“Se hizo lo que se tenía que hacer y está muy bien. Pero está confirmado que no hay plan para la reactivación”. Con esa sentencia, distintos representantes del Círculo Rojo que participaron del primer aniversario de Canal E dieron su respaldo al ordenamiento de la macroeconomía que el gobierno de Javier Milei realizó a partir del ajuste fiscal y la parte dos del plan económico para el cierre de la canilla de la emisión monetaria. La contracara fue el escenario de recesión sin fin que avizoraron, lo que retrasará inversiones y profundizará la crisis del empleo en el sector privado.
Según distintos representantes del establishment doméstico, “cualquier gobierno estaba obligado a realizar un ajuste en las cuentas públicas para poder evitar un desmadre de la inflación”. Es por este motivo que festejaron la “disciplina” que el presidente Milei aplicó para desandar el déficit fiscal y contener la emisión monetaria. “El orden macroeconómico es fundamental para que las empresas tengan previsibilidad y la velocidad con que se encararon los temas importantes permitió reducir la incertidumbre”, admitió a PERFIL, el dueño de una empresa con base en el interior del país.
Cavallo reconoció la baja en la inflación, pero alertó sobre las reservas y la recesión
Incluso, a coro, los empresarios elogiaron el poder político para la aprobación de la ley Bases, en donde se incluyó la reforma laboral e “instauró reglas de juego claras y extendidas en el tiempo para las grandes inversiones en sectores clave para la economía local, a partir de exportaciones y de desarrollo regional”. Según la mirada patronal, “estas señales son una guía para mirar el largo plazo y empezar a planificar más allá del fin de año, algo que en el país no sucedía hace mucho tiempo”.
“Confirmado, no hay plan”
En charlas, sin micrófono encendido, con PERFIL, el Círculo Rojo dejó ver la preocupación por la “falta de un plan de reactivación” de la economía. Sucede que ven con “preocupación” que el ministro de Economía, Luis Caputo, tenga una mirada “sólo de salvataje” de la crisis inflacionaria, pero “no mostró nunca conocimiento, ni interés, por la actividad productiva”. Según la mirada de los expertos, el objetivo del presidente Milei de llegar a un IPC en torno al 1% para que converja con la tasa de devaluación y, así eliminar el cepo cambiario, “sólo se sostiene con una hiper recesión”.
“Lo que podemos ver es que no existe un plan para salir de la recesión. Y si existe, no lo pueden confesar, porque sería a costa de una caída fenomenal de la actividad. La recuperación del salario sólo por una baja de la inflación es insostenible para darle poder a la producción nacional y reivindicar al empleo, que fue el más perjudicado de este período. Si nos acostumbramos a este escenario, quiere decir que el freno productivo es el nuevo plan”, se alarmó una de las fuentes consultadas.
“Para adelante hay mucha bruma. No hay un plan para adelante”, dijo el economista Gerardo Della Paolera, en la entrevista con Jorge Fontevecchia, de la que también participó su par Carlos Melconian. Ese argumento fue utilizado por un empresario para plantear los interrogantes hacia el futuro e incluso, señaló que deberán “tenderse puentes para un diálogo que permita empezar a hacer confluir los distintos caminos, de modo de evitar que se viva en cambios de timón constantes, cada vez que hay recambio presidencial”.
La inestabilidad como variable constante
Para Melconian, “la pacificación y la tolerancia son fundamentales” para sostener un horizonte. En ese punto, el Círculo Rojo teme que “los avances que se lograron en términos legislativos y legales terminen chocando con un cambio de época, como sucedió en los últimos años en el país”. Existe un punto de ejemplo, que levantó polvareda en las empresas bonaerenses: la avanzada legislativa para subir las indemnizaciones por despidos, porque “potencia la industria del juicio”.
Panorama laboral
“La ley de Bases permitió mejoras en las condiciones laborales para poder incentivar las contrataciones. Pero este tipo de iniciativas van a contramano, porque se multiplican los reclamos judiciales y los gastos de las empresas por casos que son injustificados y, en muchos casos, inventados. Todos promovidos por estudios de abogados que sostienen una maquinaria de recaudar plata que debería estar volcada a la producción”, se quejó un empresario.
Según los cálculos, esta contramarcha por competencia de modelos “profundizará la crisis del empleo”. “Hoy nadie quiere contratar un trabajador más. Primero, porque no hay mercado por la recesión. Pero si empieza a moverse algo un poco, se las arreglan con lo que tienen, porque ir a un juicio es firmar la sentencia de muerte de una pyme”, alertó el empresario consultado.
LM CP
