que calificó como “las mayores estafas”: la pesificación asimétrica de 2001, el Fondo del Bicentenario de Cristina Kirchner, la venta de dólar futuro en 2015 y las SIRA de 2023.