Desde la banca y las fintech, hasta los prestadores de servicios y los operadores del retail, la inmediatez y la adaptabilidad son factores cruciales para la supervivencia y el éxito en un entorno marcado por la transformación digital.
El avance de la tecnología, especialmente a partir de la incorporación de la inteligencia artificial (IA), ha permitido diseñar soluciones que ya no buscan copiar las acciones humanas, sino que las superan en rapidez y eficacia. Esto, sin dudas, resulta especialmente estratégico en industrias y sectores donde el manejo de la información y la reducción de errores son clave en términos de eficiencia del negocio y experiencia de usuario.
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La IA vino para quedarse, pero no se ejecuta por sí sola. Por eso, en la actual carrera tecnológica las soluciones innovadoras ya no son la meta sino un nuevo punto de partida hacia la próxima gran etapa: la automatización.
En un mercado donde se procesan cientos de miles de datos y operaciones digitales por día, la rapidez y la eficiencia resultan un imperativo. Por eso, los especialistas en automatización son clave en aquellas empresas que manejan enormes volúmenes de información.
El inicio de la tecnología de RPA (Robotización de Procesos Automatizados) aspiraba a replicar paso a paso las acciones que realiza el ser humano, para obtener el mismo resultado de manera automática. No obstante, esto fue evolucionando al punto de que ya no es necesario imitar a las personas, sino que empezaron a implementarse canales de comunicación directos con las fuentes de información.
El objetivo de la automatización no consiste únicamente en reprogramar tareas sino, por el contrario, busca transformar aquellas que son rutinarias y repetitivas en procesos optimizados. Por eso, podríamos decir que en la automatización reside la arquitectura de la información del futuro.
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El potencial de la automatización es enorme y sus aplicaciones son de lo más diversas. En términos generales, las compañías pueden reducir costos operativos, minimizar errores y —lo más importante— responder rápidamente a las demandas cambiantes del mercado.
En el caso de las empresas fintech y los bancos, donde se manejan grandes volúmenes de transacciones financieras, la implementación de sistemas automatizados puede acelerar procesos críticos como la aprobación de préstamos y pagos o la gestión de seguros, acortando drásticamente los tiempos de espera para una mejor experiencia de cliente/usuario. Además, se eficientiza el uso de recursos, porque se libera a los colaboradores de tareas monótonas, permitiéndoles concentrarse en funciones que requieran creatividad, innovación y pensamiento estratégico, factores cruciales para cumplir con los altos estándares del sector.
La atención al cliente y los centros de contacto representan otro segmento que puede beneficiarse con la adopción de la automatización, que facilita ofrecer respuestas rápidas y personalizadas, como los chatbots, mensajes por correo electrónico o enrutamiento inteligente para canalizar la alta demanda.
A su vez, la industria manufacturera también podría obtener ventajas significativas, a partir de la automatización de procesos de producción, seguimiento de inventario y logística, ya que tecnologías como la robótica, Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y los sistemas de gestión automatizados son áreas clave.
* Tech Lead en Naranja X
