ECONOMIA
Negociaciones

"Fondos frescos" del FMI: el pasamanos de deuda que planea el Gobierno para acelerar la salida del cepo

El equipo económico asegura que los fondos frescos que negocia con el organismo multilateral no incrementarán la deuda externa. La lógica detrás del plan oficial para recapitalizar el Banco Central y eliminar las restricciones cambiarias.

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Visita. El ministro de Economía el último jueves en Olivos. José Rolandi junto a funcionarios estratégicos en un palco de Diputados. | x

En medio de la volatilidad que dominó a los mercados en las últimas semanas, Javier Milei y Luis Caputo ratificaron que la Argentina está cerca de rubricar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El entendimiento incorporaría fondos frescos que permitirían balizar el sendero hacia la salida del cepo cambiario e implicarían un "pasamanos" de deuda. Tanto el presidente como el ministro de Economía indicaron que el desembolso, que rondaría los US$ 11.000 millones, no tendría un impacto en el nivel de los pasivos externos del país.

En una entrevista televisiva, Milei aseguró que al pacto con el organismo multilateral "sólo le falta el moño", confirmó que incluye el giro de recursos y remarcó que "solamente apunta a recomponer el balance" del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

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El Gobierno usará los fondos del FMI para sanear el Banco Central

Se trata de una de las tres condiciones indispensables que postuló el equipo económico para eliminar las ataduras a la libre circulación de capitales, junto con la reducción de la dinámica inflacionaria a una velocidad similar a la inflación internacional y que la base monetaria tradicional coincida con la amplia.

A juicio del jefe de Estado, esta mecánica no derivará en un mayor endeudamiento externo y, por ende, no debería ser aprobado por el Congreso de la Nación: "El dinero entra en el Tesoro, los fondos nuevos y va destinado a cancelar deuda con el Banco Central. Entonces, la deuda no varía y esto es importante porque fortalece el balance del Banco Central, y al hacerlo, el patrimonio neto mejora, por lo tanto, el índice de precios de largo plazo es más bajo".

Desde la óptica libertaria, el equipo económico busca un atajo para evitar el Congreso de la Nación. Es que la ley 27.612, aprobada durante la gestión de Alberto Fernández, establece que la toma de deuda en moneda extranjera bajo jurisdicción extranjera y los acuerdos con el FMI requieren autorización de los diputados y senadores. En caso de no conseguir el apoyo necesario en ambas cámaras, peligraría la firma del entendimiento con el Fondo y la llegada de los millones para sanear las cuentas del BCRA.

"No es solamente cambiar deuda intrasector público por el FMI. Esa deuda se compró por parte del Central para financiar los excesos de gastos del Gobierno y lo único que logró es que el BCRA no tuviera capacidad de manejar la política monetaria y los argentinos tuviéramos que vivir con una inflación altísima por las necesidades de emisión", comentó el director de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, a este medio.

Y continuó: "Se está tomando deuda del FMI por parte del Gobierno para cancelar deuda del Tesoro que está en manos del BCRA y poder capitalizarlo, darle liquidez para que pueda defender el valor del peso y tener un mercado único y libre de cambios e ir hacia una inflación anual de un dígito".

Brechas cambiarias

Siguiendo esa línea argumental, Caputo anticipó que el pacto se firmará antes del final del primer cuatrimestre de 2025, aunque admitió que todavía "falta la letra fina". En sintonía fina con el Poder Ejecutivo, el titular del Palacio de Hacienda insistió con que se trataría de "nueva plata pero no nueva deuda".

"Esa plata entra al Tesoro y con ella le recompra deuda al Banco Central. Éste se capitaliza y la deuda bruta queda igual. Se reemplaza deuda inter sector público por deuda con el FMI. La recapitalización del Banco Central es una de las tres condiciones para estar listos a salir de las restricciones cambiarias”, describió.

Cómo funciona el pasamanos de deuda

En concreto, el Tesoro giraría los dólares del Fondo Monetario al Central y recapturaría parte de las letras intransferibles, instrumentos que se colocaban cada vez que había que afrontar el pago de deuda extranjera. Estas no eran más que un asiento contable, ya que el Tesoro no planeaba devolver las divisas. Así, se achicaría el pasivo de la autoridad monetaria y, al quedarse con los dólares, aumentarían sus reservas internacionales.

Consultado por PERFIL, el economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí explicó que la clave de los eventuales desembolsos del prestamista de última instancia es que se utilicen para "cancelar títulos públicos que hoy están en la cartera del BCRA".

"Si lo hace, conseguirá simultáneamente reforzar las reservas de la autoridad monetaria, que ahora pasarían a tener DEGs en lugar de bonos públicos, sin aumentar la deuda total del Tesoro. Eso sí, habrá un cambio de composición ya que se reducirán los pasivos en manos del BCRA y habrá aumentado la deuda con el FMI, aunque a tasas preferenciales menores a las de mercado, que son las que otorga el organismo", subrayó el economista.

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Desde su óptica, el procedimiento aceleraría el saneamiento de la entidad monetaria y acortaría los tiempos hacia la unificación de los tipos de cambio: "Con un salto cambiario pequeño del tipo de cambio oficial, ya que se haría con un BCRA más sólido y con el apoyo de los organismos internacionales. Lo que a su vez ayudaría a reducir el riesgo país y acercarse más al acceso del país a los mercados voluntarios internacionales de deuda".

Se profundiza la intervención del BCRA en el CCL

Un informe de Max Capital resaltó que las declaraciones de Milei y Caputo se dan en un contexto en el que los precios de los activos financieros "siguen cediendo, en un contexto global más adverso, y han aumentado las intervenciones en el CCL".

El Gobierno continúa con la estrategia de volcar los dólares que compra en el mercado oficial al financiero a fin de contener las cotizaciones del contado con liquidación y el MEP. Fuentes del sector privado señalaron a PERFIL que en enero el BCRA utilizó entre US$ 800 millones y US$ 1.000 millones para este cometido.

Al aumentar la oferta de divisas, los tipos de cambio se mantienen estables y, en simultáneo, la brecha cambiaria no experimenta un ensanchamiento significativo. ¿La contracara? Un goteo de moneda extranjera que horada las reservas internacionales del Central.

"Pese a la reducción de retenciones, la acumulación de reservas netas ha sido lenta debido a las intervenciones en el CCL y los pagos de deuda. Con depósitos en dólares del Tesoro en US$ 2,5 mil millones y en $4,2 billones, el Gobierno agotará su ahorro tras julio de 2025, y en enero de 2026 necesitará recursos genuinos para afrontar pagos de deuda. Creemos que para entonces deberá acceder a los mercados", alertaron desde Max Capital.

En tanto, sumaron que la concreción de un programa con el FMI que sirva para eliminar las restricciones cambiarias y un resultado electoral favorable serían factores positivos para los precios de los activos y darían lugar a una compresión de los spreads.

MFN / Gi