El 2024 fue un año con menor frecuencia de compra y reducción en el consumo, donde los hipermercados y supermercados perdieron participación dentro de los canales de compra, mientras que los mayoristas se afianzaron. Aún así, la novedad pasa por un cambio en el humor y la expectativa social en tanto mejoraron a comienzos de 2025 y dejan la puerta abierta para los próximos meses del año.
El optimismo proviene del informe "Consumer Insights" elaborado por Kantar Argentina sobre el cuarto trimestre del año pasado
En el análisis del comportamiento de los hogares respecto del consumo, el estudio muestra que las familias redujeron la frecuencia de compra un 5,3% entre los meses de octubre, noviembre y diciembre, en comparación con el mismo período del año anterior.
"Se registra un cambio en los hábitos de compra: mientras algunos hogares ya no sienten la necesidad de stockearse, otros segmentos probablemente todavía perciben un impacto en su presupuesto", afirmó Esteban Cagnoli, managing director Argentina de la División Worldpanel de Kantar.
La reducción de visitas a los canales de venta se notó especialmente en categorías de alta frecuencia de compra, con siete de las diez categorías de productos de mayor frecuencia perdiendo viajes.
El consumo de carne vacuna en 2024 fue el más bajo en un siglo
Aquellos que lograron sostenerse lo hicieron desde lo más esencial, como el caso de los alimentos secos que fueron la sub-canasta de mejor desempeño apoyada en categorías de productos básicos.
La compra ya no es sólo en formato físico: se impone la omnicanalidad
El estudio reflejó además que, pese a la disminución del número de visitas a los puntos de venta, la omnicanalidad se mantiene como una tendencia firme. "En promedio, los hogares argentinos compran en 4 canales diferentes en busca de precios para capitalizar mejor el valor de su dinero", señala el informe.
“Ante esta realidad tan diversa, la omnicanalidad se ha consolidado, con un 50% de los hogares realizando compras en cuatro o más canales durante el último trimestre” destacó Cagnoli.
Dentro de este contexto, acompañado de una inflación que se desacelera, la canasta de consumo cayó un 4,3% respecto a 2023, considerando el consumo masivo al interior de los hogares.
Un 2025 con mejor cara para el consumo
Más allá de los datos complicados del 2024, el estado de ánimo de los hogares argentinos muestra signos de mejora para lo que viene.
Al pedirles que definan su percepción del contexto socioeconómico con una palabra, la respuesta más mencionada fue “esperanza”. Las menciones positivas crecieron del 27% en julio de 2024 al 40% en enero de este año, mientras que las neutras y negativas bajaron.
Además, el 48% de los hogares cree que su situación mejorará en un año (+7 puntos respecto a la medición anterior), y solo el 17% considera que estará peor. En total, el 83% proyecta estar igual o mejor dentro de 12 meses.
También crece el optimismo en cuanto a la velocidad de la recuperación, de hecho en enero de 2025, el 13% respondió que el país mejorará en seis meses, frente al 7% que lo había hecho en julio del año anterior. De igual modo, baja la cantidad de los consumidores que piensan que llevará más de un año (de 65% a 60%).
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