Luego de marcar un pico de liquidación de divisas en julio, el sector agroindustrial sufrió un freno durante la segunda semana de agosto producto del paro del gremio de los aceiteros y esta merma podría comprometer el ingreso de dólares frescos en un contexto de baja acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) refiere que el bloqueo del puerto por un reclamo gremial vinculado con restitución del impuesto a las Ganancias "afectó el normal desenvolvimiento de ese sector industrial, estrechamente ligado a la exportación".
"En los primeros días de agosto, se alcanzaron picos de volumen operados por soja y maíz con destino al Gran Rosario, con una posterior desaceleración importante en los volúmenes negociados de maíz en un primer momento, seguido por una disminución de la operatoria en contratos de soja", destacaron los especialistas de BCR.
Se frenó la actividad agroindustrial en la segunda semana de agosto
No obstante, desde el martes 13 de agosto comenzaron a dinamizarse nuevamente las cantidades negociadas y adquirieron un ritmo normal hacia fines de la semana corriente tras el levantamiento de las medidas de fuerza del sindicato de los aceiteros.
Entre los factores que pueden explicar el nivel operado en las últimas ruedas, la presencia de compradores activos en la plaza local de Rosario "fue más limitada en las últimas jornadas" a lo que se sumó "la mayor incertidumbre logística por los problemas en la actividad portuaria ligada al embarque de productos de la industria aceitera y una posición expectante ante la publicación mensual del USDA de esta última semana, que finalmente fue muy bajista para el mercado de soja y terminó manteniendo muy débil al resto de los productos en general".
En relación con el ingreso de camiones con granos al Gran Rosario, se redujo ostensiblemente desde el 6 de agosto: de un promedio de descargas de 5.000 vehículos diarios se pasó a menos de 1.000 unidades, llegando a cero el último domingo.
"Todos los productos se vieron afectados en su dinámica de arribo a los puertos, aunque destacó especialmente la soja debido a que las descargas fueron prácticamente nulas durante entre el 7 y 12 de agosto. No obstante, tras el dictamen de conciliación obligatoria el 12 de agosto, el nivel de ingreso de camiones comenzó a normalizarse desde el día siguiente", remarcaron los analistas.
Al mismo tiempo, la actividad agroindustrial adoleció la brusca caída del total de embarques con los productos para exportar. La merma fue de 11 barcos por día hasta el 4 de agosto a tan solo 2 despachos diarios el 13 de agosto en base a la media móvil semanal.
A propósito de los bienes y el volumen exportado, se despacharon 451.775 toneladas entre el 6 y el 12. Casi el 70% fueron de maíz y si se agrega el complejo soja la participación alcanzó el 90%. En los siete días anteriores, las cantidades despachadas habían alcanzado las 1,8 millones de toneladas, lo que cristaliza una contracción de 77%.
El impacto del parate en el ingreso de divisas del campo
"Debido a que el ingreso total de divisas debe concertarse como máximo tras 15 días de cumplido el embarque de los productos, esta menor actividad exportadora agroindustrial podría impactar parcialmente en la liquidación de divisas de las próximas semanas", alertó la Bolsa de Comercio de Rosario.
El precio de la soja sigue sin encontrar piso: ¿Qué impacto puede tener en las reservas del BCRA?
En julio, el sector agroexportador liquidó US$2.616 millones, un salto considerable desde los US$1.978 millones del mes anterior. Sin embargo, esa composición podría cambiar en agosto por el parate de la actividad y la caída de los precios de la soja, que merodea los US$350 en el mercado de Chicago.
Un reporte de Aurum Valores sostiene que el principal factor que explica el desplome de precios de la oleaginosa es la previsión del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que estimó que se estima "la relación de stocks mundiales de soja respecto al consumo global de soja se ubicará en máximos históricos".
Para los expertos, el impacto local del deterioro se manifiesta en tres planos: ingreso de divisas, ingresos fiscales y actividad. En efecto, calcularon una pérdida anualizada de US$4.300 millones en materia de entrada de dólares frescos, lo que implica un sensible recorte de US$1.400 millones en términos fiscales.
"Los US$4.300 millones menos de divisas producto de la caída de precios internacionales del complejo sojero equivaldría al 38% de los vencimientos de deuda en moneda extranjera en poder de privados del año 2025. Los US$1.400 millones menos de recaudación por retenciones a las exportaciones es una cifra similar a la que el gobierno espera obtener por el blanqueo", ilustraron.
"Estos shocks externos (como cuando el real se deprecia o se produce un sudden stop) requerirían de un esquema cambiario bastante más flexible que el mecanismo vigente de modo que permita amortiguar esos impactos", concluyeron desde Aurum.
MFN CP
