En línea con su discurso de abrir el mercado y liberar la economía, el Gobierno nacional ha eliminado varias restricciones vinculadas a las exportaciones, como sucedió en el caso de la carne vacuna y otros productos agroindustriales. Pero esa medida también tuvo su réplica en el sector importador.
Por empezar, el presidente Javier Milei anunció que el impuesto PAÍS se reducirá del 17,5% al 7,5% en septiembre, para ir hacia su eliminación definitiva en diciembre.
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Esta disposición será fundamental para reducir el costo de adquirir insumos importados y ayudar a la baja de los precios internos.
Por otra parte, el Ejecutivo impulsó acciones destinadas a desburocratizar la entrada de productos desde el exterior.
Una de éstas fue la eliminación del control aduanero del etiquetado de los productos textiles y de calzado que ingresan al país, mediante las Resoluciones 156/2024 y 159/2024 publicadas a mediados de julio en el Boletín Oficial.
Antes de esa reglamentación, para su ingreso al país y al circuito de comercialización, los productos debían contar con un etiquetado realizado en origen. En caso de no contar con esa etiqueta, debían pedir una autorización a la Secretaría de Industria y Comercio para el reetiquetado a través del proceso de Adaptación al Mercado Local (AML). Pero ahora eso ya no es necesario.
En tal sentido, desde la Secretaría de Comercio subrayaron que la quita de los controles aduaneros "evita procesos arbitrarios, burocráticos y costosos que, en algunos casos, demoran significativamente la disponibilidad de la mercadería". Según las estadísticas oficiales, los trámites representaron más de 1500 expedientes a lo largo de 2023.
Más allá de los datos, las resoluciones 156/2024 y 159/2024 obligan a las compañías a arbitrar los medios para que los productos cuenten con el etiquetado previo a la comercialización.
La fiscalización quedó en manos de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial, que se asegura que los bienes cuenten con la etiqueta obligatoria.
Entre las acciones tomadas, junto a la eliminación de estos controles aduaneros, también se encuentra la supresión del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y de licencias automáticas y no automáticas, que se dispuso a fines de diciembre, a poco de asumir, la actual administración.
El viejo y esquema fue reemplazado por el Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI), acompañado de un padrón para quienes poseen deudas con proveedores del exterior.
Fin a las trabas burocráticas para importar
La Secretaría de Comercio también eliminó, a fines de febrero, la Declaración Jurada de Composición de Producto (DJCP) que exigía, a los fabricantes e importadores de textil, prendas y calzados, que presentaran información redundante sobre la composición porcentual y el material de su mercadería, pese a que ya estaba detallado en la etiqueta. Este requisito generaba costos por US$ 5 millones y un millón de declaraciones juradas de manera anual, según informaron oficialmente.
El ministerio de Economía además terminó con la obligatoriedad que tenían una serie de productos de atravesar el “canal rojo normativo” de la Aduana, el cual requería un control exhaustivo que generaba costos y demoras para las empresas.
El BCRA oficializó el mecanismo para que las empresas puedan importar alimentos
Por su parte, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) redujo el plazo de pago de importaciones de alimentos, bebidas y artículos de limpieza, cuidado e higiene personal. Pasaron de un lapso de pago en 4 cuotas, a los 30, 60, 90 y 120 días, a un plazo en una sola cuota, a los 30 días.
En tanto, se suspendió, por el transcurso de 120 días, el cobro de la percepción de IVA adicional e impuesto a las Ganancias a las importaciones de estos productos y de los medicamentos.
En este caso, entre los principales beneficiados se encuentran bananas, papas, carne de cerdo, café, atún, cacao, insecticidas, shampús y pañales, entre muchos otros.
Por último, cabe mencionar la baja de aranceles que a principios de mayo se dispuso para herbicidas y fertilizantes, insumos que son esenciales para el campo, que a su vez es el sector que más dólares genera en exportaciones y es esencial para lograr el superávit comercial.
* Gerente General de Outland Logistics
