El gobierno de Javier Milei canceló de forma definitiva las Letras Fiscales (LEFI) y el sistema financiero enfrenta un reacomodamiento profundo. La medida implicó el desarme de un stock de $15,5 billones en manos de bancos públicos y privados, lo que generó una baja significativa de las tasas y abrió un interrogante sobre el destino de esos pesos "sueltos".
Las LEFI nacieron durante la era Milei como un instrumento financiero emitido por el Tesoro Nacional para gestionar la liquidez y reemplazar los pases pasivos. Ese traspaso evitó que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) tenga que imprimir pesos para hacer frente a los vencimientos de corto plazo. La idea de fondo era evitar a toda costa la emisión monetaria y sus repercusiones en la dinámica de los precios.
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Se desplomaron las tasas tras el fin de las LEFI
En tal sentido, el equipo económico encabezado por Luis Caputo aprovechó la última licitación de deuda en moneda nacional para colocar parte del flujo que provenía de la extinción de las Letras Fiscales en Letras Capitalizables (LECAP).
La cancelación del instrumento derivó en un desplome de la tasa de cuentas remuneradas y cauciones, préstamos a muy corto plazo que se realizan en el mercado financiero, de 20,6% a 12% (TNA) y perforó incluso el mínimo del año registrado en mayo. "El abultado stock de LEFI que poseían los bancos (alrededor de $8,5 billones post licitación del 7 de julio) era esperable que su desarme presione las tasas a la baja y así sucedió", destacó un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Además, los titulos de corto plazo a tasa fija vieron una compresión de tasas: las LECAP llegaron a avanzar hasta 0,7%, con tasas efectivas mensuales (TEM) entre 2,2% y 2,4%, mientras que los BONCAPs se movieron hasta 1%, con TEMs en el rango de 2,19% a 2,55%.
"Esto podría tener un correlato sobre el dólar, ya que algunas posiciones colocadas en caución podrían dejar de encontrar atractivo el nuevo nivel de tasa. Sin embargo, el spot [dólar oficial] cerró sin grandes variaciones", advirtieron los analistas de PPI.

Desde Rava plantearon que la significativa baja en la tasa de caución "era esperable tras la suspensión de las LEFI" ya que "esta disminución abarata el financiamiento a través de este instrumento y es posible que se traduzca en un descenso en toda la curva de tasas de interés".
Cronología de la extinción de las LEFI
Un reporte de GMA Capital recordó que la puesta en marcha de la “Fase 2” del esquema monetario, iniciada en julio del 2024, había introducido a las letras como el instrumento para absorber la liquidez en reemplazo de los pases, avanzando hacia la eliminación total de los pasivos remunerados.
"Sin embargo, ya habiendo concretado dicho objetivo, hoy llegó el turno de despedirlas. Con la 'Fase 3' ya en marcha, el foco pasa al control directo de los agregados monetarios, esquema que deja de fijar la tasa de interés, la cual ahora se determinará por las fuerzas del mercado. Los bancos pierden así el último instrumento del Central para remunerar liquidez a un día con tasa garantizada. La ventana de crédito a corto plazo (pases activos) también había desaparecido tras la flexibilización del cepo, por lo que ahora el sistema financiero queda expuesto a los vaivenes de oferta y demanda", repasó el análisis.
Bajo la perspectiva de los analistas de GMA, ahora comienza la verdadera prueba: un sistema financiero que deberá convivir con tasas endógenas, más volátiles y con menor previsibilidad. No obstante, anticipan que el BCRA no se correrá de la pulseada e influirá en la liquidez a través de "las operaciones de mercado abierto, aunque está claro que su rol será diferente de ahora en adelante".

La pregunta que se impone ahora es hacia dónde se moverá esa liquidez. Según Aurum Valores, los bancos tenían en su poder $15 billones, lo que equivale al 33% de los depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado o al 39% de la base monetaria.
¿Presión sobre el dólar?
El economista del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN), Federico Machado, detalló que de los $15 billones, $5,6 billones suscribieron LECAP y $9,4 billones se cancelaron en efectivo y no fueron reemplazados por otro activo de deuda.
Siguiendo esa línea argumental, Machado subrayó que al verse obligadas a dejar parte de los pesos en encajes no remunerados, las entidades bancarias podrán pagar menor tasa a los plazo fijos. Por lo tanto, se espera que los rendimientos de este instrumento, elegido por millones de argentinos para resguardar sus ahorros, se reduzcan en los próximos días.
Al mismo tiempo, operadores experimentados de la City porteña no descartan que exista volatilidad cambiaria en el corto plazo con el fin de las Letras Fiscales y el remanente en manos de los bancos que no sea encajado. Las siguientes rondas serán cruciales para observar hacia dónde canalizan los fondos.
Aunque el dólar se mantuvo estable tras el sendero alcista que recorrió en las últimas jornadas, el cambio en el mapa de tasas, advierten, podría reflejarse en una mayor presión compradora que eleve la cotización tanto del oficial como de los segmentos financieros.
MFN / Gi