Después de la ratificación del veto al financiamiento universitario en Diputados, muchos se concentran en el siguiente gran debate del Congreso: la ley de Presupuesto 2025. El Gobierno planea recortar 45% en términos reales la billetera de la Secretaría de Educación para el año próximo. En las universidades, la caída será del 34%. La mayoría de los programas hoy se encuentran sub ejecutados y serán ajustados hasta un 93%.
Para 2025, el Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello, que lo nuclean, programó una baja del 45,1% del gasto para la Secretaría de Educación medido contra la inflación, respecto del crédito que tenía el ex Ministerio de Educación en 2023. La inversión en universidades nacionales en dos años descenderá 34,4% a pesos constantes, de acuerdo al último reporte del organismo que se encarga de investigar sobre ciencia y economía.
El Gobierno nacional ya redujo la inversión en universidades un 31,6% este año en términos reales, alertó el Grupo EPC. Hasta ahora, se trata de la mayor caída en su presupuesto desde el retorno de la democracia, en 1983.
La precarización de Pettovello: tercerización, salarios bajos y fondos de organismos
La masa salarial docente y no docente en las casas de altos estudios se retraerá 37,2% para 2025. Además, la cantidad de personas a las que se les pagará el Incentivo a Docentes Universitarios con Actividades de Investigación será un 26,9% inferior, al pasar de 26.000 investigadores en 2023 a 19.000 en el detalle presupuestario para el año entrante.
Rectores y directores de todo el país ya han alertado sobre la renuncia masiva de profesores por no poder sostener sus hogares con salarios por debajo de la línea de pobreza. Carlos De Feo, secretario general de CONADU, explicó que un trabajador de dedicación completa gana $ 800.000 mensuales. Para el Indec, la canasta básica para una familia tipo está valuada en $ 939.887.
Este año, los programas de la Secretaría de Educación presentan caídas abruptas casi sin excepciones. Además de Educación Superior, se destacaron las bajas del 36,6% en Mejoramiento de la Calidad Educativa, la retracción de las Becas (-54,6%), la declinación de la inversión en Jardines Infantiles (-56%) y en Infraestructura y Equipamiento (-65%), además del desguace del Conectar Igualdad (-71%) y el FONID (-93%).
¿Qué pasa con las becas Progresar?
El 8 de octubre, mediante el Decreto 888/2024 publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno dispuso el cierre del Fondo Fiduciario Progresar. Creado en 2022, éste se iba a constituir con el 20% de lo recaudado por la ley de Aporte Solidario y Extraordinario, aunque nunca se encontró operativo. El vocero presidencial, Manuel Adorni, publicó en Twitter (“X”) que “el Gobierno Nacional financia las becas Progresar a través del Ministerio de Capital Humano. De hecho, en septiembre la partida aumentó 75%".
Desde el Grupo EPC respondieron que “la pérdida de apoyo presupuestario a las becas no se da por el cierre de este fondo, sino debido a que el programa Progresar fue totalmente desfinanciado a lo largo de todo este año”. En 2023, el programa Progresar tuvo una inversión de $ 289.532 millones. En 2024 el mismo Programa tiene un presupuesto vigente de $ 419.150 millones y para 2025 el Proyecto de Presupuesto le asigna un crédito de $ 428.707 millones.
Si se miran individualmente, pasaron de cobrar $ 20 mil en agosto de 2023 a $ 35 mil en septiembre de 2024. En ese período, la inflación superó el 236%. Si el año pasado, los estudiantes podían hacer 377 viajes en colectivo con el monto de su beca, hoy sólo pueden realizar 95, un 75% menos.
De acuerdo al organismo nucleado en el CIICTI, el centro de investigaciones que dirige Daniel Filmus, el proyecto de Presupuesto 2025 apunta pronunciar esta caída. La nueva reducción propuesta por el Ejecutivo será del 25,5% en la inversión para las Progresar, con lo que totalizaría una caída de 66,5% real en dos años.
CP
